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26 de abril de 2024

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro SánchezEFE / Luis G Morera

Análisis económico

Sánchez deja de invertir 6.242 millones de euros a pesar de que tenía presupuesto

Podría haber supuesto entre 1.500 y 2.000 millones de valor agregado que hubiesen revertido en el PIB

Todo el mundo entiende que, si digo que el Gobierno de España funciona como el ejército de Pancho Villa, me estoy metiendo con Pancho Villa y su ejército, que eran un desastre de organización y fueron famosos por atacar todos a una, pero sin un sentido de la organización.
En un ejército, antes la caballería ahora los tanques, cumplen una misión, la infantería otra, el ejército del aire una muy diferente y, por supuesto, la artillería tiene que machacar las defensas de los enemigos antes de mandar a la infantería.
El ejército de Pancho Villa funcionó como el Gobierno de Sánchez.
Cada vez que el jefe tiene una idea, en general, una para despistar y crear cortinas de humo, todos se ponen a repetir como papagayos la misma idea, el mismo mensaje para ver si así los enemigos, en este caso los españoles, nos lo creemos.
Pero mientras hacen de papagayos, los ministros, los secretarios de Estado, los subsecretarios, y hasta los directores generales, dejan de hacer su trabajo.
Todos ellos han olvidado que les pagamos con nuestros impuestos para que hagan cosas, no que digan cosas y repitan el mensaje a todos los medios de comunicación, para que a su vez estos coloquen en primera plana los mismos mensajes que genera el jefe en Moncloa.
Esta introducción sirve para hablar de algo que me parece muy significativo, que son las Inversiones Reales: el capítulo 6 de los Presupuestos Generales del Estado.
En un Presupuesto consolidado de la Administración Central del Estado, con los Organismos Autónomos y la Seguridad Social, que suman 380.000 millones de euros, la partida para Inversiones Reales es una miseria, pues solo suma 18.945 millones y es menos del 5 % del Presupuesto total.
Que el Estado gaste 380.000 millones y de esos solo dedique el 5 % a generar riqueza y valor en la economía, es una auténtica barrabasada, pero si resulta que a la hora de ejecutar los presupuestos estos no se ejecutan en su totalidad, entonces lo que hay es una auténtica nulidad en la gestión.
La Intervención General de la Administración del Estado ha publicado los resultados reales entre presupuesto y ejecución en esta partida, y resulta que, de los 18.945 millones de euros, solo se han ejecutado 12.703 en el año 2021; es decir: ha dejado sin ejecutar el 37 %, que equivale a 6.241 millones de euros.
La IGAE nos dice que la Administración General del Estado tenía un presupuesto de 8.223 millones de euros y consigue ejecutar el 89,5 %. Por lo tanto, deja de realizar inversiones por valor de 865 millones. Peor es todavía lo que realizan los Organismos Autónomos que dependen de los ministerios correspondientes. Se les dota de un presupuesto de 1.615 millones y solo son capaces de poner en marcha proyectos por valor de 923 millones, cumpliendo solo el 57 % del presupuesto y dejando de llevar a la economía real 692 millones más.
Y, por último, está el Sector Público Empresarial, donde Sánchez tiene colocados a sus mejores amigos: Renfe, Adif, Correos, etc.
Estas empresas, que tienen en sus presupuestos aprobados por el Estado 9.107 millones de euros, solo son capaces de ejecutar 4.423 millones de euros, dejando de hacer inversión por importe de 4.684 millones. El Sector Público Empresarial, dirigido por auténticos amigos del jefe en Moncloa, solo llevan a la realidad el 48,6 % del presupuesto.
Estamos hablando de inversión, no de gasto. Estamos hablando desde compra de equipamiento que, a su vez, lo tiene que suministrar una empresa industrial. Estamos hablando de obras de infraestructuras, que las tiene que desarrollar una empresa de construcción con una ingeniería. No hablamos de subvencionar a una ONG para que los amiguetes chiripitifláuticos de Irenita hagan obras sexistas, o saquen fotos aunque les quiten la pierna articulada.
Solo entre Cataluña, Andalucía y lo No regionalizable se han dejado de ejecutar inversiones por valor de 4.715 millones, que suponen el 75,5 % de lo no ejecutado.
Por otro lado, Madrid se ha llevado 965 millones de más de lo que estaba presupuestado.
Madrid tenía presupuestado que entre las tres administraciones se invirtiesen 1.113 millones, y al final han invertido 2.078 millones. ¿Será que es más fácil invertir en Madrid que en Cataluña?
Ya sé que muchos de los lectores me dirán que en el fondo es una suerte que no se hayan invertido 6.241 millones más, porque con el déficit de 82.000 millones que tuvimos, si hubiésemos invertido estos millones, el déficit habría subido en esa cantidad.
El gran problema es que muchas veces el gasto, salvo para pagar salarios y gastos corrientes, no sirve para nada. No produce ningún valor a la economía porque no suma valor agregado. La Inversión, incluso la maldita del Plan E de Zapatero, sirvió más que el gasto dedicado a la Memoria Histórica o la Alianza de las Civilizaciones.
Con esto no quiero decir que las inversiones tengan que dedicarse a hacer rotondas o polideportivos que nadie usa. Lo que quiero decir es que esos 6.241 millones podrían haber supuesto entre 1.500 y 2.000 millones de valor agregado que hubiesen revertido en el PIB.
Pero la jaula de papagayos, llena de elementos multicolores, y los Organismos Autónomos, y el Sector Público Empresarial, lleno de amigos de la muerte del jefe de la Moncloa, componen un conjunto de personajes que están hundiendo a España y además muchos de ellos ni se enteran.
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