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El presidente de los EEUU, Donald Trump

El presidente de los EEUU, Donald TrumpEuropa Press

Los vastos recursos minerales de Ucrania, la verdadera arma secreta de Trump frente a China

El país eslavo cuenta con una riqueza en su suelo estimada de entre 3 a 26 billones de dólares, según la Cámara de Comercio estadounidense

Si en su día Trump puso el ojo en Groenlandia, ahora está dispuesto a hacerlo en Ucrania, pero ¿qué es lo que tienen en común la mayor isla del mundo con un territorio en guerra desde hace casi ya tres años? La respuesta es sencilla, tierras raras. En el artículo 'El tesoro que se esconde bajo Groenlandia no es lo único que Trump quiere de la isla: por qué los daneses deberían preocuparse' se abordó la importancia de los 1,5 millones de toneladas de tierras raras que posee Groenlandia, elementos clave para la industria militar, energética, tecnológica y automotriz estadounidense. Este valor estratégico y no otro es el principal motivo que ha hecho a Trump mirar a Ucrania con otros ojos.

El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca fue visto con gran preocupación por Kiev, puesto que el magnate estadounidense anunció en más de una ocasión que si llegaba de nuevo al poder acabaría con la guerra en Ucrania. Unas declaraciones que Putin vio con interés mostrándose dispuesto a negociar la paz, pero sin contar con Ucrania. Una posición contraria a la antigua Administración Biden quien afirmó «Nada sobre Ucrania sin Ucrania».

Ucrania, el nuevo aliado

Según apuntó el propio Departamento de Estado de EEUU en la nota del 20 de enero del 2025, la primera potencia militar del mundo ha ofrecido al gobierno de Volodímir Zelenski más de 65.000 millones en ayuda militar desde 2022. Una cifra significativa que Trump quiere, por lo menos, rentabilizar a través de los importantes yacimientos mineros con los que cuenta Ucrania.

Ucrania no es solamente valiosa por su producción agrícola, sino también por su riqueza mineral. El país eslavo cuenta con una riqueza en su suelo estimada de entre 3 a 26 billones de dólares según la Cámara de Comercio estadounidense. No obstante, gran parte de las reservas ucranianas están sin explorar y, por tanto, se desconoce la calidad de las mismas, además de su valor final. No obstante, Ucrania posee, según el Centro de Excelencia de Seguridad Energética de la OTAN –ENSEC COE por sus siglas en inglés–, 20.000 depósitos naturales de 116 tipos diferentes, tanto depósitos metálicos como minerales no metálicos, de los cuales 15 % están ahora mismo en manos rusas.

El país gobernado por Zelesnki es clave a la hora de proveer titanio al poseer el 7 % de las reservas mundiales y es un elemento clave para el sector militar, aeroespacial, automotriz y sanitario. Asimismo, Ucrania posee el 20 % de las reservas mundiales de grafito y cuenta con 500.000toneladas de litio, el cual es esencial para las baterías y vidrio. Además, el país, en condiciones normales, es el quinto mayor productor nivel mundial, de galio, otro elemento estratégico para la fibra óptica, LEDs y electrónica.

Del mismo modo, Ucrania posee recursos críticos para el sector nuclear, ya sea por el berilio, el uranio, el circonio y la apatita, minerales vitales para la industria médica, nuclear, militar, aeroespacial, acústica y electrónica. No hay que olvidar que Ucrania destaca por sus reservas en cobre, plomo, zinc y plata en Europa y de manganeso al contar con el 12 % a nivel mundial, 2.300 millones de toneladas con aplicaciones en el sector acerero, químico, farmacéutico y de baterías. Finalmente, el país eslavo suministra el 90 % del gas neón de alta pureza a la industria de chips de EEUU, es decir, Ucrania es clave en la guerra de los semiconductores entre China y EE.UU.

La Escuela de Economía de Kiev (KSE) destaca que hoy Rusia controla el 42 % de los metales, el 33 % de las tierras raras (más de 2,5 millones del total de 8 millones de toneladas), el 63 % de los depósitos de carbón, el 11 % del petróleo y el 20 % del gas natural, puesto que la mayor parte de la riqueza natural de Ucrania se encuentra en las provincias de Donetsk y Lugansk. La presencia rusa en estos territorios justifica aún más que Zelenski haya visto con buenas perspectivas el interés de Trump por las tierras raras, ya que si EEUU. quiere la riqueza mineral de Ucrania, el Tío Sam deberá proteger la integridad territorial del país eslavo manteniendo el frente y adelantarlo con paso firme. De este modo, sólo así Zelenski podrá aspirar a recuperar el territorio perdido.

China, el gran rival del siglo XXI

El papel de Ucrania está claro en el tablero geopolítico, ser proveedor de tierras raras, ¿pero cuál es la verdadera razón por la que Trump está dispuesto a desembolsar miles de millones de dólares estadounidenses? La razón es China, el dueño y señor de las tierras raras. Según el Centro Nacional de Información sobre Minerales, institución bajo el paraguas del Servicio Geológico de los Estados Unidos , China posee más del 68 % de las reservas mundiales de estos elementos, los cuales ni son tierras ni son raras a nivel geológico, simplemente se les llama raras por la dificultad de encontrar estos minerales en forma pura, pues suelen estar dispersos y mezclados con otros minerales.

Estos minerales pueden valer entre 2 y 4 euros el kilo, como puede ser el cerio o el lantano, o llegar a 2.000 euros el kilo como el terbio. Sin embargo, el mayor problema no es su precio, sino la complejidad en su extracción y procesamiento, al igual que contaminación del medio ambiente. Según Adrián Godás, en su libro Bajo tierra, China controla aproximadamente el 70 % de la producción mundial, seguido muy de lejos de EEUU con un simple 14 % gracias a la mina californiana de Mountain Pass. No obstante, si nos centramos en los elementos pesados China llega al 95 % de la producción. Además, el gigante asiático controla 91 % del refinado, el 87 % de la separación de óxidos y el 94 % de la producción de imanes, claves para la electrónica, los motores y nuevas tecnologías tal y como recoge el Centro de Estudios de Políticas Europeas. En otras palabras, China controla toda la cadena de valor.

En 1987 Den Xiaoping declaró: «Oriente Medio tiene petróleo, China tiene tierras raras». Desde varias décadas los chinos se hicieron con el control del mercado y, desde entonces, han evitado transmitir su conocimiento. En el 2013 China prohibió la exportación de cualquier tipo de tecnología de refino para así evitar la competencia. Tal es el celo chino que en 2024 China ordenó aumentar la primera cuota del año a 135 mil toneladas, es decir, un 13 % más de producción para desplomar aún más los precios del mercado. De este modo, China quiere barrer a sus dos mayores competidores de tierras raras, MP Materials y a Lynas Rare Earth, quienes sufrieron caídas del 37 % y del 11 % respectivamente por la política de obstáculos china. El gigante asiático no va a permitir que surgen alternativas a su cadena de valor.

China lleva décadas controlando las tierras raras gracias a la inversión pública en toda la cadena de valor, el control a la exportación, los bajos costes de producción, al igual que una casi inexistente regulación medioambiental. Si Trump quiere que EEUU se independice del dominio y control chino, deberá de ser capaz, ya no sólo de contar con los recursos de Ucrania, sino fomentar la construcción de plantas de refinado en suelo estadounidense. La guerra por las tierras raras sólo acaba de empezar.

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