Escolares con sus mochilas yendo al colegio
Comunidad Valenciana
El Gobierno valenciano no modificará la ley que impide estudiar en castellano hasta dentro de dos años
Familias y profesores lamentan la vulneración de sus derechos lingüísticos por parte de los centros educativos
Las esperanzas de los que defienden una enseñanza con libertad de elección de lengua en los centros públicos valencianos brotaron cuando entró al poder el Gobierno del PP y Vox tras las pasadas elecciones autonómicas de mayo. Ambos partidos lo prometían en su programa electoral. Sin embargo, dicho cambio no verá la luz hasta dentro de dos cursos como mínimo, según ha explicado la propia Conselleria de Educación valenciana, ya que la nueva ley de Educación no estará lista hasta entonces, argumentan.
Desde Hablamos Español contradicen a Educación y aseguran que los cambios esperados por muchas familias «podrían realizarse ya», sin necesidad de esperar a la nueva ley, «a través de pequeñas modificaciones legislativas», argumentan.
Así, la realidad es que los estudiantes a día de hoy continúan sin poder elegir lengua en la que estudiar y, en la mayoría de los casos, se ven obligados a hacerlo en valenciano, sin que esta sea su lengua materna. «Ni siquiera les permiten responder a los exámenes en castellano o que las comunicaciones a los padres y la rotulación en los centros de enseñanza estén en ambas lenguas», denuncian en Hablamos Español.
Para contrarrestar las quejas, lo que sí ha hecho Educación es permitir a los centros de enseñanza de las zonas llamadas de «predominio castellano» como Requena y Utiel –que no incluyen los grandes núcleos urbanísticos como Castellón, Valencia, Alicante o Elche– modificar, si así lo desean, sus Proyectos Lingüísticos de Centro (PLC) para que desde ya se puedan estudiar las asignaturas no lingüísticas también en español. Sin embargo, esta medida no ha funcionado y la realidad es que se continúa impartiendo «casi al 100 % solo en valenciano». El proceso elegido para llevarlo a cabo o «la vulneración de los derechos lingüísticos», como denuncia una afectada, ha sido la causa.
Vulneración de derechos lingüísticos
Educación estableció que el cambio lo ha de decidir el consejo escolar de cada centro tras haber escuchado la opinión del claustro de profesores. Sin embargo, esto en muchos casos no se ha dado y, además, se ha obviado la opinión de las familias. «Las familias nos dicen que su voz no se ha tenido en cuenta y que algunas AMPA han enviado mensajes favorables a la enseñanza en valenciano para convencerles de que es lo mejor», relatan en Hablamos Español.
Por parte de los profesores, las quejas se dirigen en el mismo sentido. Muchos manifiestan que ha habido presión en los claustros para que se votara a favor de dejar las cosas como estaban; otros, que ni siquiera se les ha dejado votar. «Yo pedí que el voto fuera secreto para evitar la presión de votar a mano alzada y lo que hizo la directiva fue negarnos ese derecho y decir que nosotros no teníamos que votar. Ignoró la opinión del claustro contraviniendo las directrices de Conselleria», asegura Ana Isabel Blasco, una profesora de un instituto de Chiva (Valencia). Blanco asegura que continuar con el plurilingüismo establecido «afecta realmente a los estudios de los alumnos, salen con peor nivel académico porque para que lo entiendan en valenciano bien se tienen que bajar los contenidos o pasarte como profesor al castellano para explicar las cosas».
Temor a la futura ley
En Hablamos Español muestran preocupación de cara a la ley que Educación está 'cocinando'. «Como asociación que lucha por los derechos lingüísticos de los hispanohablantes y para acabar con el adoctrinamiento lingüístico contra el español, nos preocupa cómo también en la Comunidad Valenciana se siguen los pasos de las demás comunidades en cuanto a adoctrinamiento lingüístico nacionalista», expresan.
Temen que Educación «haya condicionado el mantenimiento de la enseñanza en valenciano en estas zonas para poder esgrimir esos datos cuando presente la nueva ley para toda la comunidad y pueda argumentar que la enseñanza en valenciano está asentada y tiene aceptación, alejándose de una ley que apueste por la verdadera libertad de elección de lengua prometida en campaña electoral y no en porcentajes».
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