El ministro de Economía, Carlos Cuerpo (centro)
El Gobierno desvincula la renuncia a los Presupuestos de los fondos UE ante el rechazo de Bruselas a prorrogarlos
Gentiloni insiste en que 2026 es un plazo «definitivo» para comprometer las ayudas NextGeneration y vincula un hipotético segundo programa a que la primera edición tenga éxito en España e Italia
El Gobierno trata de disipar dudas sobre el impacto de la renuncia a construir unos Presupuestos Generales del Estado para 2024 como consecuencia de la convocatoria de elecciones en Cataluña. La decisión, anunciada ayer, «no va a suponer ningún frenazo ni va a tener ningún impacto» en la ejecución de los fondos NextGeneration, según el Ejecutivo.
Israel Arroyo, secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, ha asegurado este jueves que los Presupuestos de 2023, prorrogados automáticamente el pasado enero, «ya contienen suficiente espacio para la ejecución de los desembolsos previstos y de la adenda». Arroyo, que sustituyó recientemente a Gonzalo García Andrés tras el ascenso de Carlos Cuerpo como ministro, solo prevé que sea necesario «algún ajuste de algún pequeño elemento».
El propio ministro Cuerpo había adelantado, en la jornada El plan de recuperación de España, un impulso a la competitividad de la UE, que la convocatoria de las ayudas se mantiene en el entorno de los 1.500 millones mensuales. Según ha destacado se han resuelto en torno a 32.500 millones, más o menos el 47 % de los fondos asignados a España en esta primera fase.
Una cifra que ha calificado de «logro relevante», tratando de justificar las críticas por la escasa ejecución de las ayudas. «Estamos a mitad del partido y se ha logrado la ejecución de la mitad de los fondos.Es un logro relevante porque de tres años el primero, 2021, fue prácticamente de puesta en marcha, y la ejecución real empezó a finales del 21 y sobre todo principios de 2022», ha dicho Cuerpo.
2026 es un plazo definitivo para los fondos NextGenerationComisario europeo de Economía
Pese a ello, el ministro ha puesto de manifiesto, como ya hiciera Pedro Sánchez, que las necesidades de inversión «van a persistir más allá de 2026», en referencia a la fecha límite impuesta por Bruselas para comprometer las ayudas. Una fecha que, en el mismo acto, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha calificado de inamovible. «Es un plazo definitivo», ha dicho. El italiano, no obstante, no ha descartado que se establezcan «nuevos esquemas» en el futuro, pero lo ha vinculado «al éxito de los planes más importantes, que son los de España e Italia».
Toque de atención
«Conseguir el éxito en los próximos años es algo que no debería darse por sentado. Debería ser una prioridad nacional», ha dicho Gentiloni, que ha advertido que los próximos años «van a ser más complicados» para la ejecución de las ayudas. «Las inversiones van a llegar a un punto crítico. Es fundamental que sigamos manteniendo el mismo nivel de compromiso y de ambición y mejorar la coordinación entre autoridades a todos los niveles, y la comunicación de las oportunidades de financiación existentes», ha reclamado.
Del mismo modo se ha pronunciado Celine Gauer, secretaria general de la Comisión responsable de los fondos UE, que ha señalado que el plazo de los NextGeneration «no se puede ampliar porque cualquier ampliación requeriría de la aprobación del resto de Estados miembro, y han dejado claro que esto no va a pasar». Gauer ha pedido al sector privado que apoye el plan. «Si eso no ocurre los fondos se perderán, se perderá la oportunidad», ha considerado.
Dos puntos de impacto hasta 2033
Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, ha anunciado que los fondos NextGen tendrán un impacto de dos puntos porcentuales del PIB hasta 2033, tras corroborar que 26.000 de 37.000 millones ya han llegado a la economía real.
Delgado ha destacado que las empresas que han recibido fondos han recibido más fondos han aumentado su inversión con respecto a los niveles de prepandemia en mayor medida de lo que se esperaría dado su sector y su tamaño, y ha reclamado a las autoridades que hagan una continua evaluación «de lo que se está haciendo bien y de lo que no».
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