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06 de mayo de 2024

Alcaraz abandonó Australia tras su derrota ante Zverev

Alcaraz vuelve a las pistas en Argentina tras su derrota en AustraliaEFE

Carlos Alcaraz y una vuelta a las pistas con la ilusión de recuperar el gen ganador

La dolorosa eliminación ante Alexander Zverev en los cuartos de final del Open de Australia, una que ocurrió con todo merecimiento, sembró dudas sobre la temporada, recién comenzada, de Carlos Alcaraz. El murciano, que sufrió un bajón de rendimiento en la segunda mitad del pasado curso, abría esta temporada con muchas ilusiones y esperanzas. Australia fue un duro golpe de realidad.
Pero, lejos de desanimarse, el murciano ha usado esa derrota de combustible. Un pequeño parón para despejar la mente, reconsiderar ideas, buscar nuevos enfoques en la forma de juego y prepararse para lo que se viene. Una de las razones del bajón de Alcaraz el año pasado fue el agotamiento por la acumulación de partidos. Este año va a seleccionar mucho mejor qué torneos jugar y qué batallas competir.
20 días después de su caída en Australia, Alcaraz vuelve a las pistas para encauzarse en una gira por Iberoamérica que le trae buenos recuerdos. El Open de Buenos Aires, en Argentina –donde ha debutado con victoria–, y posteriormente el de Río de Janeiro, en Brasil. Dos torneos que se disputa en tierra batida, alejándose de la pista dura que le penalizó en su derrota ante Zverev en tierras oceánicas.
Estos torneos le traen buenos recuerdos a Carlos porque el año pasado los compitió y se quedó a punto de hacer pleno: en Argentina ganó, y en Río quedó subcampeón después de que el británico Cameron Norrie –precisamente su víctima en Buenos Aires– le remontara. Aunque en tierras brasileñas ya conocía la victoria, cuando en 2022 venció al argentino Diego Schwatzman. Por tanto, dos competiciones en las que conoce la victoria, donde parte como favorito y que pueden servir de perfecto trampolín para lo que se viene.

La exigencia del calendario

Como se ha dicho antes, lo habitual en la –todavía– joven carrera de Alcaraz es empezar los años como un tiro y luego ir desinflándose conforme transcurren los meses. De los 13 torneos que ha ganado el murciano en su carrera, nueve han llegado en la primera mitad del año. Tan solo su victoria en el Open de Umag, el primer torneo de su carrera, que fue en julio, los dos Grand Slam que ha vencido, Wimbledon en julio y Estados Unidos en septiembre, y las NextGen ATP Finals, de noviembre, llegaron a partir de junio.
Carlos Alcaraz no pudo con el alemán Alexander Zverev en los cuartos de final de Australia

Carlos Alcaraz no pudo con el alemán Alexander Zverev en los cuartos de final de AustraliaAFP

Estamos, por tanto, en el tramo ganador de Alcaraz, que querrá prolongar esas sensaciones en Argentina y Brasil, en estas dos semanas consecutivas. Tras eso, lo más normal sería que se volviera a tomar unos días de descanso y regresara a la competición el 18 de marzo para la disputa del Masters 1000 de Miami. A partir de ahí será un no parar: Barcelona, Madrid, Roma, Roland Garros, Wimbledon y Juegos Olímpicos. Una consecución de torneos en la que Carlos tiene muchas esperanzas y el objetivo de hacer algo grande.

Recuperar el gen ganador

Desde que venció Wimbledon el pasado 16 de julio, derrotando a Novak Djokovic en una final para la historia, poniendo el mundo del tenis a sus pies y postulándose como el gran dominador y la llegada de la nueva era, Alcaraz no ha vuelto a vencer ningún torneo.
No es un drama, no se han jugado tantísimos y no dejan de ser unos pocos meses, pero la realidad choca con la narrativa que se impuso. Por eso, para Carlos es importante retomar la senda de la victoria, sentir que no se está quedando atrás y que las posibilidades siguen ahí. Incluso en torneos de menor enjundia, como son estos de Buenos Aires y Río, Alcaraz se juega mucho. No es ganar el torneo, es recuperar la confianza.
Como preparación para lo que se viene, ese tramo infernal descrito con anterioridad, es importante que Alcaraz llegue en forma física y emocionalmente. Todavía, aunque cueste creerlo, solo tiene 20 años y los bajones de rendimiento a esta edad son de lo más usuales. Que sea un bache y no una carretera continua es el próximo objetivo del tenista español.
Más de medio año después, Alcaraz vuelve a la caza de un título. Lo malo del mundo del deporte es que no espera a nadie, relativiza las victorias y magnifica las derrotas; lo bueno, que da muchas oportunidades. Y con casi la totalidad de su carrera todavía por delante, a Carlos le quedan cientos y cientos de torneos por disputar, con el objetivo de seguir haciendo historia.
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