Fundado en 1910
Una oficina del SEPE de la calle Miguel Yuste, en Madrid.

Una oficina del SEPE de la calle Miguel Yuste, en MadridEuropa Press

'La trampa de los tres días'

Los tribunales destapan este fraude con el paro: así intentaban cobrarlo de forma irregular

Como todos los despidos dan derecho a cobrar la prestación por desempleo, muchos trabajadores usaban esta vía para acceder al paro rápidamente

La percepción de que faltar tres días al trabajo podía dar derecho a cobrar el paro ha sido desmentida por una reciente sentencia judicial que subraya la gravedad de este tipo de fraudes. Durante años, muchos trabajadores creían que bastaba con ausentarse tres días sin justificar para que la empresa se viera obligada a ejecutar un despido disciplinario, lo que les permitiría acceder a la prestación por desempleo.

Sin embargo, como ha explicado un experto en derecho laboral que dirige el canal de Instagram Un Tío Legal, esta «triquiñuela» ya no es válida. La justicia ha dejado claro que simular un despido para cobrar el paro constituye un fraude al sistema y puede tener consecuencias legales tanto para el trabajador como para la empresa que lo permita.

Hasta ahora, la normativa permitía que, tras un despido disciplinario, el trabajador pudiera acudir al SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) para solicitar la prestación por desempleo. Aunque este procedimiento era legal, presentaba ciertas lagunas que algunos empleados aprovechaban en su beneficio.

El problema surgía cuando las ausencias injustificadas generaban situaciones ambiguas: ¿se trataba realmente de un despido o era una dimisión encubierta? Esta falta de claridad complicaba la interpretación legal y favorecía el uso fraudulento del sistema.

Los tribunales, en un esfuerzo por clarificar este asunto, han establecido que para que exista una dimisión, «debe haber una manifestación clara de que el trabajador desea terminar la relación laboral». La mera falta de asistencia no es suficiente para demostrar una intención de renunciar, y es aquí donde las empresas estaban obligadas a tramitar despidos disciplinarios.

Advertencias para los empleados

En un caso específico, un empleado que faltó varios días a su puesto fue despedido disciplinariamente. Sin embargo, decidió cobrar el paro sin cuestionar el despido. Esto llevó al SEPE a reclamarle 11.000 euros, afirmando que su comportamiento había sido fraudulento. La corte dio la razón al organismo de empleo, reafirmando que el trabajador no tenía derecho a acceder a la prestación porque sus ausencias habían provocado el despido.

Los efectos de esta nueva claridad legal son significativos. Disuadir a los empleados de incumplir sus obligaciones laborales resulta crucial, ya que las consecuencias pueden ir más allá del despido. De hecho, existe la posibilidad de que el SEPE reclame la devolución del dinero percibido en forma de prestación por desempleo, incluso cuando esta ya se haya agotado.

Finalmente, es importante tener presente que, aunque el sistema de seguridad social debe proteger a los desempleados, también tiene mecanismos para evitar abusos y fraudes. Por ello, el mensaje es claro: el camino de los «chanchullitos» ya no es viable ni seguro.

comentarios
tracking