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25 de abril de 2024

Pedro Sánchez y Mohamed VI, en su reunión del pasado mes de abril

Pedro Sánchez y Mohamed VI, en su reunión del pasado mes de abrilEFE

Toda la carne en el asador

La cumbre con Marruecos comenzará con Mohamed VI haciéndose de rogar y sin Yolanda Díaz

El presidente y una docena de ministros, ninguno de Unidas Podemos, viajan el miércoles a Rabat para la primera Reunión de Alto Nivel en ocho años. Una cita «histórica», según la Moncloa

El presidente del Gobierno y una docena de ministros viajan esta semana a Rabat para participar en la primera Reunión de Alto Nivel con Marruecos desde 2015, que se celebrará el miércoles y el jueves. El Ejecutivo califica la cita de «histórica», pero habrá plantón de Unidas Podemos en señal de protesta y, además, Pedro Sánchez no sabrá hasta última hora si Mohamed VI le recibirá en Palacio.
Ni siquiera la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, acudirá a la capital marroquí en representación del socio minoritario de la coalición, dado su desacuerdo con el cambio de postura respecto al Sáhara Occidental. Ello a pesar de que, entre los asuntos que ambas delegaciones tratarán, se encuentran aspectos relacionados con la contratación de trabajadores marroquíes en origen. Pero, según fuentes gubernamentales, la llamada migración circular corresponde al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Y, en el caso de que haya algún acuerdo que competa a Díaz, el ministro de Asuntos Exteriores lo firmará en su lugar.
Junto con Sánchez y José Manuel Albares viajarán las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera y los ministros de Justicia, Pilar Llop; Interior, Fernando Grande-Marlaska; Transportes, Raquel Sánchez; Educación, Pilar Alegría; Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; Migraciones, José Luis Escrivá, Agricultura, Luis Planas; y Ciencia, Diana Morant.
El Gobierno sabe que se juega mucho, puesto que este giro estratégico no tiene el aval del Congreso. Es más: todos sus socios se opusieron y se siguen oponiendo a la entrega del Sáhara a Marruecos. Tanto se juega, que los eurodiputados socialistas españoles votaron recientemente en contra de una resolución del Parlamento Europeo que criticaba la falta de libertad de prensa en el país africano. Todo con tal de no poner en riesgo la cita de Rabat. Según uno de ellos, Juan Fernando López Aguilar, por Marruecos hay que «tragar sapos».
«Esta Reunión de Alto Nivel nos va a permitir sentar las bases ante el encaje definitivo de la relación bilateral, y que no estemos abocados de manera recurrente a que se sucedan crisis constantes, periódicas. No nos lo podemos permitir ni España, ni Marruecos ni la Unión Europea», afirman las mismas fuentes.

«Transparencia y confianza mutua»

A este respecto, como salvaguarda de que ambas partes cumplen se creará un mecanismo de seguimiento de cumplimiento de los acuerdos que, según la Moncloa, ya ha empezado a funcionar. «Ahora, cada vez que hay un irritante descolgamos el teléfono. Se trata de trabajar con transparencia y confianza mutua», sostienen. Desde que el pasado 7 de abril el presidente viajara a Rabat para inaugurar una «nueva etapa» en las relaciones con Marruecos, el ministro Albares se ha reunido con su homólogo, Nasser Bourita, en ocho ocasiones.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con su homólogo marroquí, Nasser Bourita en Marrakech

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con su homólogo marroquí, Nasser Bourita en MarrakechFE/EPA/JALAL MORCHIDI

Durante miércoles y jueves, ambos gobiernos firmarán una veintena de acuerdos y una declaración conjunta que, según la delegación española, «es de una profundidad y calado sin precedentes». Entre esos acuerdos figuran un nuevo protocolo para facilitar inversiones españolas en Marruecos, otro financiero, un acuerdo para que en 80 colegios marroquíes cursen varias asignaturas en español, otro sobre plantas desaladoras, sobre la cooperación en la lucha contra el terrorismo, sobre el control migratorio… Uno de los principales puntos de interés es la apertura de las aduanas comerciales con Ceuta, que no había existido nunca, y con Melilla, que se está reabriendo después de cinco años.
También se desplazarán a Marruecos el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y el de la Cámara de España, José Luis Bonet, puesto que antes de la Reunión de Alto Nivel habrá un foro empresarial. El país vecino tiene proyectadas varias infraestructuras ferroviarias millonarias y el empresariado español quiere optar a esos contratos. A mayores, España es el tercer gran inversor en Marruecos. Hay 17.600 empresas que exportan sus productos y servicios allí y 674 firmas españolas asentadas en suelo marroquí. Además, se producen anualmente 10.000 millones de euros en intercambios comerciales.
La jornada central será la del jueves. Ese día arrancará con una visita del presidente español y su homólogo marroquí, Aziz Ajanuch, al mausoleo de Mohamed V. Mientras ambos se reúnen, en los distintos ministerios se firmarán los acuerdos de cada ramo. Después habrá una sesión plenaria y, posiblemente, una foto conjunta de ambas delegaciones. Al término de la cita habrá una comparecencia conjunta de Sánchez y Ajanuch. Puede que sin preguntas siquiera: lo último que quiere España es llevar la contraria a Marruecos.
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