
Funcionamiento de un hospital debido al apagón en la ciudad de Albacete.
Red Eléctrica estaba advertida del riesgo de apagones desde hace meses y lo negó hace apenas tres semanas
En la auditoría realizada por Ernst & Young ya se hablaba de riesgos que podrían poner en peligro el suministro eléctrico
Red Eléctrica está en el centro de la diana. La operadora de electricidad en nuestro país ha calificado el apagón que dejó a oscuras a millones de personas como un incidente «absolutamente excepcional y extraordinario». Apenas unas semanas antes, la compañía que preside Beatriz Corredor negó que existiera riesgo de apagón a pesar de contar con información que indicaba lo contrario.
La operadora lo publicó en un tweet el pasado 9 de abril a raíz del informe de evaluación elaborado por la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (Entso-E) y en el que advertía que España podría enfrentarse a un incremento en el riesgo de sufrir apagones entre 2026 y 2028 coincidiendo con el cierre programado de la central nuclear de Almaraz.
Entonces, Red Eléctrica aseguraba que «no existe riesgo de apagón» y que el informe de la patronal de transportistas de electricidad solo hacía referencia a que «un volumen importante de ciclos combinados podría ser económicamente inviable en los próximos años si no se establecen incentivos».
Como el apagón ha demostrado, Red Eléctrica mentía descaradamente porque, además, un mes y medio antes la CNMV había publicado el informe anual de estados financieros de la compañía advirtiendo de estos riesgos.
Elaborado por la auditora Ernst & Young, el documento señalaba que el cierre de centrales de generación convencional –como son las nucleares– implica «una reducción de la potencia firma y las capacidades de balance del sistema eléctrico, así como su fortaleza e inercia». «Esto», continúa, «podría aumentar el riesgo de incidentes operacionales que puedan afectar el suministro y la reputación de la empresa».
La auditora identificaba cuatro «riesgos de transición» que podrían tener un efecto en el suministro:
- Insuficiente información para la operación en tiempo real del sistema debido al aumento de instalaciones de generación renovable inferior a 1 MW (umbral actual de observación por el Operador del Sistema).
- Desconexiones de generación por elevada penetración de renovables sin capacidades técnicas necesarias para el adecuado comportamiento ante perturbaciones.
- Aumento de limitaciones a la producción renovable e incidentes que puedan afectar a la seguridad del suministro en Canarias, asociados al notable incremento de la participación de renovables en el mix energético previsto para los próximos años.
- Pérdida de generación firme asociada al cierre de centrales de generación convencional.
El impacto de estos riesgos conllevaría «una mayor dificultad en la operación del sistema, un aumento de las limitaciones a la producción y restricciones técnicas y una posible afección al suministro». Es decir, la compañía que preside Beatriz Corredor sabía que un apagón de estas características podía producirse.