Nadal celebra un punto contra Isner
Nadal vence a Isner para empezar de menos a más en la tierra del Foro Itálico
Tras un inicio complicado, el español comenzó a moverse y a golpear con soltura para derrotar al gigante estadounidense por 6-3 y 6-1
El debut de Nadal en Roma contra Isner tenía ecos inevitables de aquel debut de Roland Garros en 2011 contra el mismo jugador estadounidense, quien llevó al campeón a los límites del quinto set en primera ronda. Seguro que el tenista de Greensboro recordaba aquella ocasión en que un Nadal número uno empezaba a sufrir aquel año terrible en el estallido de Djokovic, que le ganó todas las finales disputadas entre ambos, incluidas Wimbledon y US Open.
Bola de rotura para Isner
Lo que esta vez también sabía Isner, el gigante de sorprendente movilidad, es que Nadal llegaba renqueante en plena recuperación de su lesión y que también podría utilizarlo. Esta vez no eran cinco sets sino tres y a Isner se le vio desde el principio que buscaba revivir aquellas sensaciones de hace más de una década con un resultado diferente. En el séptimo juego tuvo su primera bola de rotura ante un Nadal errático y buscador. Pesado y sin tino.
El octavo juego le proporcionó al mallorquín un avance de la soltura y la largura deseada
Por dos veces fallaba en el ataque y la oportunidad el gigante campeón en Miami, el último ganador en Cayo Vizcaíno, y salvaba el español para poner el 4 a 3 y seguir buscando el toque, el ritmo en el coliseo romano. El octavo juego le proporcionó al mallorquín un avance de la soltura y la largura deseada, que al final supuso el break para Nadal en el momento mejor en el embudo romano, donde al inicio del noveno juego paró la ofensiva de lado a lado del americano con una defensa final de revés cortado que no pudo levantar su rival en la red.
Nadal golpea de derecha
En blanco en el último juego tras el intento fallido del americano conquistaba el español el primer set por 6 a 3, superando algunos sustos no inhabituales de un partido de primera ronda. Lo que empezó haciendo Nadal en la segunda manga es romper de nuevo el imponente servicio de John, ya asimilado el número uno del año (a pesar de Alcaraz), o casi, a un lugar que le ha visto ganar diez veces.
Clavado en la línea de fondo
La estrategia de Isner se estropeaba en sus arriesgados y al final largos tiros que Nadal cazaba como mariposas agarrado a la tierra con los pies y al aire itálico con una cinta elástica como de puénting, debido al vértigo del golpeo isnerista, que aún así sufría la aceleración cada vez más constante del español. Clavado en la línea de fondo empezaba a repartir Nadal, y a enseñar su verdadero juego característico y dominador sobre su superficie favorita.
Un no completo estado de forma que Nadal porfiaba por negarse con un revés cruzado imprevisible
Los gestos y los fallos de Isner así lo corroboraban. Con el 4 a 1 y el sol en lo más alto Nadal aceleraba. No se echaba atrás Isner, pero acababa sucumbiendo en el peloteo si no fallaba el español, que fallaba, como muestra aún clara de su no completo estado de forma que porfiaba por negarse con un revés cruzado imprevisible de los mejores tiempos. Luego Isner lo disparó con un resto directo y después con un globo tras una subida errónea.
Tenía que pararse un momento el español, tras el deuce, para conseguir el 5 a 1, apenas un paso antes del definitivo 6 a 1 y el regreso con triunfo y buenas sensaciones en el largo camino a París por esta calzada romana.
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