Imagen de archivo del aeropuerto de Barajas
La falta de seguridad en Barajas desvelada por El Debate provoca la reunión de Aena con fuerzas del orden
Un hombre de origen musulmán sin billete ni identificación logró cruzar todos los filtros, incluido el de pasaporte, para acceder a un vuelo destino Bogotá
El Debate encendió la alarma y sólo unas horas después se ha creado un grupo de trabajo formado por responsables de Aena (Aeropuertos españoles y navegación aérea), Policía Nacional y Guardia Civil. Esta misma mañana, representantes de estas organizaciones han visitado las instalaciones para tratar de observar en primera persona cómo funcionan los filtros y qué pueden hacer para mejorar las condiciones de seguridad.
Fallo de seguridad en el mayor aeropuerto de España
Un hombre de origen árabe se cuela por segunda vez sin billete ni pasaporte en un avión de la T4 destino Bogotá
Uno de los principales problemas que han detectado es que en el primer filtro, el de los billetes, tan solo está vigilado por una auxiliar, que más que estar atento a que nadie se cuele, su función es la de ayudar a los despistaos. El segundo de los filtros es el control de los pasaportes conocido por «abc». Se sitúa en la t4 satélite y todos los viajeros que vuelan fuera de la Unión Europea deben enseñar su pasaporte.
Hay dos formas de cruzar ese paso. La tradicional: entregar el pasaporte a un agente que lo revisa. Y la segunda: con un pasaporte actualizado con chip, se puede acudir a una máquina a que lo lea, reconozca nuestro rostro y abra la puerta. Detrás de todos esos controles electrónicos no suele haber agentes o solo uno. Este último es el punto débil de la seguridad de Barajas.
Según denunció El Debate el pasado viernes, un ciudadano británico de origen musulmán y con numerosos antecedentes policiales, se coló dos veces la pasada semana en el aeropuerto: cruzó todos los controles de seguridad y llegó a un vuelo con destino Bogotá. Una de las veces se sentó en clase business, pero su aspecto y olor a humanidad alertaron al pasaje. Llamaron a la Policía que lo detuvo y puso a disposición judicial.
Como el juez lo dejó en libertad hubo una segunda vez: en esa segunda ocasión, volvió a cruzar todos los filtros, pero cuando caminaba por el finger para embarcarse en el avión fue detenido por la Guardia Civil. El individuo sigue en libertad y muchos sospechan que volverá a hacerlo. Usa el método de los que se cuelan en el metro: pegarse al de delante para que cuando se abran las puertas colarse antes de que se cierren.
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