La Reina en el acto de inauguración de la exposición de Goya en Suiza
Casa del Rey
La Reina inaugura la exposición «Goya» en Suiza
Una muestra desarrollada en colaboración con el Museo Nacional del Prado
Su Majestad la Reina, que viajó a Suiza acompañada por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha inaugurado la exposición «Goya» en la Fundación Beyeler de Basilea. Con la colaboración del Museo Nacional del Prado, la exposición se desarrollará entre el 10 de octubre de 2021 y el 23 de enero de 2022.
Doña Letizia ha sido recibida a su llegada a la Fundación Beyeler por el alcalde de Basilea, Beat Jans; el director de la Fundación Beyeler, Sam Keller; el director del Museo Nacional del Prado, Miguel Falomir; y por la responsable de Proyectos Internacionales de la Fundación Beyeler, Isabela Mora. Su Majestad ha saludado también a los prestadores de la exposición, patronos de la Fundación Beyeler y del Museo Nacional del Prado.
Doña Letizia, a su llegada a la Fundación. Beyeler.
Todo un tributo al pintor fuendetodino
El comisario de la Exposición, Martin Schwander, ha acompañado a la Reina durante el recorrido, pudiendo contemplar una obra audiovisual sobre las Pinturas Negras de Goya. Esta exposición se erige como una de las más importantes dedicadas al pintor fuera de nuestro país.
Su Majestad, en la entrada de la exposición.
Pinturas pocas veces expuestas
La muestra reúne más de 70 pinturas y una selección de dibujos y grabados magistrales que invitan al espectador a un viaje hacia lo bello y lo incomprensible. Gracias a la colaboración del Museo Nacional del Prado de Madrid, en la Fundación Beyeler se exhibirán pinturas raras veces expuestas de colecciones privadas españolas, combinadas por primera vez con obras clave de los museos y colecciones privadas europeas y estadounidenses más reconocidos.
Para saber más...
Francisco José de Goya nace un 30 de marzo de 1746 en Fuentedetodos (Zaragoza), de familia de hijosdalgos aragoneses. Bautizado por el vicario José Ximeno, al mes de su nacimiento su familia se traslada a Zaragoza.
El pintor fue alumno de las Escuelas Pías de Zaragoza, donde se unió en gran amistad con Martín Zapater. Bajo el reinado de Carlos III, Goya fue aprendiz del pintor José Luzán Martínez, con quien permaneció cuatro años.
A su llegada a Madrid en 1763, el pintor trabajó en el taller de Francisco Bayeu. Llama la atención cómo Goya no resultó ganador en algunos concursos, como el de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid para obtener una pensión de pintura que ganó Gregorio Ferro.
Más tarde se trasladó durante dos años a Italia, para estudiar en la Academia del Disegno de San Luca en Roma, una estancia que le sirvió para pintar algunas de las ciudades que visitó.
Tras casarse, tener hijos y varios intentos de solicitar ser el pintor del monarca, no fue hasta la subida al trono de Carlos IV y María Luisa de Parma, así como tras el nombramiento del conde de Floridablanca como secretario del Despacho de Estado, a quien ya había retratado; que Goya es nombrado pintor de Cámara.
Así, se pueden resumir en cuatro las etapas del pintor: la de su juventud, resaltando los cartones para las reales fábricas de tapices y retratos; la de madurez, con los retratos de la Familia Real y la nobleza, a la par que pinturas que ilustran las lacras sociales; la etapa de los desastres de la guerra de la Independencia y su etapa final de las pinturas negras, cuando se siente solo y aislado del mundo a causa de su sordera, refugiado en su casa de la orilla del río Manzanares, La Quinta del Sordo.
El pintor fue alumno de las Escuelas Pías de Zaragoza, donde se unió en gran amistad con Martín Zapater. Bajo el reinado de Carlos III, Goya fue aprendiz del pintor José Luzán Martínez, con quien permaneció cuatro años.
A su llegada a Madrid en 1763, el pintor trabajó en el taller de Francisco Bayeu. Llama la atención cómo Goya no resultó ganador en algunos concursos, como el de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid para obtener una pensión de pintura que ganó Gregorio Ferro.
Más tarde se trasladó durante dos años a Italia, para estudiar en la Academia del Disegno de San Luca en Roma, una estancia que le sirvió para pintar algunas de las ciudades que visitó.
Tras casarse, tener hijos y varios intentos de solicitar ser el pintor del monarca, no fue hasta la subida al trono de Carlos IV y María Luisa de Parma, así como tras el nombramiento del conde de Floridablanca como secretario del Despacho de Estado, a quien ya había retratado; que Goya es nombrado pintor de Cámara.
Así, se pueden resumir en cuatro las etapas del pintor: la de su juventud, resaltando los cartones para las reales fábricas de tapices y retratos; la de madurez, con los retratos de la Familia Real y la nobleza, a la par que pinturas que ilustran las lacras sociales; la etapa de los desastres de la guerra de la Independencia y su etapa final de las pinturas negras, cuando se siente solo y aislado del mundo a causa de su sordera, refugiado en su casa de la orilla del río Manzanares, La Quinta del Sordo.
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