Los expertos rechazan el ataque de Sánchez a la nuclear y ven «muy frágil» un sistema apoyado solo en renovables

Muchas preguntas y algunas, tímidas, respuestas, empezaron este martes a abrirse paso, más de veinticuatro horas después de un apagón histórico. Las causas permanecen aún sin ser esclarecidas, si bien diversos expertos del sector energético ponen el foco en la elevadísima generación fotovoltaica en los momentos previos al apagón, y en la reducida presencia de fuentes más estables.

El apagón es el suceso energético «más grave en casi dos décadas», en palabras del comisario Europeo de Energía, Dan Jorgensen, que anticipó que las primeras conclusiones técnicas de la investigación independiente que exigió ayer Portugal podrán tardar hasta seis meses. El estudio más completo podría no conocerse hasta septiembre de 2026.

Por ahora, los expertos constatan que antes del apagón «había un exceso de renovables, casi un 70 %, de las cuales la mayoría era de fotovoltaicas», corrobora Adolfo García Rodríguez, tras la información adelantada por El Debate. García Rodríguez, ingeniero del ICAI y expresidente de la ingeniería Empresarios Agrupados, apunta a que una red en esas condiciones «es muy frágil», dado que las renovables, especialmente las fotovoltaicas, «no tienen inercia y, si se produce un apagón, no tienen capacidad de respuesta».

Las centrales hidroeléctricas, los ciclos combinados de gas y las centrales nucleares, por el contrario, «cuentan con elementos rotativos muy pesados girando a alta velocidad, con lo que cualquier cosa que pase, aguantan bastante, y tienen además la capacidad de ajustar potencia si desaparece generación en otra área», apunta el experto, que subraya que la eólica y la fotovoltaica, por el contrario, carece de esa capacidad.

Entre las hipótesis que barajaban este lunes las compañías energéticas tomaba cuerpo la de que la oscilación del flujo de potencia que comunicó ya en la noche del lunes Red Eléctrica hubiera empujado a la desconexión automática de nada menos que 15 GW, 10 de ellos de generación solar, de un total de 25, lo que habría derivado en el apagón de forma vagamente equiparable a que ‘saltaran los plomos’. La causa de dicha oscilación es la primera gran incógnita, mientras que fuentes del sector ven particularmente relevante no solo el elevado porcentaje de generación renovable, sino sobre todo la escasa generación síncrona en los momentos previos, lo que sería el gran interrogante a responder.

La respuesta deberá correr a cargo de Red Eléctrica, empresa controlada mayoritariamente por el Estado a través de la SEPI y presidida por la exministra socialista Beatriz Corredor. Uno de sus responsables técnicos admitió este martes que «es muy posible que la generación afectada –por la pérdida que derivó en el caos del sistema– pueda ser solar». No obstante, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no quiso descartar ayer ninguna hipótesis, incluyendo el ciberataque, y puso al sector energético en el punto de mira al exigir explicaciones «a todos los operadores privados».

La principal energética española, Iberdrola, salió al paso de las críticas de Sánchez al afirmar que había seguido en todo momento sus recursos a disposición de Red Eléctrica, «según los protocolos aprobados por esa misma entidad», incidió en un comunicado.

Alta penetración de renovables

«Red Eléctrica cotiza en bolsa, pero está controlada por la SEPI y desde luego allí no se mueve nadie sin que el Gobierno esté de acuerdo», apunta García Rodríguez. El experto insiste en que la alta penetración de renovables –España alcanzó el 16 de abril el hito de cubrir el 100 % de la demanda con energías alternativas– ha llevado al sistema a una situación «sin parangón en otros países» y ha hecho que la red se encuentre «tensionada». La propia Red Eléctrica reconoció en su informe anual de 2024 el riesgo de «desconexiones de generación» por la «elevada penetración» de plantas renovables «sin capacidades técnicas necesarias para el adecuado comportamiento ante perturbaciones», como también informó este lunes este periódico.

Durante su comparecencia, Pedro Sánchez afirmó que «no hubo un problema de exceso de renovables», y apuntó en lugar de ello a la energía nuclear. «Lejos de ser una solución han sido un problema», afirmó. «Al estar apagadas, ha sido necesario desviar a ellas grandes cantidades de energía para mantener sus núcleos estables».

«Eso no es cierto. Las centrales nucleares, todas ellas, tienen unos grupos de generación eléctrica para cuando se cae la electricidad del exterior. Evidentemente, necesitan una cierta cantidad del exterior para mantener equipos en funcionamiento, pero cuentan con grupos electrógenos más que suficientes para poder mantenerse. Evidentemente, si hay energía externa, mejor que mejor, pero pueden aguantar días y semanas sin energía eléctrica externa», afirma García Rodríguez. «Tampoco es verdad que necesiten una gran cantidad de energía, lo que necesitan no es gran cosa».

En el momento del apagón se encontraban desconectados de la red los reactores de Almaraz I y II, en Extremadura, y Cofrentes, en Valencia, porque los altos niveles impositivos hacen poco rentable su explotación, además de Trillo, en Guadalajara, parada por una recarga de combustible rutinaria.

Precisamente Endesa, que ayer celebraba su junta de accionistas, incidió ayer en que no es «prudente» continuar con el calendario para clausurar las centrales. «Como venimos repitiendo desde hace tiempo, en el contexto actual podría no resultar prudente renunciar a una tecnología no emisora, segura y competitiva», trasladó su consejero delegado, José Bogas.