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Daniil Medvedev, durante la pasada ATP Cup, en SídneyGTRES

¿Es Daniil Medvedev el máximo favorito a ganar el Open de Australia?

Su condición de finalista el año pasado y los buenos resultados al término de la temporada pasada, con la conquista del US Open, unido a la ausencia de Djokovic y Federer y las dudas físicas de Nadal, podrían dar una respuesta tan arbitraria como afirmativa

El ruso Daniil Medvedev, número dos del ránking y cabeza de serie número uno en el Open de Australia tras la baja de Novak Djokovic podría ser considerado por derecho propio el principal favorito a ganar el primer Grand Slam del año. El relevo definitivo del Big Three parece haber llegado al fin, quizá de un modo aún efímero y circunstancial, pero indudablemente cierto. 
Es posible que por primera vez en los últimos veinte años el principal candidato a un título importante es un miembro de la llamada Next Gen que, a la sombra aún de Nadal, Federer y Djokovic, ya ha comenzado a figurar en el palmarés de los grandes torneos.
El último disputado hasta la fecha, el US Open, es la prueba más reciente y fehaciente del principio de un nuevo tiempo tenístico. Djokovic tenía la oportunidad histórica de completar el Grand Slam en una misma temporada e igualar a Rod Laver y a Donald Budge, pero Medvedev le privó del hito. 
El ruso ha demostrado en estos dos años ser el Next Gen con más mordiente, capaz de poner siempre en aprietos a los intocables. A punto estuvo el año anterior de dar una sorpresa en Nueva York remontándole dos sets en contra a Nadal, una sorpresa que pudo dar también en Australia unos meses después, y que finalmente dio en 2021. 

Superficie natural

Al serbio ya le había tomado la medida, del modo en que se puede tomar la medida a uno de los mejores tenistas de la historia, en distintos enfrentamientos. El cemento es su superficie natural y los cinco sets casi una garantía frente a casi todos sus rivales. Una desventaja que parece tener otro de los favoritos, el actual campeón del Masters, precisamente contra él, Alexander Zverev.
El otro rival generacional y también favorito es el griego Stéfanos Tsitsipas, contra el que tiene un 75 % de victorias. Cualquiera de ellos, desde luego (también su compatriota Rublev) puede vencerlo, pero ante la ausencia, como se ha dicho, de Federer y Djokovic, también de un Dominic Thiem en horas bajas, su favoritismo se encumbra en una edición abocada a la sorpresa de encontrar un campeón diferente al moscovita.
Una sorpresa que podría llegar de cualquiera, incluso de cualquier mal día del largo y a pesar de ello rocoso tenista (ganador de un Grand Slam y finalista en dos más y vencedor de cuatro Masters 1.000, además de ser otras dos veces finalista), la sorpresa que podría llegar de un pujante Carlos Alcaraz y de la sorpresa eterna del hombre que ha llegado a Australia sin expectativas, con 35 años, el escafoides partido en dos, y a pesar de todo con el nuevo as bajo la manga de siempre.