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24 de abril de 2024

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, comparece para informar de la convocatoria de elecciones para el 19 de junio de 2022

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, comparece para informar de la convocatoria de elecciones para el 19 de junio de 2022Europa Press

19-J

Juanma Moreno adelanta las elecciones en Andalucía con un PSOE marcado por la corrupción y Vox al alza

El presidente de la Junta de Andalucía anuncia comicios el 19 de junio, con un PSOE-A lastrado por la corrupción y Cs en vías de extinción. El empuje de Vox podría frenar su aspiración de gobernar en solitario

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, disolverá el Parlamento este martes, 26 de abril, y convocará los comicios autonómicos, que se celebrarán 54 días después del decreto de convocatoria, conforme al artículo 42 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).
El anuncio, realizado por el propio dirigente andaluz, se ha producido después de una intensa tarde de reuniones.
Juanma Moreno citaba este lunes, en primer lugar, y siendo fiel a su compromiso, a su socio de coalición, Juan Marín, antes de reunir de forma extraordinaria a su Consejo de Gobierno para anunciarle su decisión de llamar a los andaluces a las urnas el próximo 19 de junio.
Era un anuncio muy esperado por muchos. Por otros, no tanto, puesto que los pilla «vistiéndose» o en horas bajas. En cualquier caso, las elecciones andaluzas están a la vuelta de la esquina, concretamente a 54 días de celebrarse, según establece la ley. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha convocado para el próximo domingo 19 de junio unos comicios autonómicos que se presentan como un plebiscito y que servirán para medir el llamado «efecto Feijóo» y el deterioro de un PSOE-A lastrado por la corrupción de un pasado muy presente.

Escenario de Castilla y León

Según las últimas encuestas, el escenario de Castilla y León podría repetirse en Andalucía; es decir, que el Partido Popular, ganador de las elecciones, necesitara de Vox para continuar gobernando en la comunidad autónoma. Moreno, que, como su colega Mañueco en su día, aspira a «gobernar en solitario», podría darse de bruces con la realidad de tener que cambiar de socio de Gobierno; algo que ya ha advertido su amigo Juan Marín, consciente de que los «estados de opinión» no le son demasiado favorables a Ciudadanos, carne de cañón en la cita comicial venidera. @
Estas elecciones serán, además, la primera ocasión en que se mida realmente, más allá de sondeos, el «efecto Feijóo». En Sevilla, hace menos de un mes, Moreno bendijo al flamante presidente nacional del PP, y éste cuenta ahora en su ejecutiva con varios miembros de la delegación andaluza, empezando por la mano derecha del malagueño, el también «boquerón» Elías Bendodo, coordinador general, número tres del gallego. El perfil moderado de ambos dirigentes, centristas y autonomistas acérrimos, hace que un triunfo electoral de Juanma Moreno pueda impulsar a Alberto Núñez Feijóo camino de la Moncloa.

Feudo socialista

Por otro lado, el PSOE-A anda configurando sus listas con el objetivo de recuperar San Telmo; algo que pasa por hacer olvidar toda la corrupción que lo lastra como opción política. Su candidato, el exalcalde de Sevilla, Juan Espadas, quien fuera asimismo consejero de los condenados Manuel Chaves y José Antonio Griñán, tiene la misión, ordenada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de reconquistar el feudo socialista por antonomasia con la «mochila» de los ERE —sobre cuya sentencia hubiera de pronunciarse el Tribunal Supremo la semana que viene— o la Faffe —agencia de colocación que, para más inri, contrató a Carmen Ibanco, esposa del exregidor hispalense—.
Así pues, los socialistas se agarran al clavo ardiendo del discurso del miedo ante el auge de la «ultraderecha» y censuran el pacto del Partido Popular y Vox en Castilla y León, donde la formación de Santiago Abascal no presentó candidato —a la postre, el ya vicepresidente castellanoleonés, Juan García-Gallardo— hasta que los comicios fueron convocados, como ocurrirá ahora en Andalucía, en un momento en el que habría dudas respecto a la candidatura de Macarena Olona. «Lo importante no es el mensajero, sino el mensaje», dicen en Vox, que afronta esta cita electoral con unas previsiones de crecimiento que lo convertirían, de materializarse, en la tercera fuerza del Parlamento andaluz.
Con Juanma Moreno enarbolando la bandera del «andalucismo moderno» y la gestión, y Vox adoptando un discurso obrerista y canalizando el hartazgo popular, a la izquierda, echada en brazos de lo «woke», sólo le queda unirse, a fin de sumar más escaños que el PP y Vox, en torno a una marca común, «Por Andalucía», que reuniría a Unidas Podemos y Más País, no así a Adelante Andalucía, confluencia de partidos andalucistas liderada por Teresa Rodríguez. Llegado el caso, el PSOE-A repetiría relación de fuerzas a nivel nacional para gobernar, de nuevo, la Junta.
En definitiva, Moreno ha anunciado unos comicios que le serían muy propicios, con un PSOE-A lastrado por la corrupción, y una izquierda, en general, desnortada, aunque el empuje de Vox podría frenar su aspiración de gobernar en solitario. El domingo (sin experimentos intersemanales) 19 de junio, los andaluces despejarán muchas incógnitas —sobre todo, las del quién los gobernará y el cómo serán gobernados— que marcarán el rumbo de la política nacional en los próximos meses.
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