Alejandro Macarrón en Cursos de Verano CEU
La natalidad es uno de los principales problemas de los españoles: «En 2044 habrá más población extranjera»
La inmigración y la natalidad son dos cuestiones que afectan de forma directa a principales problemas que preocupan a los españoles, como la vivienda
La tasa de natalidad en España está dejando a su paso múltiples problemas en la economía del país. Pese a que muchos puedan pensar que la falta de este factor puede solventarse con la inmigración, lo cierto es que la natalidad de origen español sigue siendo fundamental. De acuerdo con las declaraciones de Alejandro Macarrón, Responsable de Estudios y Análisis Social del CEU-CEFAS, en los Cursos de Verano CEU, «los españoles estamos menguando en número de personas y, además, envejeciendo. Hemos perdido 1,7 millones de españoles autóctonos, unos 200.000 al año, y creciendo».
«Estamos recibiendo mucha más inmigración. Entre julio del 2015 y abril del 2025 han venido 3,6 millones de inmigrantes netos adicionales. De acuerdo con las previsiones, si seguimos así, en 2044 habrá más población extranjera que española», aseguraba Macarrón, unas cifras de las que no hemos bajado desde el 2008. El 32 % de los parados en el primer trimestre del 2025 eran nacidos en el extranjero, mientras el exceso de esta inmigración contribuye sustancialmente al tensionamiento del mercado de la vivienda y a la congestión del sistema sanitario, entre otros factores esenciales.
«La inmigración trae consigo una mano de obra de cualificación baja y medio-baja, pero no puede aportar mano de obra de cualificación alta ni hijos de origen español», señalaba Macarrón. Asimismo, el impulso de la misma conlleva múltiples riesgos como puede ser una deficiente integración sociocultural, creer que con la inmigración no hacen falta mas hijos, problemas en la vivienda y una mayor delincuencia. «A pesar de que la inmensa mayoría de los inmigrantes no delinquen, las tasas de delincuencia reflejan que la mayoría de los actos son realizados por inmigrantes», relataba.
Alejandro Macarrón Cursos Verano CEU
España cuenta con un 73 % de inmigración de origen hispanoamericano, mientras que por parte de los africanos el 70 % son de origen marroquí, y entre los países asiáticos destacan los chinos y pakistaníes. «El año pasado vinieron 540.000 inmigrantes pero solo 8.000 trabajaron en mano de obra, entonces ¿para qué traemos inmigración?», preguntaba Macarrón.
El año pasado vinieron 540.000 inmigrantes pero solo 8.000 trabajaron en mano de obra, entonces ¿para qué traemos inmigración?
La baja natalidad trae consigo efectos positivos, como pueden ser un ahorro de gasto educativo, ahorro de subsidios por desempleo, siempre que no nos pasemos con la inmigración, y un abaratamiento de las casas. Además, tal y como presentaba Macarrón, fomenta una desaparición desempleo y menos criminalidad. Sin embargo, priman sus efectos negativos. La natalidad incide directamente en la despoblación, la desaparición como sociedad y como civilización«, expresaba Macarrón, «implica un mayor gasto en pensiones, menos consumo e inversión, menos innovación y emprendimiento, reducción de la renta per cápita, y devaluación de propiedades». Asimismo, a niveles afectivo-familiares, provoca una mayor soledad y tristeza en la etapa final de la vida, mientras nos sitúa a nivel geopolítico en una posición de irrelevancia mundial.
Para poder recuperar la natalidad en España, Macarrón propone una serie de cuestiones. «Hay que concienciar a la gente y, especialmente a las elites, además de estudiar a fondo el problema puesto que no funciona el mismo mensaje para todos como, por ejemplo, con los creyentes o los no creyentes. Por otro lado, hay que tomar la natalidad como una de las principales prioridades a nivel nacional, y promover los incentivos económicos adaptando las medidas fiscales», concluye.