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José Antonio López Ruiz 'Kubati' durante una manifestación por la muerte en prisión de un miembro de ETA en 2016

José Antonio López Ruiz 'Kubati' durante una manifestación por la muerte en prisión de un miembro de ETA en 2018Pablo Ojer

'Kubati': «¿Eres Yoyes? Soy miembro de ETA y vengo a ejecutarte»

Treinta y seis años después de asesinarla por querer dejar ETA, solo Kubati se mantuvo fiel a las tesis asesinas

Hoy hace 36 años, Dolores González Catarain, más conocida como 'Yoyes', la primera mujer que alcanzó la dirección de ETA, fue asesinada por el terrorista José Antonio López Ruiz ‘Kubati’ precisamente por querer abandonar la organización terrorista. Hoy, 36 años después, Kubati es el único implicado en aquel asesinato que se mantuvo fiel a la organización terrorista hasta el final.

Era el 10 de septiembre de 1986, en plenas ferias de Ordizia (Guipúzcoa). Dolores González Catarain, más conocida como Yoyes, llevaba unos meses viviendo en la localidad desde que decidió regresar de México para culminar su proceso de abandono del terrorismo, para vivir como una ciudadana normal. Pero ese ejemplo, el de la primera mujer que había alcanzado la categoría de dirigente de los terroristas, podía tener demasiado peso en el subconsciente de la organización y era algo a lo que ETA no se podía arriesgar.

Plaza Barandiarán de Ordizia, también conocida como Plaza Yoyes porque ahí fue asesinada la ex miembro de ETA

Plaza Barandiarán de Ordizia, también conocida como Plaza Yoyes porque ahí fue asesinada la ex miembro de ETAPablo Ojer

El máximo líder de ETA, Francisco Mújica Garmendia ‘Pakito’ propuso su asesinato. Otro jefe de la organización terrorista, José Luis Álvarez Santacristina ‘Txelis’ corroboró la propuesta. José Miguel Latasa Guetaria ‘Fermín’, vecino de Ordizia, señaló y cubrió a José Antonio López Ruiz ‘Kubati’ en su objetivo. «¿Eres Yoyes?» preguntó. «Sí», respondió ella. «¿Sabes quién soy?». «No», contestó aunque sabía qué era lo siguiente. «Soy miembro de ETA y vengo a ejecutarte».

Acto seguido, ‘Kubati’ descerrajó dos disparos sobre Yoyes. Uno en el tórax y otro, al caer ella, en la pierna. Aún tuvo la sangre fría de apuntar con su pistola y rematarla en el suelo tras uno de los tractores último modelo que se exhibía en la plaza de Ordizia. El pequeño Akaitz, hijo de Yoyes de tan solo tres años, había sido testigo de todo.

Ninguno de los implicados en aquel asesinato permanece aún en prisión, aunque todos ellos fueron condenados a cientos de años de prisión. ‘Kubati’ se vio beneficiado por el fin de la ‘Doctrina Parot’ dictada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2013 y salió en libertad. Acto seguido se integró en Sortu y trabajó con los presos para que se puedan acoger a los beneficios penitenciarios que condenaron a Yoyes.

Eso sí, desde entonces ya ha sido detenido en dos ocasiones por presunto enaltecimiento del terrorismo, incluyendo como organizador de los ‘ongi etorris’ de bienvenida a los etarras que salen de prisión. El resto de implicados, no solo no están en prisión, sino que fueron expulsados de ETA por pedir el abandono de las armas.

Primer expulsado de ETA

José Miguel Latasa ‘Fermín’ se convirtió en 1994 en el primer miembro de ETA expulsado oficialmente de la organización. Se le acusó de «colaboracionista» ya que tras su detención reconoció todo e, incluso, llegó a calificar a los policías que le detuvieron como «unos enemigos envidiables y grandes profesionales». Salió de prisión en 2013 tras acogerse a la ‘Vía Nanclares’, que prevé medidas de reinserción.

José Luis Álvarez Santacristina ‘Txelis’ fue detenido en 1992 en la operación de Bidart. Una vez en prisión, se alejó de sus compañeros de armas y buscó refugio al abrigo de la religión, lo que le llevó a pedir el abandono de las armas en 1993, y a pedir perdón por sus crímenes. De hecho, es el etarra que más veces ha pedido perdón e, incluso, cuando comenzó a trabajar como profesor de euskera, acordó aportar una cantidad mensual de su salario para reparar el daño infringido. Fue expulsado de ETA en 1998. Se acogió a medidas de reinserción, las mismas por las que respaldó el asesinato de Yoyes. Salió de prisión en 2015 después de llevar años en tercer grado.

Operación Bidart

Francisco Mújica Garmendia ‘Pakito’, además de ordenar el asesinato de Yoyes, fue quien puso en marcha el modus operandi de atentados indiscriminados hasta su detención en 1992, también en la operación de Bidart. En 2004 remitió una carta a la dirección de ETA en la que pedía el abandono de las armas. «La lucha armada que desarrollamos hoy en día no tiene sentido», afirmaba, «nuestra estrategia político-militar ha sido superada por la represión del enemigo contra nosotros», afirmaba en una misiva firmada junto con otros cinco terroristas. Todos ellos fueron expulsados de la organización de inmediato.

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