Al ministro Escrivá empieza a apretarle la corbata.
Visita de Bruselas
A los «hombres de negro» no les gusta cómo van los fondos europeos en España
Tampoco ven clara la reforma de las pensiones
Los llamados «hombres de negro» han estado en Madrid entre lunes y miércoles para reunirse con el Ministerio de la Seguridad Social, empresarios y sindicatos. El objeto de los encuentros era evaluar cómo iban las reformas de las pensiones y el despliegue de los fondos europeos. Como ya hemos publicado en El Debate, ninguno de los dos frentes va bien, y así lo han constatado.
Como ya explicábamos en nuestro artículo, a 31 de julio se habían ejecutado 4.500 millones de euros, el 15 % del total de fondos previstos para el año 2022, según publicaba la Intervención General del Estado (IGAE).
Los expertos del sector reconocen que no se sabe el destino final de los fondos, y que la burocracia está sepultando el rápido despliegue de los 140.000 millones que estaba previsto recibir de Europa.
El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, llegó a reconocer en una entrevista que publicamos que pensaba que con la actual estrategia no van a llegar a funcionar: «El sistema es perverso. Está mal diseñado. Las ayudas no llegan en los plazos previstos y se ha establecido una burocracia tan grande que las empresas y los empresarios no quieren arriesgar. Es muy significativo de la gestión de este Gobierno que salgan dos empresarios como Amancio Ortega y Juan Roig diciendo que no quieren fondos europeos: que lo que quieren es que les dejen trabajar», indicaba.
El impacto de este lento despliegue ya se está notando en la economía española. El Banco de España ya ha rebajado al 1,4 % el incremento del PIB que prevé por el desarrollo de los fondos europeos. La previsión inicial era del 3,4 %.
En cuanto a las pensiones, la Comisión Europea ya lleva tiempo expresando sus dudas sobre las reformas del ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Como se explica en el artículo que hay sobre estas líneas, la Comisión es escéptica en cuanto a que las reformas de Escrivá sean compatibles con la sostenibilidad del sistema de pensiones.
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