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26 de abril de 2024

Imagen de Mercabarna, donde ayer se alertó de la ausencia de algunos productos por la huelga del transporte.

Imagen de Mercabarna, donde ayer se alertó de la ausencia de algunos productos por la huelga del transporte.EFE/Quique García

Piquetes

La huelga de transportistas enciende a las empresas, los consumidores y a su propio sector

Los organizadores no se echan atrás, aunque sus propios compañeros les piden que lo hagan

Las principales asociaciones empresariales de productos de gran consumo llevan varios días en pie de guerra ante lo que consideran una agresión intolerable a su negocio. Si la inflación o la invasión de Ucrania ya les estaban pasando una factura considerable, la nueva piedra añadida por los transportistas que siguen la huelga les pone en una situación cada vez más insostenible. Ya son varias las compañías e industrias que han dicho que tendrán que cerrar si el panorama sigue igual, y mientras tanto los organizadores dicen que no van a dar ni un paso atrás.
Los representantes de la minoritaria Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte, los organizadores, han dicho que no pararán hasta que la ministra Raquel Sánchez se reúna con ellos y se resuelvan sus problemas. Desde la asociación mayoritaria, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), entienden en cierto modo que se haya llegado a esta situación, pero no apoyan para nada el modo de afrontarla: «Hay transportistas que quieren trabajar y no se les deja. Se les pinchan las ruedas, se les rompen lonas, se les amenaza... Esta no puede ser la forma de actuar frente a los problemas», señala José María Quijano, su secretario general.
Quijano recuerda que los transportistas llevan tiempo pasándolo muy mal, con subidas constantes en los precios del combustible. Esta circunstancia ha contribuido a dar origen a la Plataforma de Defensa del Sector. Pero incide en que en diciembre, como consecuencia de las negociaciones entre el Comité Nacional de Transporte y el Ministerio, el Gobierno tomó algunas medidas positivas que ayer se aprobaron y convalidaron con un real decreto ley: «Medidas reglamentarias y regulatorias contra problemas crónicos como los asociados con la carga y descarga o la adecuación de los precios de los servicios de transporte a las subidas de los precios del combustible. Esto último es más sencillo hacerlo en situaciones de normalidad, pero es más complicado en momentos excepcionales como el actual, en los que el combustible ha llegado a subir en un día hasta 19 céntimos».
Quijano piensa que en momentos excepcionales como el actual, el Gobierno debe tomar medidas excepcionales, como están haciendo otros países. El Gobierno francés asumirá 15 céntimos por cada litro de combustible. El portugués subvencionará 40 céntimos por cada litro. «Hay que estabilizar los precios del mercado, y eso solo puede hacerlo el Gobierno de la mano de la Comisión Europea. Lo que no entendemos es por qué el Gobierno tarda tanto en actuar», señala el secretario general de CETM.
A pesar de estas lamentaciones, Quijano resalta que se hayan conseguido acuerdos, y piensa que deben ponerse en valor: «Hay que continuar trabajando para que el sector pueda sobrevivir. Con este paro se deteriorarán aún más las cuentas de las empresas, que en su mayor parte son pequeñas y medianas».

Interior toma medidas ante una situación crítica

Los problemas están siendo especialmente preocupantes en los puntos de distribución de los alimentos frescos. Los piquetes son muy violentos en lonjas, puertos y mercados. En Andalucía, Levante o Murcia se ven escenas complicadas: convoyes saliendo escoltados desde las plataformas logísticas, por ejemplo. En lugares como la lonja de Celeiro (Lugo) almacenan 80 toneladas de pescado sin vender por la huelga del transporte. A pesar de este panorama, desde la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) niegan que pueda hablarse de desabastecimiento, pero sí puede hacerse de problemas en la reposición de los productos frescos.
En esta asociación señalan que la cadena de valor agroalimentaria ha sido capaz de superar situaciones muy complicadas en los dos últimos años: «Tenemos mucho trabajo para resolver los problemas relacionados con la pandemia y la invasión de Ucrania; estamos como para que nos salga otro problema más», lamentan.
Por este motivo piden a Interior que actúe. Desde El Debate hemos preguntado al Ministerio qué medidas tienen pensadas. Según indican, «las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad llevan actuando desde el primer momento con un triple objetivo: garantizar el suministro de bienes de primera necesidad, el funcionamiento de los servicios esenciales y el derecho al trabajo de la mayoría de transportistas que no secundan el paro ilegal». Al menos en el último aspecto no se percibe que estén actuando del todo bien.
Desde el miércoles han puesto en funcionamiento un Centro de Seguimiento y Coordinación que se reúne tres veces al día (a las 9, 14 y 19.30). Lo preside el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, aunque el del miércoles lo presidió el ministro, Fernando Grande-Marlaska. En él participan mandos de la Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d'Esquadra, Ertzainza y Policía Foral de Navarra; también representantes de la Vicepresidencia Tercera del Ministerio de Transición Ecológica, Ministerio Agricultura, Política Territorial y Transportes.
Además, este miércoles la Secretaría de Estado de Seguridad comunicó a todas las delegaciones del Gobierno que reforzaran «todos los dispositivos policiales encomendados a esta tarea, y que están actuando organizando y asegurando convoyes de transportistas de bienes de primera necesidad, patrullando y dotando de seguridad a las plataformas logísticas por toda España, actuando en todo los puntos de la red vial donde se producen incidentes, y actuando e identificando a todos los piqueteros que participan en actos ilícitos».
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