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05 de mayo de 2024

El presidente de Renfe, Raúl Blanco, y el ministro de Transportes, Óscar Puente, defienden el interés de la empresa española.

El presidente de Renfe, Raúl Blanco, y el ministro de Transportes, Óscar Puente, defienden ahora el interés de la empresa españolaLu Tolstova

La semana económica

Renfe descarriló con el Gobierno de Sánchez: casi 1.000 millones de pérdidas hasta el año pasado

La compañía trata ahora de corregir el colapso económico producido por la pandemia, y piensan que la competencia no les ayuda

En plena batalla por desviar el caso Koldo del foco de atención de la opinión pública, el ministro de Transportes, Óscar Puente, atacaba el pasado martes a la operadora francesa Ouigo por bajar los precios de los trenes de alta velocidad a un nivel irrisorio que daña a Renfe, le destina a las pérdidas y le llevaba a amenazar a la competidora gala con acusarla de prácticas anticompetitivas ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Más allá de que el ministro pueda tener razón al pedir reciprocidad a Francia en las facilidades de extensión de Renfe por el país galo o de que no entienda que un nuevo competidor como Ouigo pueda apostar por precios bajos para ganar mercado aunque pierda cerca de 40 millones anuales, Puente debería examinar si se podría haber hecho algo más con la mala evolución de las cuentas anuales de la compañía española.

Ouigo pierde cerca de 40 millones de euros anuales y vende billetes a pérdidas

Según recoge la propia Renfe en sus informes anuales, entre los años 2020 y 2022 ha perdido 943 millones de euros: 473 millones en 2020, 362 millones en 2021 y 108 en 2022. Por fin este año espera volver a tener resultado de explotación positivo (300 millones en en 2023). En 2019 había ganado 101 millones.
Las pérdidas no pueden haber tenido que ver desde el principio con la competencia de Ouigo. La compañía francesa empezó a operar en España en mayo 2021 y Renfe ya perdía dinero el año anterior. Desde luego hay que tener en cuenta el impacto de la pandemia y el aumento de los costes energéticos: los 423 millones de euros de caída de ingresos de Renfe en 2020, hasta los 1.136,2 millones, se tradujeron en 473 millones de pérdidas ese año. Sin embargo, los 395 millones de aumento de ingresos en 2021 no evitaron los 362 millones de pérdidas de ese año. Los casi 600 millones de aumento de ingresos en 2022 tampoco han impedido los 108 millones de pérdidas en ese ejercicio. la situación, desde luego, no era fácil.

La ferroviaria española ha vuelto a beneficios de explotación en 2023

Por suerte para Renfe y para su presidente, Raúl Blanco, la compañía volverá en 2023 a tener un resultado de explotación positivo (300 millones de euros, según dijo su presidente hace un mes), a pesar de que su principal dirigente se queja de que sus competidoras Ouigo e Iryo han dañado considerablemente sus márgenes.
De momento, quien mejor parado sale de esta batalla es el usuario. Como contaba El Debate en este artículo, los precios son considerablemente más baratos viajando con la competencia de Renfe.
Habrá que ver quién gana la guerra, y quién sobrevive. Ouigo espera salir de pérdidas este año después de dos ejercicios perdiendo dinero. La filial del gigante ferroviario francés SNCF puede permitirse vender billetes a pérdidas en España por la potencia de su matriz, y ese ha sido el motivo de la queja razonable de Puente. La duda es cuánto aguantarán pudiendo seguir esa estrategia.
En cuanto a Iryo, propiedad de Trenitalia, AirNostrum y Globalvia, todavía no es rentable, pero está satisfecha por haber alcanzado sus objetivos en ingresos y viajeros. En 2023, su primer ejercicio completo, ha facturado algo más de 200 millones de euros, ha transportado a 6 millones de viajeros y alcanza entre el 20 % y el 32 % de cuota en los corredores en los que opera: Madrid-Sevilla, Madrid-Valencia, Madrid-Málaga y Madrid-Barcelona.
Por su parte Renfe ha obtenido en 2023 su cifra más alta de viajeros desde 2006 (520 millones), y sigue tratando de acelerar su reducción de pérdidas. El encargado de intentarlo es Raúl Blanco, que llegó al cargo de presidente en febrero de 2023 para sustituir a Isaías Táboas, que se había equivocado con el diseño de los trenes que iban a circular por los túneles de Cantabria y Asturias.

La cuota del PSC

El nombramiento de Blanco no estuvo exento de polémica, pues no se le conocía experiencia previa en el sector ferroviario. Economista por la Universidad de Barcelona y miembro del Partido Socialista de Cataluña (PSC), su carrera había transcurrido de manera híbrida entre el mundo público y el privado. Lo último que había hecho era gestionar sin éxito los fondos europeos destinados al PERTE (Proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica) del vehículo eléctrico y conectado. Sin embargo, Blanco está consiguiendo acelerar la reducción de las pérdidas, al menos de momento.
Además de los usuarios, quien también se está beneficiando del incremento de operadores ferroviarios es el gestor de las infraestructuras: Adif. El año pasado ingresó 727,5 millones de euros, un 29 % más que en 2022.
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