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16 de abril de 2024

Una mujer comprando en Sevilla.

El incremento generalizado somete a la ciudadanía al incremento de gasto para poder hacer frente a las necesidades vitales esenciales.María José López - Europa Press

Inflación

De la pandemia a la guerra de Ucrania: un año y medio de incremento continuado de los precios

Un año y medio de incremento de los precios. Esta es la delicada situación a la que han tenido que hacer frente las familias durante los últimos 18 meses.
Según se desprende en el análisis titulado 'El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo', que han presentado Cáritas y la Fundación FOESSA, el alza de los precios se fue incrementando de manera constante una vez finalizada la primera fase de la pandemia –la del confinamiento estricto– hasta alcanzar el 6 % en el índice general en el mes de febrero de 2022, justo antes de la intervención militar en Ucrania.
Antes de eso, las medidas excepcionales de confinamiento y distanciamiento social habían tenido un fuerte impacto en la capacidad y hábitos de consumo que «se reflejaron en una dinámica estable y continuada de nueve meses de índices de precios negativos que se extendieron durante todo el 2020».
Tras el inicio de la guerra en Ucrania, las variaciones en el IPC adquirieron mayor intensidad hasta superar incluso los valores del 10 % de variación anual.
El incremento generalizado somete a la ciudadanía al incremento de gasto para poder hacer frente a las necesidades vitales esenciales. Así, los meses de marzo y junio del presente año marcaron el máximo histórico del IPC, a causa del incremento del precio de los combustibles y la energía.

La inflación, superior a la de nuestros vecinos

La inflación es una realidad generalizada tanto en el escenario mundial como en el contexto europeo, pero lo cierto es que, si bien nuestro país (8,7 %) experimenta cifras similares a la media de la UE (8,8%), España está expuesta a unos niveles inflacionistas superiores a los de los países más cercano.
Así, el nuestro sufre una mayor exposición a esta tendencia alcista en comparación con países de referencia como Francia, Italia y Portugal.

Familias maniatadas por los gastos

Volviendo a nuestro país, las partidas de los llamados gastos esenciales –vivienda, alimentación y transporte–son los que soportan un mayor incremento de los precios. Con ello, las familias dedican hasta 61 euros de cada 100 en dichos gastos.

La variación anual de los gastos en vivienda y suministros se encareció en un 19 %, mientras que los gastos de alimentación alcanzó un 13 % más.

Los relacionados con restauración, ocio, interacciones sociales y otros bienes y servicios superó índices superiores a la tendencia contenida en la última década, moviéndose en índices que superan el 2 % y sobrepasan el 7 %.

La inflación se encuentra muy contenida en el tercer capítulo de gastos, los relativos a vestidos, calzado, sanidad, enseñanza y comunicaciones, todos ellos por debajo del 3 %.

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