El Barcelona se quita la careta del 'Mes que un club' y hace la vida imposible a Ter Stegen

el FC Barcelona vuelve a tensionar su discurso institucional mientras empuja a Marc-André Ter Stegen hacia una salida cada vez más incómoda. La gestión del club con el guardameta alemán, marcada por decisiones deportivas y económicas, choca frontalmente con el relato histórico 'Mes que un club', justo cuando el Mundial 2026 está a la vuelta de la esquina. Los futbolistas necesitan jugar para llegar en forma a la cita, pero el guardameta alemán no va a tener minutos en el equipo que lleva militando desde 2014.

Es una pesadilla lo que está viviendo Ter Stegen en la Ciudad Condal pero que en absoluto preocupa al club que más presume de 'Valors'. La entidad azulgrana proyecta una imagen de valores, compromiso y trato humano que, en la realidad, no siempre se corresponde con la gestión de sus futbolistas. El caso de Ter Stegen, el primer capitán del equipo y referente del vestuario en los últimos años, es el más claro ahora mismo.

Para el guardameta alemán es imprescindible mantener continuidad, protagonismo y seguridad deportiva para estar en forma cuando comience el Mundial 2026. A sus 33 años, el portero de Mönchengladbach está ante su gran oportunidad de ser el titular en la selección alemana tras más de una década a la sombra de Manuel Neuer. De ahí que le resulte clave contar con minutos, algo que al Barça no le preocupa y por eso ni baraja una venta ni tampoco que juegue. Su única solución es una cesión por seis meses.

Desde el entorno azulgrana se insiste en que las decisiones responden exclusivamente a criterio deportivos, pero lo cierto es que el caso Ter Stegen vuelve a poner en cuestión la coherencia del proyecto. El teutón ha tenido numerosos gestos con su club, como diferir su salario para permitir mayor masa salarial, y ahora no está siendo correspondido y si se queda no va a hacer más que calentar banquillo.

Una práctica habitual en Can Barça

No es la primera vez que el Barcelona gestiona de forma fría y distante a jugadores que han sido pilares en el equipo. Ahí están los casos de Gerard Piqué, Luis Suárez o Jordi Alba, entre otros. Así pues, el club se ha despojado una vez más de la simbología del 'Mes que un club' para actuar más como una empresa, donde los intereses económicos y estratégicos se imponen incluso sobre figuras consolidadas. Esto resulta llamativo porque Joan Laporta siempre ha criticado este modelo y defendido el de un club al uso.

La situación de Ter Stegen empieza a aclararse justo en el momento en el que ha regresado a la dinámica del grupo. El capitán culé lleva varios meses en el dique seco tras su operación de espalda, pero lo pudimos ver sentado en el banquillo del Camp Nou durante el partido europeo contra el Eintracht Frankfut. Sin embargo, pese a su regreso, los planes de Flick ya están definidos desde hace tiempo y en ellos no entra el arquero alemán. «Joan García es el número 1», comentó para zanjar el asunto.

Ter Stegen ya no puede entonces ser titular porque la gran apuesta es Joan García. Tras semanas de análisis interno, el cuerpo técnico ha determinado que el equipo necesita estabilidad y continuidad en una posición tan delicada como la portería. Esto lo deja sin un espacio claro en la rotación, obligado a buscar una salida en el mercado de enero, pero que el Barça tampoco va a facilitar. No le dejará salir gratis y únicamente está abierto a una cesión.

Además, la próxima semana, en el partido de dieciseisavos de final de Copa del Rey ante el Guadalajara, tendrá una oportunidad de oro para saber si es el segundo o el tercer portero. Se prevé que haya rotación y falta por ver si Flick apuesta por él o por Wojciech Szczesny.