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15 de mayo de 2024

Pablo Iglesias y Yolanda Díaz en 2018

Pablo Iglesias y Yolanda Díaz en 2018GTRES

Pablo Iglesias tuerce la mano de Yolanda Díaz en su propio feudo gallego

La decisión de no participar en coalición con Sumar torpedea las posibilidades de la formación de la gallega

Tal fue decir Pablo Iglesias que no consideraba conveniente que Podemos concurriese a las elecciones autonómicas gallegas integrados en Sumar como que las bases de la formación morada votaran en contra de dicha concurrencia.
De esta forma, el fundador y todavía ideólogo en la sombra de Podemos se vengaba de la gallega Yolanda Díaz, de su decisión de poner a los candidatos de Podemos en un segundo plano en las pasadas elecciones generales y de su veto a Irene Montero.
De hecho, incluso en la misma propuesta de acuerdo que realizó Sumar a Podemos para las elecciones gallegas relegaba a los morados a puestos muy atrasados. Tan solo les dejaba alguna opción de salir elegidos en la provincia de Lugo. En La Coruña les reservaron el segundo lugar, el tercero en Orense y el cuarto en Pontevedra.
De esta forma, las posibilidades de que Sumar logre unos buenos resultados en Galicia disminuyen notablemente con la huida de votos que se pueden ir a los morados. No hay más que recordar, por ejemplo, que Podemos-Marea se quedó a cerca de 300 votos de lograr un puesto en el Ayuntamiento de Vigo en las pasadas elecciones municipales. Si ahora ese voto de izquierdas se divide todavía más, las posibilidades son escasas.

Volcada en las gallegas

Yolanda Díaz pretendía volcarse con las elecciones gallegas en el mes y medio que resta para la convocatoria. No en vano, ella saltó a la política nacional de la mano de la gallega En Marea y precisamente en esas 'mareas' ha puesto su base Sumar.
Podemos no logró representación en el Parlamento de Galicia en las pasadas elecciones autonómicas de 2020, pero sí obtuvo 51.630 votos, que es prácticamente la diferencia que hubo entre los 311.000 votos del BNG y los 253.000 del PSdeG. Esa diferencia se tradujo en los cinco escaños más que lograron los nacionalistas.
Desde que Yolanda Díaz vetó a la exministra de Igualdad, Irene Montero, Pablo Iglesias se la tiene jurada a la nueva líder de la izquierda radical. «Confiaba en ella y confiaba en que abría un proceso democrático, que respetaría el peso democrático de Podemos. Claro que me arrepiento de haberle entregado tanto poder. Ha trabajado para destruir a Podemos aliándose con mafiosos y con sus enemigos más evidentes», explicaba Iglesias hace un mes en un digital catalán.
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