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24 de abril de 2024

El economista José María Rotellar.

El economista y colaborador de El Debate José María Rotellar, en nuestra redacción

Entrevista

José María Rotellar: «En contra de lo que dice Calviño, el horizonte de la economía española es sombrío»

El economista piensa que hay datos preocupantes, y que hay que mirar la economía más a medio-largo plazo

La Universidad Francisco de Vitoria (UFV) encargó al economista José María Rotellar que pusiera en marcha un observatorio de análisis económico y ya está en marcha. Rotellar contactó con los catedráticos Pedro Schwartz y Francisco Cabrillo, los economistas Jaime García-Legaz y Gregorio Izquierdo, y formaron un equipo al que posteriormente se han unido Fernando Merry del Val y Pedro Cortiñas. Se reunirán cada tres meses, analizarán la evolución de la economía desde su perspectiva liberal y emitirán recomendaciones sobre las medidas necesarias para la buena marcha de la economía. Tras cada reunión del observatorio tendrá lugar, ese mismo día, una conferencia impartida por uno de los miembros del observatorio, de manera rotatoria. La primera la ha impartido Pedro Schwartz, analizando las perspectivas económicas de primavera.
–En la moción de censura se habló poco de economía. ¿Fue porque España no va tan mal, o se debería haber hablado más?
–En el primer informe que hemos elaborado decimos que hay ciertos indicadores parciales que en el corto plazo han podido evolucionar mejor de lo que se preveía, pero el contexto no ha mejorado y las proyecciones en el medio-largo plazo siguen siendo de desaceleración y con perspectivas de empeoramiento. Los datos más recientes de la Contabilidad Nacional Trimestral han confirmado que nuestra economía se ha desacelerado de manera muy intensa en la última parte del año 2022, que el consumo ha caído de manera importantísima y que la inversión se desacelera de manera notable. Una cuestión preocupante es que el sector exterior está empezando a aportar menos. Hay que tener en cuenta que el saldo exterior fue el que sujetó la economía española en 2022, junto con el gasto público: si la economía no ha evolucionado peor ha sido por la gran cantidad de dinero público que se ha puesto en circulación. Si analizamos el periodo del 2018 al 2023, solo el gasto de la Administración General del Estado ha crecido en unos 78.000 millones. Si se cumplen las previsiones que el Gobierno ha enviado a Bruselas, el PIB nominal habrá crecido en unos 143.000 millones, ante lo cual no parece que quede mucho margen para el crecimiento económico del sector privado. El consumo, la inversión y el sector exterior están languideciendo, y además la inflación sigue muy alta. Esto empobrece a los agentes económicos, y lo lógico es que los tipos de interés sigan subiendo. Ahora empezarán a revisarse muchas hipotecas que se quedaron fuera de las primeras alzas del euríbor. Ahí se va a notar una merma importante, que terminará afectando al consumo y al ahorro que se canaliza hacia la inversión. Prácticamente se ha agotado todo el colchón del ahorro, y además el Banco de España ha dicho recientemente que los ingresos por impuestos indirectos empezaron a caer en octubre y noviembre. Eso significa, obviamente, que hay un menor número de transacciones. El horizonte en España es bastante sombrío. Si se mira a los mercados, se ve que empiezan a apostar por una bajada de tipos a final de año. Es una mala señal, porque cuando la curva de tipos se invierte y el dinero es más caro en el corto que en el medio-largo plazo, suele señalar una recesión.
–El Banco de España decía que la economía empezaría a mejorar a partir de primavera, es decir, ya.
–Ellos mismos señalan que hay muchos riesgos que no se han despejado, y que la pérdida de poder adquisitivo de los agentes económicos es manifiesta por dos razones: inflación y subida de tipos. También el Banco de España dice que la economía empeora en el año 2024 y 2025. A medio plazo la economía española tiene un problema importante: un déficit estructural que se acerca al 5 %. Se debe a que se ha generado un gasto permanente muy elevado que no ha desaparecido después de los dos años de pandemia, y los ingresos fiscales están empezando a flojear. También hay que tener en cuenta que las reglas fiscales de déficit y deuda vuelven en 2024. Deberíamos hacer un análisis en profundidad e ir más allá del cortísimo plazo.
–La disminución del gasto parece clave.
–Hay que reducirlo para poder preservar los servicios esenciales. Si no lo hacemos, acabarán imponiéndonos nuevos recortes desde Bruselas. También hay que hacer una verdadera reforma de las pensiones que busque la sostenibilidad del sistema. La que ha propuesto el Gobierno la empeora porque incrementa el gasto y fía todo a un incremento de ingresos que genera unos costes que no van a poder soportar muchas empresas. Va a disminuir además la renta disponible de los trabajadores y va a afectar a la economía y el empleo. Por otra parte, hay que volver a conseguir que la economía española tenga una completa seguridad jurídica que genere certidumbre.
–El crecimiento del empleo es crucial, y no parece que mejore.
–El último dato de la Encuesta de Población Activa (EPA) es muy malo. Lo corroboran los datos de Contabilidad Nacional que ha publicado el INE sobre el último trimestre: descienden las horas trabajadas, y por tanto no hay un incremento real de empleo; hay un reparto. Además aumentan mucho los contratos a tiempo parcial y el empleo público. En 2018 había 2,7 millones de empleados públicos y ahora hay unos 3,5 millones.
–La inflación es un fenómeno que desgraciadamente va a durar más de lo que se esperaba.
–Se está convirtiendo en algo muy resistente. Se reaccionó tarde y se ha incrustado en casi toda la cadena de valor. Pasa tiempo entre que se aplican medidas y surten efecto, pero no pueden dejar de subirse los tipos de interés, porque sino la inflación empeoraría más. Lo más importante es retirar masa monetaria del mercado. El Banco Central Europeo dijo que empezaría a hacerlo a razón de 15.000 millones a partir de marzo. Hay que ir retirando el exceso de liquidez que ha habido durante tantos años, y que al final ha provocado que se haya podido propagar una inflación como la actual. También ha venido por gobiernos como el español, que es uno de los que más utiliza una política fiscal expansiva de incremento de gasto. Deberían reducir el gasto para no presionar al alza los precios artificialmente. Si no lo hacen, lo único que provocarán es que las medidas contra la inflación tengan que ejercitarse durante más tiempo y de modo más intenso, y que perjudiquen más a la economía.
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