El reto de Alcaraz en Turín: ganar el torneo aciago de Nadal y recuperar el número uno en territorio hostil

La temporada 2025 de la ATP llegará a su fin, de manera oficial (sin contar la Copa Davis) el próximo domingo 16 de noviembre. Y lo hará en el Inalpi Arena de Turín, un lugar en el que está en juego el número uno del mundo y que acogerá durante una semana las Nitto ATP Finals.

Carlos Alcaraz es uno de los ocho tenistas que participarán en este torneo y el murciano sabe mejor que nadie lo que debe de hacer en tierras italianas si quiere llevarse a El Palmar dos trofeos: la Copa de Maestros y el trofeo que le acreditará como el mejor tenista del año y que entrega la ATP al jugador que acaba la temporada como número uno del mundo.

El murciano llega a la cita de Turín con algunas dudas después de caer derrotado a las primeras de cambio en París, un torneo en el que podría haber certificado matemáticamente el número uno del mundo si hubiera llegado (como mínimo) a la final del torneo que se disputó en La Défense Arena de la capital gala.

Pero su tempranera derrota ante Cameron Norrie le pasó factura. El murciano perdió 50 puntos en su casillero particular y la victoria final de Jannik Sinner en París le relegó a la segunda posición del ranking ATP.

Por eso mismo, la Copa de Maestros, un torneo que Rafa Nadal, uno de los mejores tenistas de la historia, nunca pudo ganar, se antoja vital para Alcaraz. El murciano depende de sí mismo para acabar el año como número uno del mundo y está obligado a sumar más de 450 puntos para poder recuperar ese privilegio.

El campeón invicto del torneo sumará 1.500 y Carlitos sabe perfectamente lo que tiene que hacer. Cada victoria en la fase de grupos, en la que jugará contra Novak Djokovic, Taylor Fritz y Alex de Miñaur, le dará 200 puntos. Si gana los tres compromisos, Alcaraz pasará con total seguridad a semifinales y sumará 600 puntos. Y todo lo que venga después será bienvenido.

Eso sí, el murciano no lo tendrá nada fácil. En primer lugar, la Copa de Maestros se juega en indoor, una superficie en la que no se siente del todo cómodo y en la que, hasta la fecha, no ha sido capaz de desplegar su mejor tenis. Y luego sus rivales no son los más idóneos. Djokovic, Fritz y De Miñaur se desenvuelven de maravilla en pista cubierta y tratarán de ponerle las cosas complicadas al actual número dos del mundo.

Con 67 victorias y solo 7 derrotas en 2025, encara uno de los retos más complicados para un tenista. Por la dificultad que encarna el enfrentarse a los mejores, por la modalidad de la fase de grupos y por la fecha en el calendario, situado en la recta final.

Solo existen dos precedentes de campeones españoles. Y Rafael Nadal no fue uno de ellos. Fue siempre su gran cuenta pendiente. A los 22 grandes, dos medallas olímpicas de oro y cinco Copas Davis, nunca pudo añadir un trofeo que Djokovic alzó siete veces y Federer, seis. Las lesiones y el tipo de pista, cubierta y dura, mermaron sus posibilidades. Fue finalista en 2010 y 2013, sus mejores resultados en diez participaciones.

Los referentes de Alcaraz en este sentido son, por tanto, Manuel Orantes, campeón en 1976 al ganar al polaco Wojtek Fibak, y Alex Corretja, con el que actualmente mantiene una gran relación, que ganó en 1998 a Carlos Moyá, en una final completamente española.

Pudo España sumar dos títulos más, pero ambos cayeron en la final. Fueron, curiosamente, el actual entrenador del murciano, Juan Carlos Ferrero (2002) y su capitán para la Copa Davis, David Ferrer (2007).

En caso de ganar en Turín, Alcaraz podría embolsarse más de 5 millones de dólares si lo hace sin perder un solo partido.

«Este es uno de los mejores torneos que tenemos en la gira. Estoy muy motivado, más aún sabiendo que está ahí la lucha por el número uno. Me encuentro bastante bien. Físicamente vamos mejorando, sobre todo el tema del tobillo; cada vez me voy encontrando muchísimo mejor, más tranquilo y libre en los movimientos en pista. Y de todo lo demás, cuidándonos lo máximo posible para intentar llegar a este torneo y a la Davis con garantías de al menos poder sentirme bien en pista y con confianza tenísticamente, ya que me veo en los entrenamientos jugando un buen tenis», explicó Alcaraz en la previa de las ATP Finals.