La alto precio de la vivienda es uno de los problemas de los jóvenes para dejar la casa de sus padres.
Los españoles se resisten a dejar el nido: se emancipan a los 30
Los croatas, con edad media de 33,4 años son los que más tarde dejan el hogar familiar
Los jóvenes españoles dejan la casa de sus padres con 30,3 años de media, una de las cifras más altas de toda la Unión Europea y que no ha dejado de aumentar desde hace años. Ya sea por cuestiones culturales o económicas, lo cierto es que se resisten a dejar el nido, a diferencia de los ciudadanos del norte del continente.
Los croatas, con edad media de 33,4 años son los que más tarde dejan el hogar familiar, seguidos de eslovacos (30,8), griegos (30,7), búlgaros (30,3) y españoles. Por el contrario, finlandeses (21,3), suecos (21,4), estonios (22,7) y neerlandeses (23) son los que antes se emancipan.
En los últimos diez años esta edad ha aumentado en hasta catorce países, entre los que destacan especialmente Croacia (+1,8 años), Grecia (+1,6) y España (+1,6). Por sexos, en todos los países las mujeres dejan la vivienda de sus padres antes que los hombres; en Rumanía y Bulgaria, se observa la mayor diferencia con 4,5 y 4,1 años respectivamente.
Para algunos expertos, la reticencia de los jóvenes a abandonar la casa de sus padres tiene motivos económicos, mientras que otras alegan razones culturales. En el caso español, la edad de emancipación fue reduciéndose progresivamente hasta 2009, año en que se comenzaron a notar los efectos de la crisis financiera. Desde entonces ha aumentado hasta los 30,3 actuales.
España es, además, el país con la mayor tasa de paro juvenil de toda la UE (27 %), pero esta situación no parece determinante a la hora de abandonar el hogar familiar. Malta, por ejemplo, tiene una de las tasas de desempleo juvenil más bajas de la Unión (8,1 %) y, sin embargo, se emancipan a una media de 30,1 años. Finlandeses y suecos, en cambio, tienen un paro relativamente alto (18,4 % y 17,9 % respectivamente) y son los primeros en irse.
Los expertos señalan también razones culturales de índole económica: en el centro y norte de Europa es común que los padres ayuden a los hijos incluso después de que estos se independicen mientras que en el sur, los jóvenes se emancipan cuando tienen capacidad económica para vivir solos.
Luego está el problema de la vivienda. Según el Informe de Juventud en España de Injuve, el 75 % de los jóvenes citan falta de estabilidad económica para no mudarse y, los que lo hacen, advierten que apenas pueden pagar el alquiler. De acuerdo a la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, el 46 % de los hogares destinan más del 30 % de sus ingresos a pagar el alquiler, cifra que asciende al 51 % en el caso de los jóvenes y que se agrava en las grandes ciudades.
Comentarios
