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27 de abril de 2024

El exdirector de la Faffe Fernando Villén (d), acompañado de su letrado

El exdirector de la Faffe Fernando Villén (d), acompañado de su letradoEFE

Un ex alto cargo de la Junta socialista justifica el pago de 32.000 euros de dinero público en visitas a prostíbulos

El juicio, que se había retrasado para que no coincidiese con las elecciones del 28-M, coincide ahora con el anuncio del adelanto de las generales

Fernando Villén, el ex director de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), ha reconocido que realizó pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias con cargo al erario público pero que todo el dinero «de uso indebido» que sacó «los devolvió en todos los casos», algo que no comparte la Fiscalía ni la acusación.
Así lo ha manifestado Villén quien ha declarado este lunes en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Sevilla. Villén está imputado junto a la exdirectora económica y financiera de la Faffe, Ana Valls, quien tiene previsto declarar este martes.
El juicio ha dado comienzo un día después de las elecciones municipales, una vez que el pasado 30 de marzo la Audiencia acordara aplazarlo para no interferir en los comicios, ya que inicialmente estaba previsto entre el 18 y el 26 de mayo. Pero finalmente ha coincidido igualmente con periodo electoral dado el anuncio por sorpresa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del adelanto electoral de las generales previsto para el 23 de julio. La previsión es que el juicio de Villén se prolongue hasta el próximo 12 de junio.
Presidido por la jueza Mercedes Alaya, se juzga a Villén y Valls por un delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso con un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público, aunque la acusación representada por la Junta de Andalucía no pide para la segunda el delito de malversación.
El fiscal Fernando Soto ha intentado demostrar durante el interrogatorio a Villén que los pagos realizados por el exdirector de la Faffe con las tarjetas no se reintegraron, y que este es un caso «sencillamente de corrupción», ya que se gastó 32.566 euros en al menos diez visitas a clubes de alterne principalmente en Sevilla y en Cádiz.
Soto ha reiterado que Villén usó el dinero público en «prostitutas, orgías y festivales» en locales de alterne y «de común acuerdo» con Valls promovió un sistema «para ocultar» estos gastos con cargo a la Faffe, por lo que cree que idearon un sistema para inventar facturas y anticipos para «compensar» el dinero empleado.
En el interrogatorio, el fiscal ha hecho especial hincapié en los más de 14.000 euros gastados en el club Don Ángelo, de la capital hispalense, con la tarjeta de la Faffe, algo que el propio Villén ha reconocido pero que, según ha explicado, fue devuelto dos días después en metálico, en un sobre entregado al dueño del establecimiento por su chófer.
Villén ha confesado que el dinero le fue prestado por un amigo, a quien le devolvió posteriormente la deuda, y que le extrañó que la tarjeta aceptara tal cantidad de dinero puesto que supuestamente estaba limitada a 3.000 euros, algo que compartió con Valls, a quien pidió que no apareciera en la contabilidad de la Faffe porque lo iba a devolver.
La Fiscalía denuncia que a raíz de este caso, Valls firmó dos cheques por 6.300 euros que cobró en efectivo de la Faffe y de los que «no se ha vuelto a saber nada», de forma que en los registros bancarios «no aparece el dinero de las devoluciones» que Villén asegura que se produjeron.
El exdirector de la Faffe ha estado bastante entero durante todo el interrogatorio pero se derrumbó al final durante las preguntas de su abogado, Adolfo Cuéllar, cuando aseguró de que era consciente del «grado de arrepentimiento» que tenía, ya que este caso le ha proporcionado un «gran deterioro» tanto en sus relaciones personales como en las sociales, e incluso hasta una depresión.
Previamente, su abogado defensor había reconocido que estos hechos respondían a unos «actos moralmente reprobables», pero ha advertido de que en este juicio no se estaba dilucidando un asunto «moral» sino una cuestión jurídica que se ha saldado con que su defendido había devuelto «en todas las ocasiones» lo gastado con tarjetas.
El juez instructor del caso detectó «ocho operativas distintas de gastos efectuados a través de las tarjetas asociadas a las cuentas de la Faffe en diferentes establecimientos donde se habría ejercido la prostitución», y además de los clubes de alterne habría realizado gastos en otros establecimientos.
Concretamente, en El Corte Inglés, 113,90 euros; discotecas, 136,10 euros; estación de servicio, 216,39 euros; hoteles, 2.521 euros; peajes, 11.200,24 euros; restaurantes, 21.005,76 euros; taller de vehículos, 173,79 euros, entre otros, según el atestado de la Guardia Civil.
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