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07 de mayo de 2024

El inmueble de La Carolina, Jaén, donde ocurrieron los hechos

El inmueble de La Carolina, Jaén, donde ocurrieron los hechosGMaps

Mata al ladrón que entra en su casa y la Justicia le manda a la cárcel: se defendió demasiado

Condenado a dos años y medio de cárcel, Benito entrará en prisión salvo que el Supremo rectifique

El tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha decidido enviar a Benito a prisión porque, según Sus Señorías, se defendió demasiado: «Junto a la intención de defenderse de una agresión, concurrió un ánimo vindicativo (venganza), al no limitarse a amenazar o disuadir al agresor, sino a asestarle varias puñaladas en diversas partes del cuerpo, que le causaron la muerte».
Los hechos se remontan a 2018. Ocurrió en La Carolina, Jaén. Benito, de 64 años, mató a navajazos al ladrón que enteró en su casa de madrugada para robarle. Pero, ¿quién es Benito? Se trata de un sexagenario sordo de un oído y ciego de un ojo. Las lesiones vienen de cuando era más joven, que lo arrolló un camión. El accidente le provocó lesiones gravísimas. Lo peor un traumatismo craneal.
Estuvo mucho tiempo en el hospital entre la vida y la muerte. Así perdió el oído, un ojo, la mitad del hemisferio cerebral y en el otro le tuvieron que instalar una válvula para que no colapsase. Estaba casado con una mujer que se llama Lina. Su esposa padecía problemas de salud y necesitaba oxígeno para dormir la noche. La máquina que utilizaba para respirar hacía muchísimo ruido, así que Benito se acostumbró a dormir de lado en la cama, poniendo el oído por el que sí escuchaba contra la almohada y el que estaba sordo en la otra dirección. Además, siempre cerraba la puerta de su habitación.
El 20 de mayo de 2018, Benito ya estaba viudo. Se despertó en medio de la noche por eso de aliviar la próstata. Trató de encender la luz de la mesilla y se dio cuenta de que no había luz en su casa. Se levantó y caminó hasta el cuarto de baño, en el interior de su habitación. Le dio al interruptor y allí tampoco se encendió. Al ir a mirar el cuadro de luces, para a ver si los plomos se habían bajado, observa que la puerta de su habitación estaba abierta. Se asomó y según los hechos probados de la sentencia: «Roberto, el ladrón, golpeó con una barra de hierro a Benito en la cabeza». El hombre empezó a sangrar. Se le ocurrió defenderse y en la oscuridad regresó a su habitación. En la mesilla guardaba un cuchillo de caza.
Queda probado porque en ese lugar hay sangre del propio Benito. Es decir, que cogió el arma, después de que Roberto se colase en su casa y le golpease en el cráneo. Benito, sin referencia alguna, salvo entender que había alguien en su domicilio, empezó entonces a lanzar cuchilladas a diestro y siniestro. El tipo tiene 22 heridas, no todas cuchilladas, y los forenses explicaron en el juicio que ninguna de las puñaladas que le dio eran mortales.
En un momento dato, Benito salió corriendo en la oscuridad, huyendo del peligro. Se metió en la cocina de su casa, colocó una mesa para bloquear la puerta, abrió la ventana y empezó a pedir socorro. Roberto falleció de un shock hipovolémico. Estos son los hechos. Nueve ciudadanos, los que formaron parte del jurado popular, le aplicaron una atenuante incompleta de miedo insuperable y otra de legítima defensa. Con esta decisión lo enviaron a prisión: el juez le puso dos años y medio de cárcel y sí o sí, se entra en prisión a partir de dos años y un día.
La defensa de Benito recurrió al TSJ de Andalucía para que Sus Señorías pusieran algo de cordura. Al revés, insisten en que se defendió demasiado, pero con un «error de bulto», según la defensa. Según el TSJA, «Benito se percató de la entrada (del ladrón) oyendo el ruido y decidió coger el cuchillo para neutralizar al ladrón sin intentar otros medios defensivos». Lo cierto es que según los hechos probados de la primera sentencia, a Benito el caco le mete un estacazo en la cabeza con una barra de hierro y luego, sangrando, es cuando él coge el cuchillo para defenderse.
La cuestión es: ¿Qué debió hacer Benito? ¿Gritar y dejarse aporrear con la barra usando las manos como defensa? ¿Cuántas heridas con el cuchillo habrían sido las pertinentes para la justicia? Al fin y al cabo, como recuerda el entorno del ahora condenado, Benito no pidió que le robaran ni que le agredieran.
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