El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez.
La banca española avisa del impacto de una regulación «excesivamente exigente» en la economía
Los requerimientos de capital deberían reconocer el modelo de negocio de la banca española, incluida su diversificación geográfica
Los tres grandes bancos españoles –Santander, BBVA y CaixaBank– han advertido este martes del impacto que puede tener una regulación financiera «excesivamente exigente» sobre la capacidad del sistema financiero para apoyar el crecimiento económico en la Unión Europea.
Durante una jornada organizada por las patronales bancarias AEB y CECA sobre la banca española, el vicepresidente del Santander, José Antonio Álvarez; el responsable global de Empresas del BBVA, Jaime Sáenz de Tejada, y el director de Contabilidad, Control de Gestión y Capital de CaixaBank, Matthias Bullach, han abordado esta cuestión.
El vicepresidente del Santander ha argumentado que, tras la crisis financiera y la crisis de deuda en Europa, la prioridad de los reguladores era la estabilidad financiera y eso les llevó a aumentar las exigencias de capital, pero, en su opinión, ha llegado el momento de «repensar» sobre ello y simplificar la regulación.
En la misma línea, Sáenz de Tejada ha considerado que los requerimientos de capital deberían reconocer el modelo de negocio de la banca española, incluida su diversificación geográfica. «No queremos menos supervisión, sino mejorar la calibración de la regulación», ha precisado.
La opinión de los grandes bancos españoles es que la regulación es esencial para garantizar la estabilidad del sistema, pero insisten en que debe evitar efectos no deseados que limiten el crédito a empresas sólidas o eleven innecesariamente los costes de financiación.
La idea es que una supervisión «equilibrada» y adaptada al contexto económico es clave para mantener el flujo de crédito hacia el tejido productivo, impulsar la inversión y favorecer la competitividad en Europa, sin pasar por alto que las tres entidades coinciden en que hay que avanzar en la simplificación de la regulación.
Los tres representantes también han hablado de la importancia de la digitalización y de cómo la banca española sostuvo la financiación empresarial en momentos como la pandemia, al tiempo que ensalzaron el modelo de banca comercial diversificada, basado en relaciones de largo plazo con los clientes y una fuerte expansión internacional.
Sáenz de Tejada ha subrayado que la fortaleza del modelo bancario español descansa en la diversificación: geográfica, por una variada presencia internacional; de clientes, a través de un modelo de banca universal con cliente minorista, empresas e instituciones; y, por último, de productos, pues además del puro negocio bancario, el sector cuenta con negocios de gestión de activos, seguros o banca privada.
