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20 de abril de 2024

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere AragonèsEuropa Press

Bolaños mañana viaja a Barcelona

El separatismo utiliza el presunto espionaje de Pegasus para revivir su mortecino «procès»

El ministro de Presidencia se reunirá mañana con la número dos de Aragonés y la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, en plena polémica por el revival del espionaje a dirigentes separatistas

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la consejera de la Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, se reunirán este domingo en el Palau de la Generalitat, en Barcelona. La reunión llega en plena polémica por el presunto espionaje a dirigentes independentistas catalanes.
Junts, por su parte, ha advertido en un comunicado que la reunión del domingo sólo podrá acabar con un anuncio del Gobierno de «la apertura de una investigación sobre el espionaje». «Para Junts en el Govern, el único anuncio que esperamos del Gobierno español es la apertura de una investigación sobre el espionaje», ha remarcado en este mismo comunicado JxCat, uno de los dos socios de la coalición de gobierno en Cataluña.
Fuentes de Junts, a su vez, han señalado que «no dan por válida» esa reunión, que califican de «cita menor», y recuerdan que esta semana el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, dio por congeladas las «relaciones políticas» con el Gobierno de Pedro Sánchez, a la espera de que dé explicaciones y «depure responsabilidades» por la denuncia de «espionaje político» a independentistas.
JxCat ha querido marcar así el terreno a ERC, formación a la que pertenece la consellera Vilagrà, mano derecha de Aragonès. Según JxCat, mientras el Gobierno no anuncie una investigación sobre el caso, «tal y como se pactó entre los dos socios de Govern el pasado martes, mantenemos congeladas las relaciones y, por tanto, las reuniones políticas bilaterales».

Psicodrama en Madrid, pacto en BCN

La visita de Bolaños se ha hecho pública tras las referidas declaraciones del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en las que ha exigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que dé explicaciones de una vez por el caso de espionaje político y ha cargado contra la Ministra de Defensa, Margarita Robles, por sus declaraciones «insuficientes y contraproducentes». El encuentro entre Bolaños y Vilagrà empezará a las 10 de la mañana y está previsto que después hagan declaraciones a los periodistas de manera separada.
Hay, sin embargo, una cierta teatralización en todo lo que afecta a la utilización del caso Pegasus por parte del mundo independentista catalán. Y es que, por un lado, Pere Aragonès ha viajado el pasado martes a Madrid para reunirse en el Congreso con los grupos parlamentarios independentistas catalanes, vascos y gallegos más Podemos y Compromís para exigir depuración de responsabilidades en el caso de presupuesto espionaje a 63 políticos independentistas y algunos de sus familiares. Pero, por otro lado, y al mismo tiempo, el PSC de Salvador Illa y ERC, partido en el que milita Aragonès, pactaban esta semana en Cataluña aparcar las peticiones de comparecencia de líderes de ambos partidos atenazados por diversos casos de corrupción.
Menos de 24 horas después de que Aragonès anunciara en Madrid la congelación de relaciones con Pedro Sánchez en su reunión en el Congreso, republicanos y socialistas libraban a la presidenta de la Diputación de Barcelona, Nuria Marin (PSC) y a Xavier Vendrell (ERC) de dar explicaciones en la cámara autonómica sobre los casos de desviación de fondos en el Consejo Deportivo de L’Hospitalet.
Con un Procés en horas bajas, en mínimos demoscópicos, el independentismo agitó durante unos meses la bandera de la inmersión lingüística como un intento para unir fuerzas y seguir su enfrentamiento con la democracia española. Como esa vía no ha acabado de funcionar, ahora ponen toda su carne en el asador con este presunto caso de espionaje del programa Pegasus. El tema ya salió a la luz pública hace un par de años. Entonces se publicó que habían sido espiados el presidente del Parlament, Roger Torrent, y el líder de ERC en el ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall.
La excusa para revivir esta polémica la ha servido la revista The New Yorker, que casualmente ha publicado el pasado 18 de abril una investigación titulada Cómo las democracias espían a sus ciudadanos para revelar que Pere Aragonès, Quim Torra, Artur Mas, el círculo de Puigdemont, Òmnium, la ANC, líderes de Junts, ERC, la CUP o EH Bildu fueron objetivo de espionaje de 2017 en adelante, justo en los momentos más duros de su batalla para el referéndum ilegal del 1 de octubre, donde la desinformación rusa también jugó un papel importante.

Contra Margarita Robles

En cualquier caso, en declaraciones a los medios en el Palau de la Generalitat con motivo de la Diada de Sant Jordi en Cataluña, Aragonès ha considerado «inadmisible que aún no haya explicaciones claras» por parte del Gobierno de Pedro Sánchez sobre el presunto caso de espionaje.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños

El ministro de la Presidencia, Félix BolañosEuropa Press

«No tienen ningún tipo de sentido que el presidente del Gobierno no haya ofrecido una explicación. Y las explicaciones de la ministra de Defensa son insuficientes y contraproducentes, porque decir que el CNI no se puede defender... Quien no se puede defender son las sesenta personas que hemos visto nuestra intimidad espiada y expuesta a terceros que quieren condicionar la vida política de este país», ha denunciado el president.

El PSC reacciona

Por su parte, el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, ha advertido este sábado al gobierno de la Generalitat de que «no hay alternativa al diálogo», pese a las turbulencias surgidas a raíz de la denuncia de espionaje a más de 60 dirigentes independentistas a través del programa de ciberespionaje.
En este mismo sentido, el primer secretario del PSC y líder de la oposición en el Parlament, Salvador Illa, ha pedido «tiempo muerto» en plena polémica por los supuestos casos de espionaje para centrarse este 23 de abril en la Diada de Sant Jordi.
Aunque no ha querido entrar en el fondo de la cuestión, sí que ha reiterado su máxima confianza en el Gobierno de España, del que ha destacado que formó parte y al que «se cree». «Tengo confianza en lo que han dicho los portavoces del gobierno de España», ha destacado Illa.
«El Gobierno de España no espía, el Gobierno de España dialoga, el Gobierno de España está dispuesto a llegar al final del asunto», ha defendido el líder socialista ante las preguntas formuladas sobre un caso bautizado ya como 'Catalangate'.

Junqueras se suma al ataque

El líder de ERC, Oriol Junqueras, no ha perdido tampoco ocasión de reclamar nuevamente que el Gobierno asuma responsabilidades, y ha recordado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que otros casos similares de espionaje en el pasado han derivado en dimisiones.
En declaraciones a los medios con motivo de la Diada de Sant Jordi, en el expositor de ERC en la Rambla de Catalunya, Junqueras ha vuelto a hacer gala de su discurso victimista: «No se puede olvidar que la represión continúa y sigue afectándonos a muchos de nosotros».
NSO Group está señalado por espiar a 50.000 teléfonos con su programa Pegasus

NSO Group está señalado por espiar a 50.000 teléfonos con su programa PegasusEl Debate

¿Cómo funciona el programa Pegasus?

NSO Group fue fundada el 25 de enero de 2010 para vender un software espía llamado Pegasus que permite la vigilancia de manera remota de teléfonos inteligentes. Niv Carmi, Omri Lavie y Shalev Hulio fueron sus fundadores y tiene una plantilla de casi mil empleados con sede en Herzliya, cerca de Tel Aviv (Israel).

El spyware Pegasus de NSO Group es la tecnología más sofisticada que existe en el mercado. Cuando Obama llegó a la Casa Blanca los servicios de seguridad de Estados Unidos se ganaron el sueldo para blindar su Blackberry porque el presidente se negó a utilizar cualquier otro terminal que no fuera con el que viajó en mochila a Granada.

En España, María Dolores de Cospedal fue el banco de pruebas de CNI para testar un teléfono inteligente de máxima seguridad proporcionado por una compañía sueca que se implementó en un Sony Xperia X. Casi todas las personalidades del Gobierno tienen obligación de utilizarlo, pero muchos siguen sus rutinas de siempre, aunque se cuidan de no compartir información comprometida.

No se necesita hacer nada para que Pegasus dinamite el móvil de una personalidad importante y acceda a su intimidad. Ni un mail, ni un sms, ni una llamada fantasma. Los hackers aprovechan los agujeros de los sistemas operativos llamados «zero-day», es decir, vulnerabilidades en el código que pueden empezar el mismo día en el que alguien de Google o de Apple empieza a escribir el reverso de Android o de iOS.

Los fabricantes no saben cómo cortar el acceso, las víctimas no se enteran del contagio de sus dispositivos y Shalev Hulio, líder de NSO Group, no tiene pensado que su código ético le impida seguir poniendo este servicio en manos de cualquier poderoso sediento de información.
Amnistía Internacional está detrás de la investigación. La ONG lleva años denunciando que Pegasus fue el detonante que propició la muerte del periodista de The Washington Post, Jamal Khashoggi, asesinado en 2018 por agentes del gobierno saudí.
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