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Las cuentas del año que viene apuntan a ser peores de las que esperan Pedro Sánchez y Nadia Calviño.Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Otro varapalo a las cuentas de Sánchez  El Instituto de Estudios Económicos cree que la presión fiscal en España «crea una desventaja para atraer inversiones»

El PIB crecerá solo un 1,5 % en 2024 y el déficit rebasará el 3,8 %, según el IEE. El Gobierno espera que el PIB aumente un 2 % y asegura que el déficit bajará al 3 %

El Instituto de Estudios Económicos (IEE), el think tank de CEOE, ha publicado su informe semestral de Coyuntura Económica. En él da unas cifras sensiblemente peores a las previstas por el Gobierno para la economía española en el año que viene. Según sus datos, el PIB crecerá un 1,5 %, por debajo del 2 % anunciado por el Ejecutivo de Sánchez, y el déficit alcanzará el 3,8 % sobre el PIB, ocho décimas por encima del 3 % al que María Jesús Montero asegura reiteradamente que descenderemos.
La entidad ha remarcado también cómo está creciendo la presión hacia las empresas: «En España las empresas contribuyen con un 32,2 % a la recaudación, mientras que el promedio de la UE está en el 25 %. Esto crea una desventaja para atraer inversiones. Proponemos una política fiscal que reduzca la presión, garantice estabilidad presupuestaria y seguridad jurídica», han dicho los representantes de la organización dirigida por Íñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo.
El informe incide también en que la desaceleración económica global ha llevado a la moderación de precios y a una progresiva desaceleración de la inflación. «Si las estimaciones de los bancos centrales se cumplieran, podríamos ver reducciones graduales de tipos de interés en la segunda mitad del próximo año», afirman.

Empeoramiento desde mitad de año

El IEE afirma que la economía española ha cerrado 2023 con un crecimiento del 2,3 %. «No obstante, la tendencia a lo largo del año ha sido de ralentización, en línea con el estancamiento del empleo, el empeoramiento de los PMI o la ralentización de las exportaciones, incluidas las correspondientes al turismo», indican.
Aunque la economía española ha mostrado un desempeño más favorable que sus socios comunitarios, señalan que es atribuible a factores como una recuperación más tardía desde los niveles precrisis, una composición sectorial con mayor peso en servicios y un menor impacto de la política monetaria.
«La ralentización del comercio internacional, la subida de los tipos de interés, el deterioro de las expectativas y el aumento de la incertidumbre han supuesto un lastre para la actividad durante el segundo semestre de 2023», apuntan.
El deterioro del contexto internacional ha pesado sobre las exportaciones y la actividad industrial, mientras que el consumo privado y los servicios han mostrado una mayor resistencia. Sin embargo, la pérdida de dinamismo de la demanda externa se ha visto compensada con un mayor avance del consumo de las familias en el segundo y tercer trimestre que han visto mejorada su renta disponible por la menor presión de los precios, el mantenimiento del empleo y la mejora de las rentas salariales durante este periodo. Desde el punto de vista sectorial, recalcan, continúa la divergencia entre la evolución de la industria, que presenta recortes de actividad, y la de los servicios, que muestran un mayor dinamismo, aunque comienzan a dar señales de desaceleración igualmente.