Se tributa el rendimiento obtenido: la diferencia entre el precio abonado y la cuantía que es ingresada en cuenta.
«El rendimiento generado entre el importe de compra y el de venta o amortización de las
Letras del Tesoro, cualquiera que sea su plazo, se gravará
como una renta del ahorro», indican en el Tesoro.
Las Letras del Tesoro se gravan a un tipo del 19 % para los primeros 6.000 euros, del 21 % entre 6.000 euros y 50.000 euros, del 23 % entre 50.000 euros y 200.000 euros, del 27 % entre 200.000 euros y 300.000, y del 28 % para todas las rentas que excedan esta última cuantía.