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Viviendas en la periferia de MadridGetty Images/Wirestock

Comprar un piso en la periferia cuesta la mitad que en las capitales

En Madrid el precio medio de una vivienda de 90 metros cuadrados es de 567.211 euros en la capital frente a 225.157 euros en Alcalá de Henares

La falta de oferta y el exceso de demanda ha provocado un incremento en los precios que dificultan cada vez más el acceso a una vivienda. Se prevé que 2025 cierre con una subida del 15 % en el coste de los pisos, una situación que, desde portales inmobiliario, como Idealista, califican de «emergencia nacional». Y es que estas cifras no se ven desde la burbuja inmobiliaria.

Esta situación está desplazando la demanda a los municipios que se encuentran en la periferia de las ciudades. Las agencias inmobiliarias reciben avalancha de llamadas por parte de potenciales compradores, generándose así listas de espera para poder optar a la vivienda. Así lo asegura el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), José María Alfaro.

Comprar una vivienda de 90 metros cuadrados en municipios próximos a las capitales puede resultar hasta un 50 % más económico, según los datos de pisos.com. Los casos más llamativos se concentran en las grandes áreas metropolitanas del país. En la Comunidad de Madrid, este tipo de vivienda tiene un precio medio de 567.211 euros, una cifra que contrasta con los 225.157 euros de Alcalá de Henares o los 251.901 euros de Getafe.

«Las capitales de provincia se han convertido en territorios cada vez más inaccesibles para la mayoría de los compradores, lo que está provocando un desplazamiento masivo hacia municipios del entorno que ofrecen mejores condiciones de acceso», afirma Ferran Font, director de Estudios de pisos.com. «Estamos hablando de unas diferencias de precio que para muchas familias marca la frontera entre poder o no poder acceder a la propiedad», añade.

Una realidad que ocurre en toda España

El fenómeno no se limita a Madrid y Barcelona. En otras capitales de provincia las diferencias son igualmente significativas. San Sebastián registra el precio más elevado del País Vasco, donde una vivienda tipo de 90 metros cuadrados asciende hasta los 594.647 euros frente a los 87.619 euros de Azkoitia o los 129.909 euros de Oñati. Palma de Mallorca se sitúa en 477.463 euros, mientras que Inca ofrece viviendas por 223.517 euros, prácticamente a la mitad de precio que la capital.

En Valencia, el precio medio es de 278.749 euros, pero en municipios cercanos como Canals o Carlet se puede acceder a vivienda por poco más de 60.000 euros. Las viviendas en Sevilla presentan un precio medio de 233.094 euros frente a los 65.416 euros de Arahal o los 63.914 euros de Las Cabezas de San Juan.

Otras comparativas destacadas incluyen Bilbao (352.578 euros) frente a Elorrio (126.171 euros) o Balmaseda (166.775 euros); Alicante (233.799 euros) frente a Elche (77.778 euros); Zaragoza (194.298 euros) frente a Caspe (57.582 euros); Las Palmas de Gran Canaria (238.658 euros) frente a Ingenio (111.127 euros); o Santander (250.669 euros) frente a Los Corrales de Buelna (102.196 euros).

«La dispersión de precios entre las capitales y sus municipios próximos revela que el problema de acceso a la vivienda no se resuelve únicamente con políticas en las grandes ciudades, sino con una visión territorial más amplia que contemple toda el área metropolitana», señala Font.

La estrategia de buscar vivienda en la periferia, aunque efectiva a corto plazo, puede generar un efecto dominó en los precios. Cuando la demanda se desplaza de forma masiva hacia estos municipios, la presión sobre el mercado aumenta y, con ella, los precios.

«El mercado está obligando a los compradores a ampliar su radio de búsqueda de forma constante. Lo que hace unos años era una opción voluntaria para algunos, se ha convertido en una necesidad para muchos. Si no se actúa de manera decidida, el círculo continuará: los compradores seguirán desplazándose cada vez más lejos, los precios seguirán subiendo en cascada y el problema se extenderá geográficamente sin resolver el fondo de la cuestión», concluye el director de Estudios de pisos.com.