La Comisión Europea traslada a los estadounidenses su preocupación por uno de los proyectos estrella de la Casa Blanca
La UE se queja a EE.UU de sus trabas a la producción de vehículos eléctricos europeos
La Comisión Europea traslada a los estadounidenses su preocupación por uno de los proyectos estrella de la Casa Blanca, la Ley de Reducción de la Inflación
La Comisión Europea (CE) opina que la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense, uno de los proyectos estrella de Joe Biden, afectará negativamente a la producción de vehículos eléctricos europeos.
Con esta legislación, Washington espera destinar 400.000 millones de dólares en nuevas inversiones, centradas principalmente en impulsar la industria de la energía verde en el país y reducir las emisiones de gases contaminantes.
Pero Bruselas cree que los planes estadounidenses para impulsar el vehículo eléctrico, con créditos de impuestos a los compradores de ese tipo de automóviles, discriminan a los productores extranjeros.
Grupo de trabajo conjunto
Para abordar las diferencias, ambos entes han creado un grupo de trabajo conjunto. Así, en la primera reunión entre el gabinete de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el Ejecutivo comunitario trasladó a los estadounidenses las «preocupaciones serias» que le genera la citada ley.
«Pese a sus intenciones loables, la UE (Unión Europea) no puede sino advertir de preocupaciones serias sobre la forma de diseñar los incentivos financieros bajo esta legislación, tanto en lo que se refiere a las provisiones específicas, notablemente con su naturaleza discriminatoria, como en sus efectos cumulativos y potencialmente adversos en la industria europea», apunta el documento.
A los europeos les alarman nueve disposiciones de crédito fiscal que incluye la legislación propuesta, entre ellas para el combustible de aviación sostenible, la producción de hidrógeno limpio, la producción manufacturera avanzada o los vehículos impulsados por energía limpia.
También le preocupan los incentivos a la producción e inversiones en electricidad limpia o en combustibles limpios y a las extensiones y modificaciones de electricidad procedente de ciertas fuentes renovables.
Bruselas ha advertido a Washington de que la ley «se arriesga a causar no solo daño económico a Estados Unidos y a sus socios comerciales más cercanos», sino también «activar una carrera global a la baja en subsidios a tecnologías clave y activos para la transición verde» y «crear tensiones que podrían llevar a medidas recíprocas y de represalia».
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