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26 de abril de 2024

Central nuclear Almaraz I

Central nuclear Almaraz IForo Nuclear

Crisis energética

El cierre temporal de dos nucleares adelanta un invierno con la luz por las nubes

Dos de los siete reactores nucleares españoles coincidirán cerrados a lo largo de las primeras semanas del invierno. Este cese de actividad deberá ser suplido por centrales de ciclo combinado, en plena espiral alcista del gas

Cofrentes (Valencia) y Almaraz I (Cáceres), dos de los siete reactores nucleares que mantiene abiertos España, coincidirán cerrados durante cuatro semanas. Ambas centrales, se encuentran en plena recarga de combustible y, por lo tanto, dejarán de estar productivas durante 36 y 37 días, respectivamente. Este cese de producción se une al acometido por Ascó I (Tarragona), que el próximo 19 de noviembre reanudará su actividad después de 34 días de recarga.
Estas interrupciones se producen en plena escalada de los precios de la electricidad y han supuesto un repunte del pool, que este martes llegará a alcanzar los 250 euros MWh entre las 21:00 y 22:00 horas, marcando su segundo nivel más alto del mes de noviembre.
El cierre temporal de los reactores traslada la presión de la generación de energía a las centrales de ciclo combinado, que se alimentan de gas, ahora en precios máximos, lo que finalmente se traslada al precio que marca el mercado mayorista.
Un encarecimiento que amenaza con acentuarse durante las próximas semanas. Del 21 de noviembre al 17 de diciembre, dos de las centrales con mayor potencia eléctrica de España coincidirán cerradas de manera simultanea.
En concreto, Cofrentes tiene una capacidad de 1.092,02 MW, por su parte, el reactor de Almaraz I alcanza los 1049,10 MW.
Ambas suman el 29 % de la potencia eléctrica instalada del total de las centrales españolas, que durante 26 días dejará de estar disponible. Casi un mes en el que otras centrales de ciclo combinado deberán hacer un sobreesfuerzo, necesitando una mayor cantidad de gas –materia prima de la que se alimentan– para llegar al objetivo marcado.
De hecho, a lo largo de esta semana se podrá comprobar una pequeña muestra del impacto que el cierre de recarga en Cáceres y Valencia tendrá sobre el recibo de la luz.
El pasado 12 de noviembre el reactor de Cofrentes comenzó su parón previsto de recarga coincidiendo con el cierre de Ascó I, que reanudará su actividad el próximo viernes. Durante los últimos dos días el precio medio del pool se ha encarecido más de 20 euros, hasta rozar los 195 euros a los que se llegará a lo largo de este martes.
El cierre programado de Ascó, Cofrentes y Almaraz, se produce en pleno debate sobre el futuro de la energía nuclear. Varios partidos de la oposición han exigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un replanteamiento de la estrategia nuclear en España.

Entre 2027 y 2035 cerrarán todas las centrales

Los siete reactores con los que cuenta nuestro país irán cerrando durante los próximos años. Está previsto que entre 2027 y 2035 no quede ninguna central nuclear operativa.
Una estrategia que choca con los planes de Francia, principal productor de Europa, que la pasada semana aprobó la apertura de nuevos reactores para garantizar su independencia energética.
Desde el Gobierno no se plantean un cambio en la política energética. El pasado lunes, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, afirmó que ninguna empresa del sector ha solicitado reabrir el debate nuclear.
En declaraciones a los medios, Ribera aseguro que «ningún grupo empresarial español está dispuesto» a abrir un nuevo ciclo de centrales nucleares de 40 años de duración.
Además, la vicepresidenta tercera afirmó que el calendario de «cierre progresivo» pactado entre los propietarios de las centrales nucleares «fija un calendario razonable que da holgura para la transformación del sistema energético».
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