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30 de abril de 2024

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia CalviñoEFE

Previsiones

Ningún organismo respalda el optimismo económico de Calviño

El Ejecutivo diseñó un cuadro macro que no ha sido respaldado por ni uno solo de los organismos nacionales e internacionales. A punto de cerrar 2021, la realidad de la economía amenaza con obligar a Moncloa a no ejecutar parte del gasto previsto para 2022

Desde que el Gobierno diseñó el cuadro macroeconómico sobre el que construyó los presupuestos para 2022, no ha dejado de ser desautorizado por una lluvia de previsiones a la baja que han emitido los principales organismos nacionales e internacionales.
El pasado miércoles, la OCDE rebajaba sus pronósticos sobre el crecimiento de la economía española. La institución prevé que nuestro país crecerá al 4,5 % este año y al 5,5 % en 2022. Se trata de cifras muy alejadas del incremento del 6,5 % del PIB con el que el Ejecutivo espera cerrar el 2021, y del 7 % el año que viene.
Las previsiones del Gobierno, que el gobernador del Banco de España ha calificado como «optimistas», no contaban con varios ‘imprevistos’ a los que la economía se ha tenido que enfrentar durante los últimos meses. Quizá el más grave, sea el alza disparada de un IPC que podría cerrar noviembre en el 5,6 %, y que no sólo supone una traba para la recuperación del turismo, sino un enorme agujero para las cuentas públicas del año que viene. El departamento que dirige el ministro José Manuel Escrivá, deberá desembolsar una enorme cantidad extraordinaria producto del aumento de las pensiones ligadas a la inflación.
El Ejecutivo, tampoco previno el impacto que la nueva variante ómicron podría tener en un turismo que comenzaba a recuperarse gracias a auge que durante los últimos meses ha experimentado el business travel.
En contra, el ministerio de Economía, confía toda la recuperación al buen comportamiento del mercado laboral, que el jueves marcó un nuevo récord al registrar su mejor mes de noviembre desde 2008. Sin embargo, el encarecimiento de productos básicos y el rebote de los precios de la energía han restado todo el impacto que el repunte de la afiliación a la seguridad social ha firmado durante los últimos meses.
La falta de prevención y el excesivo optimismo del Gobierno, ha sido evidenciado por varios organismos más. La propia Comisión Europea hundió las entusiastas cifras de Moncloa el pasado 11 de noviembre, cuando señaló a España como uno de los últimos países de la eurozona en recuperar el ritmo prepandemia.

La Comisión Europea hundió cifras de Moncloa el pasado 11 de noviembre

En concreto, el Ejecutivo europeo alertó de que España crecería al 4,6 % este año, al 5,5 % en 2022 y al 4,4 % en 2023, el año –según señala el departamento de presidido por Ursula von der Leyen– en el que por fin recuperaremos el terreno perdido por la crisis de la covid.
En España, ningún organismo público o privado ha corroborado las cifras de Nadia Calviño. Funcas enfrió los ánimos del gabinete de Sánchez hace unas semanas al rebajar 1,4 puntos sus previsiones iniciales. La Fundación de Cajas de Ahorro se sumaba al baño de realismo económico que BBVA Rearch, CaixaBank, el Consejo General de Economistas, el Banco de España, el propio INE o el FMI ya había arrojado sobre el Gobierno con anterioridad.
Aun así, desde la cartera de Economía no se han planteado revisar sus cifras, ya que sería una manera de reconocer que los cálculos sobre los que se esbozaron las medidas expansivas que incluyen los presupuestos, son insuficientes, y que por lo tanto muchas de las partidas que incluyen las cuentas para 2022 no podrán ser finalmente ejecutadas. 
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