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20 de mayo de 2024

Imagen promocional del documental 'No me llame Ternera'

Imagen promocional del documental No me llame Ternera

Una víctima, tras ver documental de Ternera: «Dice auténticas burradas para cualquiera en su sano juicio»

Sin embargo, Iñaki García Arrizabalaga considera que «no se blanquea a ETA»

«Trata de justificar lo injustificable. Dice auténticas burradas para cualquier mente en su sano juicio. Es lógico que para una víctima del terrorismo sea hiriente escuchar estas burradas», afirma precisamente una víctima del terrorismo, Iñaki García Arrizabalaga, a través de las redes sociales después de ver el documental con la entrevista al sanguinario dirigente de ETA, Josu Ternera, que el Festival de Cine de San Sebastián proyectará este próximo viernes.
Iñaki García Arrizabalaga es hijo de Juan Manuel García Cordero, delegado de Telefónica en Guipúzcoa, secuestrado, interrogado y asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas, una escisión de ETA Político Militar, el 23 de octubre de 1980.
Iñaki es una de las víctimas que, invitados por el Festival, visualizaron el polémico documental dirigido por el periodista Jordi Évole antes de su estreno oficial. Él, igual que otra víctima, Josu Elespe, hermano del concejal socialista Froilán Elespe asesinado por ETA el 20 de marzo de 2001, asegura que «no es un documental en el que se blanquee a ETA».

«No se arrepiente de nada»

Pero sí que considera que durante el documental «para Josu Ternera, el fin justifica los medios, sean cuales sean» y «no se arrepiente de nada de lo que ha hecho en sus 50 años de militancia en ETA. Y lo deja muy claro».
Además, García Arrizabalaga señala que «miente en varios momentos del documental para protegerse contra posibles acciones judiciales futuras». Es decir, se trata de una entrevista muy pensada y muy preparada, porque durante la misma, Ternera no tiene ningún problema en reconocer que sí participó en el asesinato del alcalde de Galdácano, Víctor Legorburu, a sabiendas de que era un crimen que ya no tendría consecuencias penales puesto que quedó anulado por la amnistía de 1977.
De ahí que sea capaz casi de una descripción psicológica del asesino: «Será mi percepción, pero tiene una expresión, un rictus agresivo en la cara que asusta. Parece que está permanentemente cabreado», «empatía emocional real de Josu Ternera con la víctimas causadas, nula. Analfabeto emocional total».
Algo en lo que, en términos similares, coincide Josu Elespe: «(El documental) muestra a un tío escaso de inteligencia, sin ideología, mediocre, unidireccional, sin empatía, soberbio, preso de su mundo. Si no fuera por su currículum, generaría vergüenza ajena», concluye Elespe.
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