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02 de mayo de 2024

José Antonio Fúster durante la entrevista con El Debate

José Antonio Fúster durante la entrevista con El DebatePaula Argüelles

Entrevista | Portavoz de Vox

José Antonio Fúster: «El final de Sánchez será en un banquillo. Lo que está haciendo no puede quedar impune»

El nuevo portavoz nacional de Vox cree que si Puigdemont vuelve a España y se presenta a las elecciones catalanas «será un fracaso del Estado de Derecho y de nuestra soberanía», con un culpable: el presidente del Gobierno

Decía Francisco de Quevedo en uno de sus poemas: Miré los muros de la patria mía / si un tiempo fuertes ya desmoronados. A estos versos alude José Antonio Fúster (Santander, 1968) para señalar la encrucijada en la que se encuentra España. «Antes de nosotros ya muchos cantaron que los muros de la patria se habían derribado y los reconstruimos. Los volveremos a reconstruir», afirma, con el convencimiento de que, como ha hecho en otros momentos de su larga historia, España sobrevivirá.
Tras una larga trayectoria como periodista, primero en la Escuela de ABC, luego en La Razón, como jefe de reportajes, y más tarde en La Gaceta, donde ha sido director y jefe de Opinión y editoriales, Fúster pasó al terreno político, en las filas del partido de Santiago Abascal. Desde el pasado mayo es diputado en la Asamblea de Madrid y acaba de ser nombrado portavoz nacional, convirtiéndose así en la nueva cara visible de la formación cada semana, un reto que nunca imaginó y que afronta «con un orgullo enorme».
–¿Qué cree que puede aportar su trayectoria como periodista?
–Yo soy un convencido de que si lográramos comunicar lo que de verdad es Vox, si nuestro mensaje llegara claro y sin interferencias a todos los españoles, sería la primera fuerza de España. Y de ahí no me apea nadie. Yo he repasado desde el comienzo todo lo que ha hecho Vox, conozco todos sus programas, la Agenda España, las 100 medidas de Vox para la regeneración de España, conozco las ganas que tiene Vox de reconstruir todo lo que se ha destruido en estas décadas...y estoy convencido de que la inmensa mayoría de españoles quiere exactamente lo mismo. Tenemos que hacer España normal de nuevo. Esa es la idea de Vox y en esa idea creo que nos podemos encontrar con millones de españoles que, si nos conocieran de verdad, dirían: démosle una oportunidad.
–Respecto a esta idea, ustedes han denunciado muchas veces una estigmatización y una demonización del partido. ¿A qué cree que se debe?
–Hombre, porque venimos a retar a un sistema construido desde hace muchísimas décadas a partir de unos partidos que no han entendido lo que es España o que están dejando una España que a la inmensa mayoría de los españoles no nos gusta. Yo recuerdo lo que era la España de la Transición, pero después he visto esta deriva hacia dónde iba España y es lo que no me gustó. Llegar con nuestro mensaje claro, de decir reconstruyamos, volvámonos normales de nuevo, ayudemos a los más desfavorecidos, a las clases medias empobrecidas, disfrutemos de la libertad para educar a nuestros hijos...Todas esas cosas es lo que los españoles quieren.
–¿Por qué decidió dar el salto a la política? ¿Le llamó Santiago Abascal, Rocío Monasterio...?
–Me llamó mucha gente. Yo estaba en la Fundación Disenso desde su comienzo, que es el centro de pensamiento de Vox. Siempre he estado cerca de los planteamientos del partido, soy amigo de mucha gente que está en él y mucho antes de que naciera Vox soñaba con Vox. Es muy difícil para mí no estar cuando alguien me dice que esté. ¿Por ambición personal? No. ¿Por ganas de hacerlo? No. Por servicio a España. Y estar en Vox para mí es una demostración para mí mismo, además, de que estoy al servicio de España.

Tenemos que hacer España normal de nuevo. Es la idea de Vox y en ella creo que nos podemos encontrar con millones de españoles

–En los próximos meses hay tres citas electorales muy importantes. ¿Cómo ve a Vox para afrontarlas?
–Fuerte, unido y con las ideas muy, muy claras. Todo lo que decíamos, no porque lo dijéramos nosotros, sino porque leíamos a la gente que nos advertía de los grandes problemas y retos a los que se enfrentaba España, sobre todo en determinadas regiones, como Cataluña o el País Vasco, antes del nacimiento de Vox, se ha ido cumpliendo paso a paso, inexorable, como si hubiera un plan para la destrucción de España. Veo al partido fuerte porque están fuerte sus convicciones, no solamente en el programa, en los planteamientos de lo que queremos para Cataluña y para el País Vasco.
–Hablemos de actualidad. La semana pasada se aprobó la ley de amnistía en el Congreso. Ahora pasa el Senado y ustedes han presionado al PP para que no la admita a trámite. ¿Qué va a pasar ahora?
–Por lo que parece la han admitido a trámite, y además, el PSOE ha votado en contra de admitirla a trámite. Todo esto es una locura. Nosotros pedimos al PP que fuera valiente, que tomara decisiones imaginativas, comprometidas en la defensa de España, que se podía paralizar, que se debía paralizar, que debíamos ir a un conflicto o choque institucional.
Las herramientas están ahí para que las usemos, dentro del respeto a los procedimientos que están marcados en la ley. Y hay un procedimiento clarísimo marcado en la ley, el de decir: no puedo aceptar en el Senado una ley que viene del Congreso que es abiertamente inconstitucional. El informe de los letrados del Senado lo dice: es una reforma constitucional encubierta. Se me ocurren mil razones para paralizar esta ley, pero las más importantes son las que no se me ocurren, lo que va a pasar si llega a entrar en vigor.
–¿Cree que Carles Puigdemont vendrá finalmente a España y podrá presentarse a las elecciones catalanas?
–Si lo hace, será un fracaso del Estado de Derecho, un fracaso de nuestra soberanía, un fracaso de España, con un culpable, que es Pedro Sánchez, y con muchos responsables, muchos. Pedro Sánchez nos mintió al decir que Puigdemont entraría en prisión y que solamente podría venir a España para ser juzgado. La mentira en política tiene las patas muy cortas. En Vox no hemos dicho ni una sola mentira. Otros se pasan el día entero mintiéndonos a la cara. Eso es lo terrible.
José Antonio Fúster, en la sede de Vox

José Antonio Fúster, en la sede de VoxPaula Argüelles

–Y a pesar de ello, y de que el Gobierno ha renunciado a presentar presupuestos para este año -ustedes han dicho que es el Gobierno más débil de la historia de España-, da la sensación de que nada le pasa factura. ¿Ve un final para el Ejecutivo de Pedro Sánchez?
–Sí, claro que veo un final. El final se llama los españoles, los que, con la ayuda de los partidos que quieran unirse a esto, dispondrán un final para Pedro Sánchez, y ese será el final de su mandato, el final de su poder, pero no será el final de 'su persona', eso que le gusta tanto decir a él, porque el final de su persona sin duda será en un banquillo. No me cabe la menor duda. Estamos asistiendo a una traición a España y lo que está haciendo no puede quedar impune.
–Si se consuma la amnistía, ¿cuál cree que va a ser el siguiente paso?
–Ese es el problema, que no lo sabemos. ¿Hace 20 años podíamos imaginar esta situación? En el momento en que Pasqual Maragall se le escapó lo del 3 % y a partir de ahí, esa corrupción absolutamente sistémica del nacionalismo catalán,.., que es lo que ha traído todo lo demás. El procés es una forma de tapar el desastre de gestión del separatismo catalán y la corrupción.
¿Pensábamos que podía llegar a tanto? Pensábamos que teníamos un Estado de derecho, una Constitución, que tiene algo que es esencial en una democracia, los contrapesos, que la voluntad autocrática de cualquier gobernante inmediatamente sería corregida por un sistema de contrapesos. Si tenemos un tribunal de Cuentas controlado, un Tribunal Constitucional controlado, si hay una persecución implacable a jueces y magistrados en España, si las instituciones ya no sirven, mi temor son las cosas que no sé que van a ocurrir y pueden ser gravísimas. Tuvimos un adelanto en 2017 de lo que puede ocurrir. Por ahí va.

El 'procés' es una forma de tapar el desastre de gestión del separatismo catalán y la corrupción.

–En la línea de lo que comenta, estamos viendo la polémica que se ha creado por una supuesta revelación de secretos por parte de la Fiscalía de un particular, el novio de Isabel Díaz Ayuso. ¿Qué valoración hace de todo ello y del papel del Gobierno y esta persecución que denuncia la presidenta madrileña?
–Si algo me ha enseñado la experiencia es que las unidades de quemados están llenas de gente que ha puesto la mano en el fuego por políticos del Partido Popular o del PSOE. Yo no quiero ir a las unidades de quemados, así que no pondré la mano en el fuego por nadie.
Es una vergüenza que alguien pueda utilizar los datos de un particular o el contencioso que pueda tener entre una agencia tributaria y un particular y exponerlos a la luz pública. Nos parece de Estado autocrático. No debería ocurrir jamás en un Estado de Derecho como España. Podría ocurrir, pero tendría que tener unas consecuencias inmediatas muy graves para las personas que lo han hecho. ¿Usted vislumbra en el futuro alguna consecuencia para las personas que lo hayan hecho? Ese es el quid de la cuestión.
En el caso de la señora Ayuso, ya he dicho, la mano en el fuego, no, pero sí hay algo que me gustaría decir y es que llevo seis meses en la Asamblea de Madrid y en ese tiempo me he dado cuenta de que el PP vende lo que no es. Se vende como un partido de gestión, tampoco es verdad. Hay un empeño personal de la presidenta Ayuso, de su partido, por derogarnos a nosotros, que no hacemos más que presentar iniciativas cargadas de sentido común.
El portavoz nacional de Vox, durante la entrevista con El Debate

El portavoz nacional de Vox, durante la entrevista con El DebatePaula Argüelles

–¿En qué van a centrar su acción como grupo parlamentario de la Asamblea esta legislatura?
–En el futuro de los jóvenes madrileños, de las personas que viven en esta comunidad, de nuestros servicios sanitarios, en la vivienda,... Liberalicemos el suelo y deroguemos toda esta ralea de normas y obligaciones entre administraciones para poder construir una vivienda. Hagamos cosas que sean prácticas y de sentido común.
Estamos expulsando a muchísimos jóvenes, y cuando expulsas jóvenes, expulsas talento. Y estamos expulsando dos cosas: salud mental, porque tener tu casa es clave para tener una vida saludable, y la segunda, a la familia y las conexiones, las redes entre familias. ¿Nos vamos a americanizar? Es un error. La identidad española ha sido familia. Pues en eso nos centramos siempre, en la familia y todos los derivados: sanidad, educación, cultura, vivienda, infraestructuras...
–Decía antes que el final del Gobierno lo ve en los españoles. ¿Cree que España ha entrado en un punto de no retorno?
–Hombre, si salimos de la pandemia y de la pésima gestión que hicieron los gobiernos, creo que podemos salir de muchas cosas. España ha tenido crisis gigantescas a lo largo de su historia y hemos salido, con imaginación, con empuje. Una de las cosas que a mí siempre me ha movido es la idea de respetar lo que hicieron los que nos antecedieron. Ha habido mucha gente que ha tratado de destruir España y, sin embargo, España resiste. Estamos convencidos de que España sobrevivirá, de que podemos aportar mucho a esa supervivencia, y de que cuando toque, y tocará, gobernar, lo haremos con la inteligencia suficiente y con patriotismo.

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