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29 de abril de 2024

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia CalviñoEFE

Calviño dice que los beneficios de energéticas y banca justifican los impuestos

Repsol presenta unos ingresos ordinarios récord, durante los primeros nueve meses del año. El impuesto a la banca y energéticas, sigue su camino en el Congreso

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró este jueves que el Gobierno hace lo «correcto» impulsando impuestos temporales que graven los beneficios extraordinarios de las energéticas y bancos a la luz de las «grandes cifras» de ganancias que están registrando.
En declaraciones a la prensa en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, Calviño argumentó que en el momento actual es «imprescindible» que todos «arrimen el hombro» y «muy especialmente aquellos sectores que están teniendo unos beneficios extraordinarios como consecuencia de la situación energética de los mercados energéticos internacionales o la subida de los tipos de interés».

Repsol dispara sus ingresos

Este mismo jueves, Repsol anunció un beneficio neto de 3.222 millones hasta septiembre, un 66,2 % más que en el mismo periodo del año anterior, gracias al alza de precios de los hidrocarburos, mientras que Iberdrola un día antes sus cuentas, que arrojan unas ganancias de 3.104 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 29 % más.
En el contexto de la conferencia de analistas en que presentó ayer los resultados del grupo, Ignacio Sánchez Galán avanzó que acudirán a los tribunales en caso de que finalmente se aplique el impuesto temporal y extraordinario a las grandes energéticas, que gravaría con un 1,2 % las ventas de estas compañías.
En cuanto a los bancos, Santander registró un beneficio desde enero a septiembre de 7.316 millones de euros, un 25 % más que en el mismo periodo del año precedente, mientras que Banco Sabadell ganó 709 millones en los nueve primeros meses, un 91,9 % más.
En este caso, la propuesta de PSOE y Podemos pasa por gravar un 4,8 % de los ingresos de las grandes entidades financieras que se están beneficiando de las subidas de tipos de interés adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE).
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