El dopaje deja en mal lugar al tenis: los dos campeones de Wimbledon fueron sancionados el año pasado

La temporada 2024 fue bastante oscura para el tenis porque dos de las caras más visibles del deporte, Jannik Sinner e Iga Swiatek, dieron positivo por dopaje. El más sonado fue el del tenista italiano, número 1 del mundo en el ranking ATP, pero también destacó el de la jugadora polaca, que lideró la clasificación de la WTA gran parte de ese año y además fue campeona de Roland Garros.

Sin embargo, durante la temporada ambos jugadores dieron positivo por dopaje. El primer caso lo vivió Sinner, que en marzo de 2024, durante Indian Wells, se le encontró clostebol en su cuerpo, una sustancia prohibida que se utilizó entre los años 60 y 80 para aumentar el rendimiento físico. En particular, su uso produce un aumento de la masa y fuerza muscular y reduce el tiempo de recuperación de los músculos tras un esfuerzo. Además, favorece la producción de glóbulos rojos.

A diferencia de como se han tratado otros casos de dopaje, con Sinner el trato fue distinto. La Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) aceptó su versión de que se había intoxicado por una crema que contenía esa sustancia y que había utilizado su fisioterapeuta –al que terminó despidiendo– y únicamente le restó los puntos logrados en el torneo disputado en el torneo californiano.

Después entró la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de oficio llegando a proponer una sanción de hasta dos años, pero en cuanto se acercó el juicio llegaron a un acuerdo para sancionar 'a la carta' al italiano, que aceptó tres meses sin jugar, sin perderse ningún Grand Slam y que esta temporada ya ha ganado el Open de Australia y Wimbledon, algo que tiene en pie de guerra a parte de los aficionados al tenis y que también molesta a algunos jugadores.

La sanción a Swiatek

Similar fue lo que ocurrió con Iga Swiatek. La ganadora de seis majors aceptó una suspensión de un mes tras dar positivo el pasado 12 de agosto, en un control fuera de competición, por la sustancia prohibida trimetazidina (TMZ). Dicha sanción fue impuesta por la ITIA y aquí, al no ser tan sonado, la AMA no entró de oficio. La sustancia en la que dio positivo la polaca es un fármaco utilizado normalmente como medicamento para el corazón por su capacidad para aumentar el flujo sanguíneo.

La ITIA impuso la sanción de tan solo un mes después de dictaminar que el nivel de culpa de Swiatek se situaba en el extremo inferior de la escala, concretamente en «Ausencia de culpa o negligencias significativas». Como resultado de la investigación, se descubrió que el origen de la concentración increíblemente baja de trimetazidina en uno de los controles antidopaje era una contaminación por trazas de esta sustancia durante la fabricación de otro medicamento, un agente de melatonina popular entre los atletas para ayudarles a conciliar el sueño durante los periodos de cambios de huso horario, recomendado a la jugadora por su médico.

Ahora, una vez que ambos jugadores han zanjado el tema del dopaje, se han hecho grandes en Wimbledon, convirtiéndose por primera vez en campeones. Es cierto que han recibido sanciones irrisorias, pero en ambos casos se ha creído en su versión y no queda más remedio que aceptarlo, pues son las normas, aunque da la sensación de que no son iguales para todos.

Son muchos los tenistas que han sufrido grandes sanciones por dopajes involuntarios, o al menos esa era su versión, sin que nadie les rebajara la pena. Son los casos de Sharapova, Halep, Yastremska, Majchrzak, Brooksby, Mikael Ymer o Jarry. Con Sinner y Swiatek el trato ha sido diferente y ahora se llevan el premio en Wimbledon, algo que ha generado mucha polémica y a lo que ya ha reaccionado Kyrgios: «Wimby terminó responde con 1 palabra sobre cómo nos sentimos al respecto», dijo para pedir que la gente respondiese con: «Dopaje».