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07 de mayo de 2024

Imagen de los objetos que pudieron emplearse en el crimen de Toledo

Imagen de los objetos que pudieron emplearse en el crimen de ToledoX: @policia

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El asesino de Viernes 13 trató de matar a más gente: persiguió a un grupo de menores con el machete

Nuevas revelaciones. El Debate accede a las diligencias policiales en las que se relata el asesinato de Lorenzo el 31 de octubre de 2021 en Toledo

La noche en la que Lorenzo fue asesinado en Toledo, más personas pudieron haber muerto. El Debate ha accedido a las diligencias policiales que relatan un episodio aterrador. A eso de la 01:50 de la madrugada, un grupo de menores disfrutaba de la noche en un portal de la calle Yebra de Toledo.
«Uno de mis amigos bajó a orinar al garaje», cuenta otro. «No habían pasado diez segundos cuando comenzó a gritar mi nombre. Bajé corriendo pensando que le había pasado algo. Me lo encontré subiendo. Me dijo: 'No te lo vas a creer. He visto a un hombre con una careta al estilo Viernes 13. Me ha visto y se ha parado. Me ha mirado fijamente y ha sacado un machete enorme de una funda que llevaba colgada a la cintura'. Mi amigo se asustó y grito mi nombre».
Los dos menores, con precaución, estuvieron buscándolo en el garaje, sin éxito. Aburridos abandonaron la tarea y salieron a la calle. «Vimos entonces una sombra que salía de un árbol. Era la misma persona del garaje. Mi amigo y yo nos miramos y salimos corriendo hacia él. Él nos vio llegar y se quedó quieto sin moverse. Paramos a unos cuatro o cinco metros de distancia. Comenzamos a gritarle: '¿Tío, qué pasa contigo?'. Él seguía inmóvil. Yo di un paso hacia delante y entonces ocurrió: se agachó y con el machete en la mano golpeó dos veces el suelo. Saltaron chispas. Me asusté. Comprendí que el machete era de verdad».
No se trataba de un disfraz de la noche de Halloween, sino de un arma real. «Retrocedí un paso y entonces él comenzó a dar golpes con la catana a un árbol y sus ramas que cayeron al suelo». Los menores, con buen criterio, decidieron marcharse y dar la espalda a los problemas. Se alejaron unos veinte metros. «Al ver que nos íbamos, el dio un paso adelante, después otro y empezó a correr hacia nosotros con el machete en la mano». Los dos adolescentes estaban aterrorizados. «Corría de una manera muy peculiar, levantaba mucho las piernas, como a saltitos. Más bien parecía que pegaba pasos muy largos, como si se tratara de una película».
Los jóvenes se alejaron y mantuvieron la distancia con el atacante: «Hasta que empezó a esprintar. Corrimos y él nos persiguió. Pasó un coche y le pedimos ayuda, pero ni caso. Entonces corrimos más y ya le perdimos casi de vista». El agresor renunció a la persecución. «Entonces le gritamos: '¿De qué vas? ¿Por que haces eso? ¿Estás loco o qué?'». Al oírnos se giró de nuevo hacia nosotros. Avanzó unos metros, pero finalmente se dio la vuelta y regresó a la zona donde nos lo habíamos encontrado por primera vez».
A los dos menores les tomó declaración la Policía: «Me impresionó su frialdad y la rapidez de sus movimientos. Se nota que estaba en forma, que se había preparado y que había practicado mucho con el arma a tenor de cómo lo manejaba. Actuaba como un sádico. No dijo una sola palabra. Estaba tranquilo. Disfrutando en todo momento, sin miedo ni tensión. Aparentaba que había salido a cazar. Parecía un psicópata de película».
El testigo describió el atuendo del agresor: «Llevaba una máscara como el de la película Viernes 13. En color rojo, con agujeros y en la zona de los ojos llevaba una rejilla, porque no se los vimos. El machete era muy grande, de buena calidad, de filo ancho con la punta curvada. Tenía algo de color azul. El tipo medía 1,85 aproximadamente. Vestía sudadera oscura, vaqueros y zapatillas Adidas negras con rayas blancas».

El caso de Lorenzo

A siete minutos andando de ese lugar de Toledo estaba Lorenzo. Al joven le acompañaba su amigo Álvaro. «Serían las 02:25 de la madrugada. Estábamos paseando por un carril que hay allí cuando escuchamos que alguien nos llamaba la atención. Nos volvimos y vimos a un tipo que se acercó a nosotros. Llevaba en la mano un machete de grandes dimensiones. Entonces nos dijo: 'Dadme todo lo que tengáis', pero sin amenazarnos con el arma».
Los jóvenes, desconcertados, hablaron entre ellos y le pidieron explicaciones. Como respuesta el enmascarado golpeó el suelo con el machete. Saltaron las chispas. «Que es de verdad, eh», les atemorizó. Su actitud era agresiva y violenta.
Álvaro le contestó: «Tranquilo, tío, llevo poco dinero». Loren entonces se ofreció: «Tranquilo, yo te doy por los dos». El joven abrió su cartera y sacó un billete de diez euros. El agresor lo cogió y preguntó enseñándole el billete a Lorenzo: «¿Cuánto me has dado?». «Diez euros», respondió Loren. Que agarró de nuevo su billete. «Entonces», prosigue su relato Álvaro, el hombre alzó el brazo y asestó a mi amigo un golpe de arriba a abajo con el machete. Después me lanzó a mi otro ataque al cuello. Lo pude evitar y solo me cortó en la oreja».
El agresor entonces huyó. Álvaro empezó a gritar pidiendo ayuda desesperado. «Vi inmediatamente la gravedad de la herida de Lorenzo y llamé al 112 para pedir ayuda. Le puse de lado como me indicaron le tapé la herida y le di un fuerte masaje cardiaco». Así hasta que llegaron los policías y la ambulancia. Lorenzo acabó falleciendo. Dos años después. el asesino no ha sido detenido.
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