El 31,5% de familias españolas no cuentan con un presupuesto que garantice unas condiciones de vida dignas
FOESSA denuncia que seis millones de familias no tienen condiciones de vida digna en España
Cáritas ha presentado el estudio El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo
El análisis de 2022 El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo que han presentado Cáritas y la Fundación FOESSA ha constatado que el 31,5% de hogares españoles no cuentan con ingresos suficientes para garantizar condiciones de vida digna, lo que suponen 6 millones de familias.
El estudio ejemplifica esta situación; una familia de dos hijos adolescentes que resida en Madrid en una situación en la que no ingresen 2900 euros al mes, será un hogar vulnerable. Si trasladamos la misma situación a Orense el presupuesto mínimo desciende a los 2400 euros.
Propone otros casos como el de una vivienda unipersonal en Barcelona, cuya situación de vulnerabilidad se da con un presupuesto inferior a los 1400 euros, situación que trasladada a Cáceres desciende a los 1000.
Un hogar monoparental con dos niños menores de 12 años en San Sebastián es vulnerable por debajo de los 2200 mientras que en Ciudad Real la vulnerabilidad se da a partir de los 1300 en la misma situación.
Método PRCVD
El estudio ha empleado el sistema Presupuesto de Referencia para unas Condiciones de Vida Dignas (PRCVD) como método para llegar a estas conclusiones.
Se trata de un sistema que no solo toma como referencia los ingresos disponibles en el hogar, sino que los relaciona a las necesidades básicas según el modelo de hogar.
Thomas Ubrich de la Fundación FOESSA ha explicado que el método PRCVD «establece el presupuesto mínimo que necesita una familia para vivir con dignidad en un contexto concreto», adaptando así «dicho presupuesto a las características específicas de cada tipo de hogar, de forma que la pobreza no se defina de manera abstracta, atendiendo únicamente a los ingresos, sino de una forma concreta, en relación con las necesidades de los hogares».
Este método, que también esta implementando la UE para establecer una metodología común, además del acceso a los alimentos contempla además la vivienda, los suministros, así como el acceso a servicios como la educación, al ocio, la sanidad; es la suma de ocho tipos de gastos mínimos para que una familia viva en unas condiciones de vida dignas.
Alquiler y desempleo
Ubrich ha declarado que los hogares «con graves dificultades para satisfacer sus necesidades básicas se encuentran, sobre todo, entre los que viven en alquiler, hogares con presencia de niños en edad de estudiar, personas con discapacidad o situación de dependencia, la existencia de deudas, la ausencia de ingresos estables y el desempleo de alguno o todos los miembros activos del hogar».
Asimismo el informe apunta a que seis de cada diez hogares en situación de vulnerabilidad se han visto obligados a reducir el consumo eléctrico, de gas o de agua, además casi medio millón de familias han tenido que dejar el comedor escolar por no poder afrontar sus costes.
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Por otro lado siete de cada diez familias vulnerables han reducido el gasto en vestimenta y la mitad, tres millones de familias, han recortado el presupuesto en comida, lo que implica que un cuarto de esas familias no puede asumir una dieta especial indicada por cuestiones médicas.
Cronificación de la vulnerabilidad
Por su parte Natalia Peiro ha declarado que la situación que vive Europa de «incertidumbre generada por la guerra en Ucrania, la evolución de los costes energéticos y las cifras de inflación observadas en los últimos meses han incrementado aún más el riesgo de enquistamiento o cronificación de estas situaciones de exclusión social».
Cáritas cree que ante esta situación, que va en aumento, son necesarias políticas públicas para abordar esta situación de pobreza y desigualdad, planteando una doble perspectiva, rescatar a las familias que más sufren y mejorando el sistema público de protección social.
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