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27 de abril de 2024

Pedro Sánchez, este viernes en Granada

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Las claves de la negociación

El acuerdo entre el PSOE y Junts incluye la amnistía, un pacto fiscal y reconoce que el 155 fue un error

Los socialistas ya tienen listo un borrador. Conde-Pumpido planea dormir la ley de amnistía al menos dos años, ante las dudas suscitadas en el propio sector de izquierdas, el que debería avalarla

El PSOE ya tiene elaborado un borrador del acuerdo con el que Pedro Sánchez pretende asegurarse el voto de ERC, y sobre todo de Junts, a su investidura. Y no solo, puesto que con él el presidente en funciones también intentará garantizarse al menos media legislatura de estabilidad.
Además de la amnistía, y según fuentes del PSOE consultadas por El Debate, el acuerdo incluye un gran pacto económico y fiscal para Cataluña. Que, a su vez, servirá como contrapartida para que el independentismo apoye los Presupuestos Generales de 2024. Puesto que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya reconoció el martes que investidura y Presupuestos han de ir en el mismo paquete.
Por el contrario, en este momento el PSOE cierra la puerta a un referéndum, que será la línea roja que ERC y Junts tengan que aceptar de momento. Otra cosa es cuando la legislatura esté más avanzada. El propio Sánchez señaló el martes en la Moncloa, tras ser designado candidato a la investidura por el Rey, que por ahí no va a pasar. «Es contrario a lo que yo he defendido siempre, con mi palabra y con mi acción», aseguró.

La aplicación del 155, un error

Como parte de ese acuerdo entre partidos, los socialistas reconocerán que fue un error la aplicación del artículo 155 en Cataluña, que motivó la suspensión de la autonomía. El presidente en funciones ya insinuó algo parecido en esa comparecencia del martes, cuando afirmó que no hay «nadie» que pueda sentirse «orgulloso» de lo que pasó en 2017. «Yo no me siento orgulloso, y no era presidente, sino líder de la oposición», añadió, sacudiéndose toda responsabilidad.
Por el contrario, hace dos semanas Mariano Rajoy señaló en una entrevista en la COPE que cuando anunció a Sánchez la aplicación del 155 éste no se quejó de «judicializar o no judicializar». Las dos condiciones que el entonces líder de la oposición puso para que el PSOE apoyara el 155 en el Senado fueron que quedaran al margen los medios públicos catalanes y la Educación. Rajoy accedió a ambas, aunque podría haber aprobado su aplicación sin el PSOE, porque entonces el PP tenía mayoría absoluta en la Cámara Alta.
Para que el plan de Sánchez prospere será necesario que el Tribunal Constitucional no ponga peros a la constitucionalidad de la amnistía. Sin embargo, los socialistas han detectado mucha intranquilidad, y dudas, en el sector de izquierdas, que lidera el propio Cándido Conde-Pumpido. Empezando por el exministro de Justicia Juan Carlos Campo, que fue quien redactó los indultos.
Por ello, para curarse en salud, el TC no hará un pronunciamiento sobre la ley de amnistía ni a corto ni a medio plazo. El presidente del Constitucional la dormirá durante, al menos dos años, media legislatura. Conde-Pumpido puede hacerlo, puesto que es él quien controla el orden del día y los tiempos de los recursos que analizan los magistrados. La prisa que se dio para dar carpetazo a los recursos contra la ley del aborto de Zapatero, contra la ley Celaá y contra la ley de la eutanasia será inversamente proporcional a la que tenga para pasar la amnistía por el tamiz del máximo intérprete de la Carta Magna.

Sumar tiene otra propuesta

Los socialistas registrarán en el Congreso e iniciarán la tramitación parlamentaria de la proposición de ley de amnistía antes de la investidura, como contó este periódico. En paralelo a ésta, Sumar ha estado trabajando en una propuesta propia que Yolanda Díaz presentará el martes en Barcelona. Aunque Junts ya la tiene desde esta semana. Según avanzó El Periódico de Catalunya este viernes, Sumar propone extender la amnistía hasta el año 2013. De manera que también dé cobertura a la consulta impulsada por el entonces presidente de la Generalitat Artur Mas en noviembre de 2014, y todos los preparativos que la antecedieron.
El candidato del PSOE quiso dejar claro este viernes, en Granada, que la propuesta del PSOE y la de Sumar son distintas. Mientras que en el caso de Sumar la propia Díaz se desplazó a Bruselas para reunirse con Puigdemont a principios de septiembre, en el del PSOE no será Sánchez, ni ninguno de sus ministros. Según El País, será el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien probablemente viaje a Bélgica para escenificar el acuerdo junto al prófugo.
Por lo que respecta al pacto económico y fiscal que incluirá el acuerdo de investidura, los secesionistas llevan todo el verano reclamando que el Estado condone la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómico, el FLA, que se creó en 2012 para dar liquidez a las comunidades durante la anterior crisis. Cataluña es la comunidad que más debe. En concreto, 71.852 millones de euros. Por ahí podría ir el ventajoso pacto.
Además, hace dos semanas, el partido de Carles Puigdemont cifró la «deuda histórica del Estado con Cataluña» en 450.000 millones de euros.
Aunque casi toda la atención está centrada en la amnistía, la parte económica es sumamente delicada, puesto que amenaza con poner en pie de guerra al resto de comunidades. Menos al País Vasco y Navarra, que disfrutan de sus propios privilegios. El Gobierno intentará capear la tempestad tratando de acordar un nuevo sistema de financiación autonómica en esta legislatura.
No obstante, según fuentes del Ministerio de Hacienda, «todavía queda mucho recorrido porque las comunidades siguen en posiciones de máximos». Desde el departamento de Montero deslizan que el gran problema lo tiene Alberto Núñez Feijóo, que tendrá que ser capaz de poner de acuerdo al eje Galicia-Madrid-Andalucía.
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