Unicaja: el fortín bancario andaluz deja atrás su mala racha y está preparado para las crisis que vengan
La entidad malagueña acaba de presentar unos buenos resultados y consolida su buena trayectoria bajo el timón de Isidro Rubiales y el ex de Bankia José Sevilla
El presidente de Unicaja, José Sevilla, y el CEO de la entidad, Isidro Rubiales, en la junta de accionistas de 2025.
Unicaja ha presentado esta semana unos buenos resultados del primer semestre: 1.058 millones de euros en ingresos, un 5,2 % más que en el mismo periodo del año anterior, y 338 millones de beneficio neto atribuido, un 14,6 % más que entre enero y junio de 2024. Son buenas cifras para una entidad de tamaño medio, aunque están lejos de los números de los grandes: CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter. Por ponerlo en contexto, Sabadell ha facturado en su primer semestre 3.119 millones de euros con su negocio bancario y ha ganado 975 millones.
Su evolución es muy buena, teniendo en cuenta que no hace mucho su consejo de administración era un polvorín. La llegada de José Sevilla, ex consejero delegado de Bankia, ha sido clave
Unicaja sigue con su buena tendencia, mejorando sus ingresos en buena medida gracias a los Non-Interest Income (seguros, fondos…), compensando de este modo la caída del margen de intereses como consecuencia del descenso de los tipos de interés, e incrementando su rentabilidad. Su ROE (retorno sobre patrimonio neto) es del 9 %, algo mejor que en trimestres anteriores, y meritorio, teniendo en cuenta la caída de tipos. No es un ROE espectacular (los grandes bancos se mueven entre un 14 % y un 15 %), pero sí bueno para un banco regional muy importante para las pymes y el desarrollo de Málaga y de la comunidad autónoma andaluza.
La evolución de Unicaja es muy positiva, más aún teniendo en cuenta que no hace mucho tiempo su consejo de administración era un polvorín. En la actualidad, el gobierno de la entidad está asentado, sin luchas en el accionariado ni en el consejo. Buena parte de culpa la tiene José Sevilla, que fue nombrado presidente de la entidad en abril de 2024. Según fuentes conocedoras, el consejero delegado, Isidro Rubiales, quería como presidente a alguien más flojo que el ex consejero delegado de Bankia, pero la Fundación Unicaja (principal accionista de Unicaja Banco con el 31 %) quiso que fuera Sevilla.
La solución es perfecta, porque Sevilla es un banquero de gran prestigio que hace de contrapeso a Rubiales. Con él Unicaja tiene una garantía, porque si viene una crisis fuerte, él ya ha gestionado la de Bankia. También da una buena imagen de solvencia al exterior, positiva de cara a fondos e inversores institucionales.
Unicaja va bien, pero también hay que tener en cuenta que la situación macroeconómica española es buena de momento. Eso repercute de manera positiva sobre el coste del crédito que se da a familias y empresas. Ambos pueden devolver el dinero sin problemas a día de hoy, y de hecho el coste de crédito de Unicaja está en niveles mínimos, pero hay que pensar que esa situación puede cambiar. La inflación ha hecho mella en las familias, y la OCDE acaba de publicar un documento que refleja que los sueldos en España han crecido mucho menos que en otros países: un 2,7 % en los últimos treinta años, frente al 30,8 % que lo han hecho de media en los treinta y ocho países que forman parte de esta organización, compuesta por los países más ricos del mundo. Además, las tasas de esfuerzo (relación entre renta e hipoteca) no paran de subir, y eso indica que en algún momento puede que dejen de poder devolver los créditos.
Unicaja puede perfectamente seguir funcionando solo, pese a quienes le relacionan con Sabadell u otros bancos
Los bancos están mejor preparados que nunca para una crisis. Sus datos contables no preocupan, pero sí empiezan a hacerlo los datos de las familias y de los márgenes de las empresas. Frente a ello, Unicaja está actuando con prudencia.
Más allá de esta cuestión, la entidad malagueña está en las quinielas de fusionables desde hace tiempo, pero los expertos ven difícil que llegue a entrar en alguna. La Junta de Andalucía lo pondría difícil a nivel político, y también lo dificultaría que dos fundaciones (Unicaja y la fusionada Liberbank) sean las principales accionistas. Y en cuanto a otros posibles protagonistas en una operación de este tipo, como Abanca o Ibercaja, tampoco parece que fueran a estar dispuestas. Por el arraigo a su territorio, se vería como una traición. No estarían dispuestas a perder el control, ni ellas ni Unicaja. Esta cuestión también afectaría a un hipotético interés del Sabadell.
Analistas como Nuria Álvarez, de Renta 4, no ven ninguna necesidad de que Unicaja se fusione, y le ve recorrido para seguir creciendo: «Tienen margen para ganar terreno no tanto en hipotecas, donde posee una cuota muy alta de mercado, pero sí en la venta cruzada: seguros, fondos de inversión… Toda esa parte era una pata dentro de las comisiones netas que fallaba, que estaba menos desarrollada. Ahora le están poniendo más el foco con su plan estratégico».
Álvarez estima que Unicaja ha ido perdiendo mucho peso en el negocio de empresas en los últimos años, y que «ahora es básicamente un banco de hipotecas. Las hipotecas ofrecen algunas ventajas, pero su desventaja principal es que es un producto poco rentable. De ahí se puede extrapolar la baja rentabilidad que tenía el banco en términos de ROTE (retorno sobre el patrimonio tangible). Si se centra bien en las áreas en las que está presente y en crecer en activos bajo gestión generando más comisiones en seguros, banca de empresas, metiendo un poco más de peso en banca de empresas con financiación a consumo, les queda recorrido para crecer con su plan estratégico».
Esta analista piensa que Unicaja va por el buen camino, más aún teniendo en cuenta el trabajo que se ha hecho en los dos últimos años para dar la vuelta a una entidad que venía de un mal legado en coste de riesgo y provisiones, y que comparaba mal con sus competidores. Han hecho una buena limpia, han resuelto sus problemas de gobierno corporativo tras la fusión con Liberbank y poco a poco van mejorando en una rentabilidad que estaba muy por debajo de la de sus competidores.
La fusión con Liberbank, que se llevó a cabo en el año 2021, les permite entrar en nichos de mercado a los que antes no podían llegar por no tener suficiente tamaño. Ya van entrando, y es de esperar que eso les facilite consolidar un negocio propio diferencial, que les ayude a ofrecer buenos productos a sus clientes y ser, por ejemplo, tan rentable como Bankinter. De momento, ya se proyecta más solvente que esta entidad y que cualquier otra en España, según acaba de concluir la Autoridad Bancaria Europea en sus test de estrés. A cierre de 2027, si se produjera una crisis financiera entre este año y esa fecha, Unicaja sería el banco más solvente de España con un capital de máxima calidad CET 1 del 12,6 %, por delante de Bankinter y BBVA.