El estadounidense Todd Boehly tendrá la difícil tarea de sustituir a Abramovich al frente del Chelsea
Eldrige Industries
¿Quién es Todd Boehly? Así es el nuevo oligarca 'yankee' dueño del Chelsea
Nieto de emigrantes alemanes, tendrá el reto de sustituir a Roman Abramovich en el exclusivo distrito londinense
Uno de los barrios más distinguidos de Londres cuenta desde hace unos días con un vecino célebre. Uno más para añadir a los Eric Clapton, Mick Jagger o Mark Knoplfler que alguna vez vivieron en los límites del Támesis.
Su nombre es Todd Boehly y, aunque todavía no tiene vivienda oficial en Londres, el gobierno británico ya ha dado el visto bueno a que sea el sustituto de Roman Abramovich al frente del Chelsea FC.
Todd Boehly saluda al español César Azpilicueta, capitán del Chelsea
Boehly y Abramovich se conocieron en 2018. Entonces, el empresario norteamericano quiso hacerse con el equipo mediante el pago de 2.500 millones de euros. Una buena oferta que rechazó el magnate ruso que siempre ha mostrado un cariño especial por uno de sus negocios más inestables.
Invertir en un equipo de fútbol no garantiza rentabilidad. Las grandes fortunas que entran en el deporte lo hacen por el impacto social y mediático que supone. Red Bull lleva años patrocinando a varios equipos por todo el mundo. Red Bull Salzburgo, RB Leizpig, New York Red Bull y el Red Bull Bragantino de la liga brasileña.
Según Forbes, la fortuna de Todd Boehly esta valorada en 4.200 millones de euros. Al Chelsea ha destinado 5.000 millones de euros y 3.000 son únicamente para comprar el club. La mayor inversión de la historia de este deporte.
En su nuevo reto le acompañan más empresas que han evitado la descapitalización de Boehly. El consorcio lo forman el fondo de inversión de California Clearlake Capital, otro fondo suizo llamado Hanjborg Wyss, el multimillonario y amigo personal de Boehly, Mark Walter y el empresario británico Jonathan Goldstein, CEO de Cain International.
La salida de Abramovich dejó en el Chelsea un agujero de 1.8000 millones de euros que el propio magnate ruso dijo que no tenía pensado cobrar. Aunque la invasión de Rusia en Ucrania haya generado un rechazo social a todo lo que lleve implícito a este país, los aficionados del club inglés tienen un recuerdo imborrable del mejor dueño que han tenido nunca.
Roman Abramovich en el palco del Chelsea
Boehly se pone al frente de una máquina de endeudarse y, a la vez, de un equipo de referencia en Europa que ha ganado dos Ligas de Campeones, dos Europa League o cinco Premier League en los últimos años.
El gasto en fichajes ha llegado a mil millones de euros entre 2003 y 2022 con nombres tan sonados como los del portero Kepa Arrizabalaga (80 millones de euros), Morata (70) o Torres (60).
Boehly creó su imperio Eldrige Industries en 2015 para invertir en seguros, crédito, tecnología, bienes raíces, medios de comunicación, consumo y deportes. Precisamente los deportes son los que han dado más fama y menos dinero al empresario.
Es propietario del 27 % del equipo de baloncesto de Los Ángeles Lakers y del 20 % de Los Ángeles Dodgers, el equipo de béisbol de la ciudad. También es copropietario del equipo de baloncesto femenino Los Ángeles Sparks.
El caso del equipo de béisbol es el que deja una pista importante sobre su inversión en el Chelsea. En 2012 pagó 2.000 millones de dólares y 10 años después ha conseguido que jueguen tres finales y el campeonato de 2020 que no ganaban desde 1980. Además, Boehly tiene en su mano la nómina más elevada de peloteros de la liga.
Bruce Springsteen
Este deportista de lucha libre ganador de los campeonatos en 1990 y 1991 ya pisó Londres para completar su formación en la Escuela de Economía de la capital británica. Después trabajó en Citibank y en Credit Suisse.
Boehly compró el Chelsea a la vez que era nombrado director ejecutivo de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood por sus inversiones en medios de comunicación de temática musical que tienen como punta de lanza el catalogo de Bruce Springsteen y The Killers que pagó junto a Sony por 500 millones de dólares.
El reto del nuevo oligarca del Chelsea es también reformar el viejo Stamford Bridge para que llegue a 65.000 espectadores y mantener al club inglés en la misma élite que lo dejó Abramovich.
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