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26 de abril de 2024

Pedro Sánchez en una comparecencia

El sistema de gratificaciones del Gobierno de Pedro Sánchez no tiene un sentido claro Efe

Cuentas del Estado

Otro despilfarro: 1.386 millones de euros para gratificaciones de empleados públicos

No tiene sentido que los trabajadores de Justicia reciban el 0,71 % de las compensaciones y los de Igualdad y Consumo el 11 %

Los Presupuestos Generales del Estado para 2022 contemplan la nada despreciable cifra de 1.386 millones de euros para gratificar a los trabajadores de la Administración del Estado, lo cual supone una gratificación del casi 6 % de los gastos de personal.
Estamos ante una Administración Central que va a tener que pagar en el 2022 la extraordinaria cifra de 23.299 millones de euros en gastos de personal, pero esa cifra lleva oculta la nada despreciable cifra 1.386 millones de euros de libre disposición de los diferentes ministerios para pagar a sus funcionarios.
Por más que investigo, no encuentro en ningún lugar el criterio que se sigue para fijar estas retribuciones, y tampoco para definir con qué criterios se reparten dichas gratificaciones.
Este Gobierno no sé si tiene una estrategia de lo que quiere para España o carece de ella, pero lo que sí tengo muy claro, analizando los números que vamos a ver a continuación, es que no tiene una política de recursos humanos para la Administración Central del Estado. A su vez, los sindicatos de la Administración carecen de cualquier tipo de conocimiento, no defienden los intereses de los empleados públicos y permiten las desigualdades que se producen en el reparto de las gratificaciones.
El listado

El listado

Es absolutamente intolerable desde el punto de vista de una política de recursos humanos que los empleados públicos del Ministerio de Justicia sean los parias en el reparto de las gratificaciones: sólo un 0,71 %, mientras que los empleados públicos de los ministerios de Igualdad y de Consumo se llevan más del 11 % en gratificaciones o incentivos.
Es increíble que los empleados del Ministerio de Hacienda, que ya hemos visto que su único interés es recaudar a costa de lo que sea, incluso de que su Ministerio tenga que dotar una partida de 500 millones de euros para demandas ganadas por los contribuyentes, se lleven un 10,21 % y 138 millones de euros en gratificaciones y sus compañeros de carrera en el Ministerio de Educación el 1,05 %. Además estos últimos vuelven a ser denostados contra los empleados del ministerio de Universidades, que se llevan el 7,04 %.
Aterroriza ver que los trabajadores del Ministerio de Presidencia, incluidos los que trabajan en La Moncloa, se lleven el 8,05 % en gratificaciones, mientras que los que están por el mundo y representan a España desde el Ministerio de Asuntos Exteriores se llevan el 1,45 %.
Cuando ves estas desigualdades, esta falta de criterio a la hora de fijar el importe de los incentivos o gratificaciones, cuando ves que todo se hace sin pensar, cuando no existe una coherencia entre los diferentes ministerios; cuando observas que todo funciona simplemente porque tiene una inercia y porque hay gente que, a pesar de todo, acude todos los días a su puesto de trabajo e intenta hacer algo, cuando ves que nada tiene sentido y nadie le pone sentido común a la hora de gastar, es cuando más hay descubrir los grandes mandamientos ante los que nos encontramos:
1) Se gasta por gastar.
2) Gastar es bueno aunque lo que se gaste no sirva para nada.
3) El gasto es necesario.
4) Lo único que da poder es gastar cuanto más mejor.
5) Políticamente el ahorro es contraproducente.
6) Si no gasto, no sirvo para nada.
7) Gastar mal no importa: lo que importa es gastar.
8) Gasta y no lo pienses más.
9) Si gasto mucho me deben favores; si gasto poco soy un inútil.
10) Gasto para existir.
Estos diez mandamientos del gasto, que se reparten a todos los políticos nada más llegar al Gobierno, se resumen en un solo mandamiento: lo único importante es gastar.
No queda otro remedio que denunciar diariamente el despilfarro de las finanzas públicas, el mal uso del dinero de los españoles, la corruptela del reparto de las gratificaciones por criterios desconocidos, y a los que permiten que esto suceda.
Ya basta. Basta ya de que los ministros de este Gobierno usen los dineros de los españoles para su uso partidista. Basta ya que el presidente del Gobierno sea el que fomente este tipo de actuaciones entre sus ministros, a sabiendas o por desconocimiento. Basta ya de que los grupos parlamentarios, con sus ingentes cantidades de dinero para tener asesores (muchos asesores), no estudien los Presupuestos Generales del Estado hasta llegar a esta información y estar todos los días del año acusando a los responsables del despilfarro de las finanzas públicas.
Basta ya. Ya basta que sean muy pocos los medios de comunicación que denuncian todos los días este mal uso de los caudales públicos. Ya basta de medios de comunicación comprados con dinero de los impuestos que pagamos todos.
Con este sistema de gratificaciones estamos despilfarrando 1.386 millones de euros, porque está claro que este dinero no se usa para incentivar la productividad, sino para pagar prebendas desde los ministerios correspondientes.
Gracias a El Debate por abanderar este tipo de información que nos hace libres al menos de saber lo que hacen con nuestros impuestos. 
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