Carlos Alcaraz juega esta semana el Masters 1000 de París-Bercy
La oportunidad de Carlos Alcaraz en el torneo maldito del tenis español
El Masters 1000 de París, el último de la temporada, es la competición que más se le ha resistido a los tenistas españoles
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La temporada tenística está llegando a su fin. Tan solo quedan dos grandes torneos y la lucha por el número uno está más reñida que nunca. Y en esa pelea está Carlos Alcaraz, el mejor tenista español de la actualidad. Si el murciano quiere acabar el año en lo más alto del ranking deberá jugar como los ángeles e ir partido a partido para intentar desbancar, una vez más, a Novak Djokovic.
El Accor Arena, llamado así por motivos publicitarios y por una conocida cadena hotelera francesa que está operativa en 95 países, era antiguamente conocido como el Palais Omnisports de París-Bercy. Este recinto se encuentra en el XII distrito de la capital francesa y por las pistas de este pabellón pasarán las mejores raquetas del mundo. Pero no es un Masters cualquiera. El de París es el último de la temporada y en él siempre están en juego las últimas plazas para disputar las ATP Finals, ese torneo en el que solo juegan los ocho mejores jugadores de la temporada.
Sin embargo, este torneo nunca se le ha dado bien a los tenistas españoles. En sus 55 años de historia, tan solo David Ferrer, ya retirado, ha sido capaz de levantar este trofeo. El Masters 1000 de París es peculiar y se juega en una de las superficies que más trabajo le cuesta a los tenistas, la pista indoor.
Si uno repasa todas las ediciones del torneo podrá comprobar que tan solo cuatro tenistas de nuestro país han alcanzado la gran final de este Masters. Y esos españoles son Andrés Gimeno (1972 y derrota ante Stan Smith), Sergio Casal (1986 y derrota ante Boris Becker), Rafa Nadal (2007 y derrota ante David Nalbandian) y el mencionado Ferrer, que sí consiguió sumar su primer y único Masters 1000 en la capital francesa.
Oportunidad para Alcaraz
Jugar en París-Bercy no es nada fácil, pero Carlos Alcaraz ha venido demostrando que puede ganar en cualquier torneo y en cualquier superficie. El murciano, uno de los tenistas más competitivos de la actualidad, tiene nivel más que de sobra para jugar en tierra batida, hierba o pista dura. No obstante, la superficie indoor se le ha atascado históricamente al murciano.
La del 2023 supone la tercera participación del tenista murciano en este Masters 1000. Su experiencia previa no ha sido memorable. Hace dos años, Alcaraz se vio abrumado por la presión del público francés, acabó perdiendo ante el local Hugo Gaston y se fue llorando al vestuario. Y la temporada pasada, se tuvo que retirar lesionado en cuartos de final ante el danés Holger Rune.
Carlos Alcaraz golpea de revés en la edición de 2021 del Masters 1000 de París-Bercy
Ahora bien, Carlos Alcaraz debe olvidarse de estas malas experiencias y centrarse en ir partido a partido. Para empezar, debutará este martes y en unos potenciales cuartos de final se podría medir a Stefanos Tsitsipas, un tenista que está viviendo una de las temporadas más irregulares de su carrera deportiva. Para que el murciano recorte distancias con Novak Djokovic, el murciano tendrá que alzarse con el trofeo y esperar a que el serbio no firme un gran torneo.
El caso de Nadal
Y luego entra en escena el caso de Rafa Nadal. El tenista balear ha vivido momentos inolvidables en la capital francesa. En la tierra batida de Roland Garros ganó 14 títulos, pero la pista dura de París-Bercy le ha dado muchos quebraderos de cabeza al de Manacor.
Por un lado están las fechas en las que se juega el torneo. En noviembre, los tenistas suelen llegar cansados y el balear ha sido uno de los grandes perjudicados en este aspecto. Nadal ha sufrido físicamente durante toda su carrera y siempre que ha jugado en Bercy ha llegado muy justo, debido a la tremenda exigencia del calendario.
Rafa Nadal durante su partido de segunda ronda en París-Bercy
Y por el otro está su particular maldición. Siempre que Nadal llegó a las últimas rondas de este torneo, el balear padeció contratiempos inesperados que le imposibilitaron ganar este torneo. La más reciente fue una lesión abdominal en la temporada 2019 que le obligó a retirarse justo antes de disputar el partido de semifinales ante el canadiense Denis Shapovalov.
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