La presidenta del INE, Elena Manzanero y el director General de Estadísticas de la Población, Antonio Argüeso
Análisis económico
Versión final del INE de Manzanera: decrecemos un 0,1 % por la agregación de valor con respecto a 2019
El gran problema que tenemos es que hoy no hay nadie en el gobierno pensando
El Instituto Nacional de Estadística de Manzanera, acaba de publicar, el día 29 de septiembre, el dato de la Contabilidad Nacional teniendo en cuenta la Variación del Valor agregado utilizando el método de los índices encadenados, que hoy está considerado como uno de los mejores métodos para conocer la realidad de una economía, al aplicar dos metodologías de cálculo combinadas (Laspeyres y Paasche) que son las que tiene implementadas, desde 2004, Eurostat.
Ha publicado los resultados, en los que nos da las series actualizadas desde 1995 a 2022, con datos definitivos y ya sin revisar desde 1995 a 2018, con un 2019 provisional, un 2020 definitivo, 2021 provisional y 2022 adelantado.
Según esta nomenclatura, todavía podía haber ajustes al resultado del 2019, del 2021 y las va a haber, casi seguro, del 2022 para pasar a provisional.
Todas estas actividades son naturales en cualquiera de los institutos de estadística de la Unión Europea, porque siempre se suelen revisar los datos y los métodos de cálculo que pueden hacer cambiar las cifras y los datos tenidos en cuenta para el cálculo del PIB. Ahora bien, esta revisión que ha realizado el INE de Manzanera ha sido muy estruendosa.
Mejorar 1,3 puntos del PIB revisando 3 años, bajando el descenso en 2 décima hasta el 11,1 en el 2020, subiendo del 5,5 % a 6,1% en el 2021, subiendo otro 0,5 % hasta el 6 % en 2022, cuando en el 2021 y en 2022 estaba todo el mundo trabajando otra vez y los datos eran los datos, suena como poco a algo dudoso y mucho más cuando fue anunciado con 15 días de antelación por un diputado de Sumar en el Congreso de los Diputados y por un medio de comunicación sostenido exclusivamente por Moncloa.
Pero como es lo que tenemos y con ello es con lo que tenemos que analizar la situación de nuestro PIB, para ver donde están nuestras debilidades y tratar de reducirlas el máximo y ver donde están nuestras fortalezas para obrar en consecuencia, generando más oportunidades de negocio, para el desarrollo de nuestra economía.
Para ello lo que he hecho ha sido agrupar la información facilitada por el INE de Manzanera, que está en casi 900 líneas de un documento Excel, en algo manejable para que pueda ser entendido por todos los lectores y lo he dejado en 14 actividades económicas diferentes, que nos va a ayudar a saber que ha pasado desde el 2019 hasta el cierre que nos acaba de facilitar el Instituto.
Así tenemos que, a nivel de Valor Agregado, el INE nos dice que la economía española ha decrecido un 0,1%, si bien al no facilitar los impuestos sobre este valor agregado, es posible que la cifra sea ni frío ni calor, o sea cero.
De los 14 sectores económicos que he presentado como resumen, en 7 decrecemos. En alguno de ellos, además lo hacemos de forma sustancial, como en el caso de la Industria extractiva que nuestro valor agregado cae un 19,3 % en este periodo siendo el sector más afectado. El segundo sector que más decrece es la agricultura, para gran dolor en el corazón de mi querida amiga Mazaly Aguilar, miembro del Parlamento Europeo y Vicepresidente de la Comisión de Agricultura, que no para de viajar por España para reunirse con los agricultores españoles y tratar de ayudarles frente a un ministro de Agricultura alejado de la realidad y una UE con una Agenda 2030 en el entorno alimentario que está destruyendo nuestro sector primario.
El tercer sector de mayor caída en estos 3 años es el de la Construcción, que baja un 12,7 %, seguido de la Hostelería, que lo hace un 10,4 % y ha sido otro de los grandes sufridores de este período.
El quinto que más ha sufrido, con una bajada del 8,8% en valor agregado, han sido las Actividades Artísticas y Recreativas. Los otros dos sectores que bajan son las Actividades Administrativas y la Administración Pública lo hacen ya en pequeñas cantidades.
Creo que queda muy claro, que si queremos crecer hay que recuperar nuestra agricultura, nuestra hostelería y volver a apostar, con cuidado, por la construcción que es un sector que desde 2008 ha perdido el 45 % del empleo.
Por la parte de los sectores que han ayudado a que nuestro PIB, según el INE de Manzanera, se haya quedado a la par con el de 2022, han sido varios. El de mayor crecimiento ha sido el de Información y comunicaciones, que crecer un 13,2 %, y que se está convirtiendo en un sector bandera de la economía española. El segundo lugar lo ocupa las Actividades Financieras y de Seguros, que después de superar la crisis del 2008-2013 y de la reestructuración total del sector financiero, parece que ha recuperado el tono muscular del negocio.
Las Actividades Inmobiliarias, con un crecimiento del 7,1 %, se colocan en tercera posición en crecimiento y las actividades profesionales, ocupan la cuarta posición con un 6,6 % positivo.
El Comercio al por mayor y al por menor, con un 5,5 %, junto con el Transporte, que sube un 3,1 %, aportan su granito de arena, mientras que la Industria Manufacturera se queda en un 0,3% de crecimiento.
Con la Industria española, tenemos un grave problema. Ha perdido un 21,5 % de empleo en los últimos 15 años y empieza a convertirse en un auténtico problema en nuestra economía, abandonada desde hace muchos años por nuestros políticos y donde el actual ministro que sustituyó a Reyes Maroto solo es conocido en su casa y porque va a comer.
Tenemos puntos fuertes, como el sector Información y Comunicaciones, que proporciona servicios avanzados y de mucho más valor añadido que el Turismo y que deberíamos apostar claramente por él. Lo mismo que las Actividades Financieras y de Seguros, que deberíamos apostar por el desarrollo de las Fintech, de nuevo por el valor añadido que produce en servicios este tipo de sector.
El gran problema que tenemos es que hoy no hay nadie en el gobierno pensando.
Todos hacen, quizás van, hasta quizás trabajan, pero lo hacen sin un plan, sin organización y, sin duda, ni uno solo de ellos piensa en modo país.
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