El presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Andrés Sendagorta, saluda a Feijóo ante la presencia de Urkullu.
El líder de la empresa familiar dice ante Escrivá que «el desempleo no se soluciona maquillando las estadísticas»
Llama a evitar la polarización e impulsar el diálogo para construir un futuro para el país
El presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Andrés Sendagorta, ha lanzado varios mensajes de contenido político en su discurso de apertura del XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar que se está desarrollando en Bilbao.
Sendagorta ha incidido en la necesidad de que «evitemos la polarización y apostemos por la moderación y el diálogo para que nos permitan construir un marco de relaciones estables que proyecten nuestro país y nuestras empresas hacia un futuro a largo plazo».
El presidente no ha dudado en citar el desempleo como «principal desequilibrio de la economía española». «Las subvenciones pueden ser un remedio temporal necesario, el instrumento que sirve para salvar una situación puntal de necesidad, pero solo el trabajo desarrollado por personas con la formación precisa representa una verdadera solución sostenible», ha dicho. «Necesitamos incorporar a más ciudadanos a la vida laboral activa, integrarlos en el círculo virtuoso del empleo de calidad; del empleo productivo privado, que es el que genera más riqueza para distribuir y cubrir las necesidades públicas, y no del que solo sirve para maquillar las estadísticas. Es preciso incentivar el empleo, y gravarlo no parece la mejor manera de conseguirlo».
Sendagorta ha remarcado la «acusada dificultad» que hay en España «para disponer de perfiles profesionales adecuados que incorporar a nuestras empresas. Nos faltan ingenieros e informáticos, pero también personas que trabajen en el mundo de la hostelería o el mundo industrial».
Mejorar la educación y restarle ideología
El presidente del IEF ha hablado también de la «necesidad acuciante» de mejorar drásticamente nuestro sistema educativo para que los estudiantes salgan preparados para los nuevos puestos de trabajo que demandan las empresas. «Tengo la impresión de que destina más tiempo en nuestro debate público a subrayar rasgos ideológicos que a apuntalar los objetivos reales que deberían perseguir nuestros programas educativos», ha dicho.
Sendagorta ha reivindicado el papel del trabajo bien hecho, de su función vertebradora de la vida en sociedad, ha dicho que «la sostenibilidad empieza por las personas, que deben suponer nuestro primer centro de atención», y se ha mostrado orgulloso del papel de las empresas familiares: «El éxito que cosechan en el mundo, en los sectores más diversos, es un ejemplo más de lo que somos capaces de hacer, como país y como sociedad, cuando desplegamos todo nuestro potencial y no nos distraemos con desavenencias fratricidas de mirada corta y egoísta».
El Rey y José Luis Escrivá alaban a los empresarios
Tras la intervención de Andrés Sendagorta han hablado el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá; el lehendakari del Gobierno Vasco, Íñigo Urkullu, y Su Majestad el Rey Felipe VI.
Escrivá ha alabado «los 900.000 empleos que han creado ustedes en los tres últimos años», refiriéndose a los empresarios. Ha remarcado su contribución a la resiliencia de la economía española en unas condiciones muy difíciles como las que han representado la pandemia y la invasión de Ucrania. Además, ha resaltado su empuje con las exportaciones, un terreno en el que hace quince años estábamos por detrás de países como Francia, y que las empresas hayan sido capaces de hacerlo reduciendo endeudamiento, un hecho que refleja que se han autofinanciado.
Urkullu ha destacado el respaldo de su Gobierno Vasco, y espera que pronto puedan «activar de una vez por todas los fondos europeos», y no se pierda esta oportunidad.
El Rey, por su parte, ha destacado el papel de las empresas familiares: «Más de un millón de empresas en España son familiares, lo que representa casi el 90 % del total. Es fundamental destacar la enorme importancia o relevancia de esta realidad para la economía española».
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