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30 de abril de 2024

El crimen de Barbate

El crimen de BarbateEl Debate

El caso que puede costarle el puesto a Grande-Marlaska

¿Y si la detención de cinco jóvenes por la muerte de dos guardias civiles en Barbate fuera un error?

Varios vídeos vienen a demostrar que la lancha de Kiko El Cabra no fue la que arrolló a los guardias

La falta de medios en el Campo de Gibraltar se evidenció, si cabe con más fuerza, con la muerte de dos guardias civiles en Barbate, Cádiz. El escándalo fue sideral y desde el Ministerio del Interior se urgió a detener con celeridad a los responsables para aplacar el clamor popular contra Fernando Grande-Marlaska. No habían pasado 24 horas y ya había siete detenciones. Cinco de ellos están en prisión desde entonces.
Sin embargo, cada día son más las evidencias en imágenes que vienen a poner en cuestión la premura del Ministro del Interior. Para empezar, hay tres testigos en un barco que lo ven todo de cerca y graban un vídeo. Uno de ellos dice en su declaración judicial que la lancha que arrolló a la de los guardias tenía una sola antena. Recordemos que la de Kiko El Cabra tiene dos. El otro testigo asegura que sólo una lancha hostigó a los agentes de la Benemérita. El tercero no ha declarado todavía.
Si se repasan las imágenes de vídeo de la cámara que un guardia llevaba colgada al pecho, se observa que la lancha que no para de echarles agua por encima solo tiene una antena, es decir, no sería la de Kiko El Cabra. Se decía que estaban seguros de que sí porque solo Kiko El Cabra iba de rojo, pero en esas imágenes grabadas por una cámara en el pecho de un agente se observa nítidamente que la lancha, de una sola antena, va dirigida por una persona vestida de rojo. Es decir, había más gente de rojo, no solo uno.
Hay más indicios que reforzarían la tesis del error en estas detenciones que alegan las defensas. Desde la lancha de Kiko El Cabra, uno de los integrantes grabó un vídeo de lo que sucedía. En ese vídeo se ven en primer plano dos antenas y cuatro motores y al fondo a una lancha hostigar a los agentes. Cuando ven lo que está pasando a la zodiac de la Guardia Civil se oye a un tripulante decir: «Kiko» y conminarle a irse. Si solo fue una lancha la que acosó a los guardias, como dice el testigo, quedaría descartado que la de los detenidos participase en el hostigamiento.
En cualquier caso, en el vídeo que encabeza esta crónica se ve la secuencia completa de los hechos con los posicionamientos de las lanchas. Cada vez son más personas las que creen que las prisas del Ministerio del Interior por lograr detenciones y quitarse la presión de encima pudieron acabar con cinco personas en la cárcel acusadas de un doble asesinato, pero que según sus defensas son inocentes de esas dos muertes.
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