Algunos exámenes se entregaron con el precinto ya abierto y posteriormente pegado
Caos en la prueba de funcionarios de prisiones: pinganillos, móviles y otras trampas
Una aspirante fue detectada utilizando un audífono oculto donde se le cantaba desde el exterior las respuestas del examen
El caos se instaló en el examen de Instituciones Penitenciarias celebrado en varias aulas de la Universidad Complutense de Madrid. A las salas donde se desarrollaron las pruebas se colaron móviles e incluso se detectó a una opositora con pinganillo, a través del cual le estarían filtrando respuestas desde el exterior.
Según relatan los testigos, a la chica que estaba haciendo trampas se le conectó el altavoz del móvil por error, pero con ese revuelo, se acabó descubriendo que había más personas con teléfonos móviles, algo totalmente prohibido. Aunque todos fueron expulsados, entre el resto de aspirantes se abrió la duda: ¿cómo es posible que desde el exterior tuvieran la información adecuada para ir chivando por el pinganillo las respuestas correctas?
Las pruebas se habían celebrado en Madrid, con 9.655 candidatos, y Las Palmas, a donde acudieron 527.
Otras irregularidades
Fue una convocatoria a la que acudieron más de 8.000 aspirantes, en la búsqueda de alguna de las 756 plazas ofertadas para acceso libre. Los denunciantes lamentan que las irregularidades fueron una constante durante la prueba, puesto que algunos exámenes se entregaron con el precinto ya abierto y posteriormente pegado. Algo que debería ser aspecto suficiente para invalidar la oposición.
El descontento se ha hecho notar desde entonces en redes sociales en un contexto en el que se puede llegar incluso a paralizar el proceso selectivo. La asociación profesional Tu Abandono Me Puede Matar ha emitido un comunicado denunciando lo sucedido: «Hubo aulas en las que se permitió entrar con móviles y hacer uso de ellos durante el descanso y en otras no. El examen no empezó a la misma hora para todos y hubo quien pudo comer algo en el descanso y otros a los que no le permitieron eso, creando unas desigualdades entre aspirantes».
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